Vivienda y especulaci¨®n
Sobre el problema de la vivienda parece que ya est¨¢ todo dicho. El abismo entre salario y precio de la vivienda es de tal magnitud que la situaci¨®n es quiz¨¢s irreversible: los precios no dejaran de crecer por encima de los salarios.
La Constituci¨®n sit¨²a el derecho a la vivienda en un lugar destacado, pero ni se ha protegido convenientemente ni se ha garantizado su acceso. La ¨²nica alternativa es dejar de situar a la vivienda en el centro de la inversi¨®n especulativa y del dinero f¨¢cil, a veces corrupto. La vivienda tiene una finalidad: habitarla. S¨®lo necesita un crecimiento urban¨ªstico sostenible y una actividad constructora adecuada a dicho crecimiento: nada m¨¢s. Quien quiera invertir -e incluso especular- que acuda a la bolsa, a los fondos de inversi¨®n, al Tesoro P¨²blico, que compre oro o que arriesgue su dinero en iniciativas productivas.
Los pol¨ªticos tienen la obligaci¨®n de intentar corregir el rumbo, deben tomar todas las medidas necesarias para desincentivar toda inversi¨®n especulativa en el sector de la construcci¨®n. Facil¨ªtese la compra de la vivienda, pero en los a?os siguientes a la adquisici¨®n gr¨¢vese fiscalmente la venta de tal manera que resulte imposible especular con ella.
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