"No me siento como un comisario de partido al frente de TV-3"

Albert S¨¢ez (Barcelona, 1965) es desde el pasado viernes el nuevo presidente de la Corporaci¨®n Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), ente gestor de TV-3 y Catalunya R¨¤dio. Periodista con amplia experiencia, ha ocupado en el ¨²ltimo a?o el cargo de secretario de Medios de Comunicaci¨®n de la Generalitat.

Pregunta. Su salto desde el Gobierno a los medios p¨²blicos ha levantado suspicacias, m¨¢xime cuando se aprob¨® una nueva ley de la CCMA que buscaba sacar a TV-3 del control partidista y gubernamental. ?Qu¨¦ hace un secretario de medios de comunicaci¨®n del Gobierno al frente de TV-3 y Catalunya R¨¤dio?

Respuesta. Antes que nada hay que aclarar que no ser¨¢ el secretario de medios de comunicaci¨®n quien presida el consejo de Gobierno, sino alguien que lo fue hasta la semana pasada. Ha habido una desgubernamentalizaci¨®n en la elecci¨®n del consejo de Gobierno, pues ya no se nombra por decreto, sino mediante una mayor¨ªa de dos tercios del Parlament.

"No habr¨¢ decisiones un¨ªvocas para elegir a los directores de TV-3 y Catalunya R¨¤dio; nos pondremos de acuerdo al menos los dos tercios del consejo"

"El reto futuro es acertar en el tipo de servicio p¨²blico que debe dar la Corporaci¨®n a trav¨¦s de Internet y de la telefon¨ªa m¨®vil"

"Demostraremos que han cambiado muchas cosas en los medios p¨²blicos (...) no se trata de convencer nadie 'a priori', sino con la forma de actuar"

P. La nueva ley buscaba despartidizar y desgubernamentalizar la Corporaci¨®n. En lo segundo se ha avanzado, en lo primero, no. En el consejo hay muchos comisarios de partido.

R. Yo no me siento un comisario de partido y no creo que ninguno de mis compa?eros se considere comisario. Los consejeros estar¨¢n seis a?os en el cargo, de manera que no s¨®lo quedan fuera del control directo del Gobierno, sino tambi¨¦n del Parlament, que se disolver¨¢ antes que el propio consejo. Ahora nos toca demostrar trabajando que actuamos de acuerdo con el inter¨¦s general de los medios p¨²blicos. Si lo conseguimos, las dudas que pesan sobre nosotros desaparecer¨¢n.

P. El Colegio de Periodistas dice que el sistema que ha llevado a su elecci¨®n es "un retroceso de la calidad democr¨¢tica". ?Los profesionales se hicieron excesivas ilusiones de cambio con la nueva ley?

R. Cuando hay una reacci¨®n de este tipo es que han pasado muchas cosas. Conf¨ªo en que podremos demostrar que han cambiado muchas cosas en los medios p¨²blicos. Un cambio ya se ha visualizado: nuestra elecci¨®n ha pasado por el Consejo del Audiovisual y el Parlament nos ha evaluado y nos ha escogido por mayor¨ªa de dos tercios. Esto ya es un primer cambio.

P. Pero nos encontramos con un consejo formado por ex jefes de prensa de partidos pol¨ªticos, ex consejeros de la Generalitat y ex diputados. Con este panorama no es f¨¢cil convencer a los ciudadanos de que algo ha cambiado en TV-3.

R. No se trata de convencer a nadie a priori, sino con la forma de actuar. En la vida todos ponemos etiquetas para condensar informaci¨®n. A m¨ª, por ejemplo, se me puede presentar de muchas formas, todas ellas leg¨ªtimas. S¨ª, he sido secretario de Medios de Comunicaci¨®n del Gobierno, pero tambi¨¦n he sido profesor universitario, periodista, ex miembro del consejo editorial de un diario y ex vicerrector de la universidad.

P. ?Su elecci¨®n por dos tercios del Parlament le hace sentirse m¨¢s protegido que sus predecesores ante las llamadas por parte de los diferentes poderes?

R. Recibir la confianza de dos tercios del Parlamento me honra, pero no creo que yo deba ocuparme de asuntos susceptibles de generar este tipo de llamadas. Dicho esto, todos los que hemos sido periodistas sabemos que las presiones se producen en todas las esferas y en todos los medios.

P. ?Ha acabado definitivamente la ¨¦poca en que los directores de TV-3 se quitaban y pon¨ªan con una llamada del presidente de la Generalitat?

R. No habr¨¢ decisiones un¨ªvocas. Tenemos que ponernos de acuerdo al menos dos tercios del consejo para nombrar a los directivos de las empresas del grupo, ello es una garant¨ªa.

P. Su antecesor se marcha presumiendo de haber eliminado el d¨¦ficit de TV-3. ?Cu¨¢l es su objetivo?

R. Antes que nada debemos inventar el funcionamiento del Consejo de Gobierno de la Corporaci¨®n. Tambi¨¦n debemos ver de qu¨¦ manera actualizamos el prestigio y talento en el entorno digital. Tambi¨¦n debemos acertar en el tipo de servicios p¨²blicos que se deben dar a trav¨¦s de internet y telefon¨ªa m¨®vil.

P. ?Se repetir¨¢ un nuevo caso como el de Cristina Peri Rossi, despedida como colaboradora de Catalunya R¨¤dio por no hablar catal¨¢n?

R. Me habla de un caso concreto en 25 a?os de historia. Los medios de comunicaci¨®n forman parte de una estrategia de pa¨ªs que cuenta con un ampl¨ªsimo apoyo parlamentario y que abraza tanto el tratamiento de la lengua en la escuela como el tratamiento de la lengua en los medios p¨²blicos. Si en alg¨²n momento se produce un conflicto entre el mandato del Parlament a los medios p¨²blicos y la pr¨¢ctica profesional cotidiana, lo que debemos hacer es conciliar este posible choque de intereses.

P. Sin llegar a medidas coercitivas, se entiende.

R. Efectivamente.

P. ?En TV-3 queda costra nacionalista que arrancar, como dijo un dirigente del PSC?

R. No entiendo la naturaleza de esta expresi¨®n.

P. ?La televisi¨®n nacional debe ser nacionalista?

R. El car¨¢cter nacional de los medios p¨²blicos catalanes viene determinado por el mandato de la ley, que es ofrecer servicio p¨²blico a todas las personas que viven y trabajan en Catalu?a, y hacerlo en lengua catalana. Esto no es tan diferente del modelo escolar y nunca he escuchado a nadie decir que la escuela catalana sea nacionalista.

P. Francia est¨¢ debatiendo eliminar la publicidad de los medios p¨²blicos. ?Le atrae la idea?

R. La medida que ha propuesto el presidente Sarkozy queda fuera del alcance de las competencias de la Generalitat, pues pide eliminar la publicidad de la televisi¨®n p¨²blica, que pasar¨ªa a financiarse con un impuesto que gravar¨ªa el incremento de la publicidad que tendr¨ªan las cadenas privadas. Esta decisi¨®n, con las leyes actuales s¨®lo la puede tomar el Gobierno espa?ol.