El individualismo de Josep Font cierra la alta costura
"El desfile es un cat¨¢logo de mis obsesiones", dice el creador
El estreno en la alta costura, anoche en Par¨ªs, de Josep Font fue escrupulosamente fiel al ideario del individualista dise?ador catal¨¢n. "Es un Font multiplicado por tres, un cat¨¢logo de mis obsesiones", explicaba antes del desfile. Plantas trepadoras, gui?os espa?oles, mucha poes¨ªa y apuntes circenses. Rojos contra fucsias, verde lima surcado por escamas de azabache. Lo de siempre, pero a lo grande. Con exquisitos materiales y elaborados apliques.
"No hacemos esto como negocio, sino para demostrar que hay talento"
Amplificar el discurso que el dise?ador de 42 a?os lleva hilvanando desde el principio de los noventa tiene todo el sentido si se considera que el objetivo de esta aventura no es otro que el de la imagen. Ninguno de los 16 vestidos que desfilaron ayer por una antigua sala del Louvre presidida por una claraboya, obra de Gustave Eiffel, se vender¨¢. De hecho, entre los 300 invitados no hab¨ªa potenciales clientes. El objetivo eran los periodistas y unos cincuenta compradores internacionales que, se supone, as¨ª ver¨¢n de otra forma las l¨ªneas comerciales. "No hacemos esto porque vaya a ser un negocio, sino para demostrar el talento de un creador", argumentaba Carmen Ayats, propietaria de la firma.
Un espect¨¢culo que sale caro. Alrededor de 12.000 euros cuesta producir cada una de las piezas. A las que se han dedicado 12 personas ("gente de escuelas, amigas de nuestras costureras") durante cuatro meses. Y eso que Font borda ¨¦l mismo casi la mitad de la colecci¨®n. Luego est¨¢ el coste de la organizaci¨®n, que ronda los 120.000, seg¨²n Ayats. A diferencia de lo que ocurre con los desfiles en Cibeles, casi todo sale de su bolsillo, con la ayuda de una subvenci¨®n del ICEX. Las exportaciones suponen el 25% de su negocio y son la raz¨®n de ser de la tienda en Par¨ªs, que "funciona regular, pero es fundamental para la visibilidad internacional".
En todo caso, no s¨®lo hace falta el dinero para estar en el calendario oficial de la alta costura, cuya temporada de primavera / verano termin¨® ayer. S¨®lo se puede acceder por invitaci¨®n de la Federaci¨®n francesa a trav¨¦s de un proceso francamente enrevesado. Complacidos por las dos ¨²ltimas colecciones de pr¨ºt-¨¤-porter de Font, que desfilaron en la capital francesa, decidieron arriesgarse con ¨¦l. "La invitaci¨®n es por una temporada y la extendemos a creadores que nos parecen s¨®lidos y con un aura de costura", seg¨²n Didier Grumbach, presidente de la instituci¨®n. "Este a?o hemos recibido 50 solicitudes y hemos aceptado cuatro".
Anoche, Font ingres¨® en una selecta liga, en la que, sin duda, juega con armas m¨¢s modestas que grandes como Valentino o Galliano. Y en la que hist¨®ricamente ha habido pocos espa?oles, los del exclusivo club al que pertenecen Balenciaga, Rabanne o Pertegaz. Ante tal reto, Font demostr¨® ayer valent¨ªa. Y fidelidad a s¨ª mismo.
Babelia
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