Arruinados por un empleado
Tiene bien explicado el historiador Carlo Cipolla que los tontos m¨¢s da?inos son los que con sus actos causan perjuicio a los dem¨¢s sin beneficiarse ellos mismos. El caso de Jerome Kerviel se aproxima mucho a esta tipolog¨ªa. Este empleado del banco franc¨¦s Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale ha conseguido ¨¦l solito producir unas p¨¦rdidas de 4.900 millones de euros en su banco, uno de los m¨¢s importantes de Europa y con un pedigr¨ª que se remonta al Segundo Imperio. Aunque no hay muchas precisiones sobre c¨®mo consigui¨® una cantidad tan abultada de p¨¦rdidas, lo m¨¢s probable es que la sociedad paralela y fraudulenta que mont¨® para encubrir sustanciosas operaciones ficticias, se viera arrasada por el hundimiento catastr¨®fico de las Bolsas el lunes pasado. De lo poco que se sabe del gigantesco fraude cabe deducir que Kerviel actu¨® solo y que "no se ha beneficiado" del montaje fraudulento organizado desde su puesto de operador de mercados en Par¨ªs.
La pregunta m¨¢s evidente y repetida es c¨®mo un empleado tan alejado de las grandes cuentas y de los ¨®rganos de decisi¨®n del banco ha podido causar tanto da?o a la instituci¨®n. ?Era tan listo como para burlar los controles de seguridad de las operaciones? Dicho de otro modo, bien d¨¦biles ten¨ªan que ser tales controles para que pudieran ser burlados con tanta facilidad por la simple decisi¨®n, quiz¨¢ ni siquiera planificada, de un operador.
La secuencia de los hechos hace pensar en el inspector Clouseau o en el gendarme Louis de Funes atropellando a su paso cualquier vestigio de sentido com¨²n. El banco se percat¨® del fraude la semana pasada, pero decidi¨® no informar a la opini¨®n p¨²blica ni presentar denuncia por un motivo tan decimon¨®nico como evitar la alarma. Vamos, por el qu¨¦ dir¨¢n. En esas estaban cuando terci¨® el lunes negro y los abochornados directivos se vieron obligados a confesar un agujero de casi 7.000 millones de euros -los 4.900 millones volatilizados por Kerviel m¨¢s otros 2.000 millones perdidos por las hipotecas basura-. Para colmo, Kerviel estaba ayer en paradero desconocido. Deber¨ªan comprobar si la sede sigue en su sitio o tambi¨¦n se ha esfumado.
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