Osakidetza entra en pron¨®stico reservado

La pregunta se ha extendido: ?Qu¨¦ le pasa a la sanidad vasca? Los tres a?os de conflicto que arrastran ya Osakidetza y los sindicatos han ido calando en la conciencia ciudadana, hasta el punto de que quien m¨¢s quien menos se cuestiona la calidad del servicio, algo impensable hace pocos a?os. El conflicto de Osakidetza, con una huelga general convocada en todo el servicio para el pr¨®ximo martes, refleja todo el debate que hay detr¨¢s. Lo que preocupa a los ciudadanos es que el actual modelo sanitario p¨²blico vasco, concebido, como el del resto de Espa?a, como universal, gratuito y con un amplio abanico de prestaciones, ya no siga siendo v¨¢lido, que ya no d¨¦ m¨¢s de s¨ª. Eso es lo que realmente se halla en juego.

El desfase entre necesidades y financiaci¨®n se ha ido acentuando

Sanidad apuesta por la eficiencia para obtener mejores resultados

El pron¨®stico del estado de salud de Osakidetza es "reservado", seg¨²n coinciden la mayor¨ªa de los especialistas consultados por EL PA?S para evaluar la situaci¨®n de la sanidad p¨²blica. En el argot m¨¦dico, ello significa que el enfermo se encuentra grave y puede tanto salir bien del trance como empeorar. Los expertos coinciden en que el sistema resulta v¨¢lido tal y como est¨¢ dise?ado, pero siempre y cuando la inversi¨®n aumente de forma muy considerable y se mantenga en el tiempo.

Los males han empezado a aflorar con intensidad desde hace cuatro o cinco a?os, durante la ¨²ltima etapa del mandato del actual consejero, Gabriel Incl¨¢n. Con el anterior titular de Sanidad, I?aki Azkuna, no se vislumbr¨® el actual desajuste entre financiaci¨®n y necesidades. Ese desfase se ha hecho palpable en los ¨²ltimos ejercicios y ha terminado por cronificarse, con lo que a¨²n resulta m¨¢s perceptible. "La sanidad no es una prioridad en la agenda pol¨ªtica del Gobierno vasco", diagnostica Blanca Roncal, portavoz del PSE en esta materia.

Varias circunstancias han puesto contra las cuerdas al sistema. El ¨²ltimo ejemplo lo ha ofrecido la gripe, que ha anegado este invierno de pacientes los servicios de urgencias distando mucho de ser una epidemia. La poblaci¨®n se mantiene estable, pero la demanda de servicios crece de una manera imparable debido al envejecimiento, que en Euskadi resulta mayor que en el resto de Espa?a y de la UE. Con una natalidad por los suelos y una esperanza de vida (sobre todo de las mujeres) de las m¨¢s altas del mundo junto a la de Jap¨®n, los problemas para cualquier sistema de salud se multiplican. Y es que ya no se trata s¨®lo de cumplir con la m¨¢xima sanitaria de dar a?os a la vida, sino que hay que ir m¨¢s all¨¢: dar vida a los a?os.

Una poblaci¨®n envejecida consume recursos a gran velocidad y obliga a multiplicar la actividad, y, si no se aumenta la plantilla sanitaria, ¨¦sta acaba por sobrecargarse. Aqu¨ª radica el segundo problema. Un ejemplo: las intervenciones quir¨²rgicas han crecido m¨¢s de un 60% en los ¨²ltimos 20 a?os, mientras que las urgencias hospitalarias y las consultas a especialistas se han duplicado, pero la inversi¨®n no ha corrido de forma paralela. Y ¨¦se es el tercer problema.

Nere Urrestarazu, de ELA, sindicato mayoritario en el sector, recuerda el dato del gasto sanitario en Euskadi en relaci¨®n al Producto Interior Bruto (PIB) -un 4,2%, frente al 5,7% del conjunto de Espa?a y el 8% de pa¨ªses como Alemania- y concluye que resulta insuficiente. "El modelo p¨²blico se resiente en cuanto se deja de invertir", incide. La central nacionalista ve evidente la raz¨®n de esta ausencia de inversiones en lo p¨²blico: "Fortalecer al sector privado".

Por contra, el viceconsejero de Desarrollo y Cooperaci¨®n Sanitaria, Jon Lezertua, recuerda que la concertaci¨®n con cl¨ªnicas privadas se mantiene estable en torno al 7%: de cada cien operaciones que debe realizar la sanidad p¨²blica, siete se derivan a la privada. Replica que el gasto en relaci¨®n con el PIB no supone el dato m¨¢s real. Para ello, recurre a los presupuestos: "En diez a?os, el presupuesto del Gobierno vasco destinado a sanidad se ha duplicado, hasta llegar a los 3.220 millones de euros previstos para este a?o".

Lezertua agrega que "el plan de modernizaci¨®n de las infraestructuras sanitarias, aprobado el a?o pasado y con vigencia para el periodo 2007-2012, supuso una inyecci¨®n econ¨®mica desconocida hasta el momento: un total de 600 millones, casi 100 por a?o, muy por encima de la media anual que se manten¨ªa con anterioridad".

"?Que la sanidad vasca ya no es la que era hace unos a?os? Desde luego que no. Es mucho mejor", enfatiza el viceconsejero. Y matiza que las listas de espera aumentan "en n¨²mero de personas, pero no en tiempo de espera. La demanda aumenta, pero tambi¨¦n los medios que ponemos para compensar ese crecimiento".

No opina igual Rosa Ruiz de Arechabaleta, enfermera de Atenci¨®n Primaria en el centro de salud de Aranbizkarra, en Vitoria, con m¨¢s de 20 a?os de profesi¨®n a cuestas. "La sanidad pasa por un mal momento. Las consultas de enfermer¨ªa aumentan sin parar, la poblaci¨®n envejece y se vuelve m¨¢s demandante. Y toda esa presi¨®n asistencial hay que encararla con una plantilla que apenas crece. El descontento es general entre los trabajadores. No se invierte ni en personas ni en recursos; s¨®lo en los m¨¦dicos", se queja.

Esos son los tres retos a los que se enfrenta el Servicio Vasco de Salud y que lo est¨¢n poniendo contra las cuerdas: sobrecarga de trabajo para la plantilla, crecimiento de la demanda y pocas inversiones, a excepci¨®n del plan de modernizaci¨®n de infraestructuras.

Laura Garrido, portavoz parlamentaria del PP en sanidad, opina que el modelo no se encuentra en crisis, pero existen problemas "evidentes" que resulta urgente solucionar antes de que sigan agrav¨¢ndose. "La falta de inversi¨®n ha explotado ahora, pero viene de atr¨¢s. Es incompresible que no se invierta m¨¢s con el super¨¢vit que tiene el Gobierno", lamenta. Sindicatos y oposici¨®n coinciden en que si el sistema ha seguido ofreciendo unas prestaciones de calidad durante los ¨²ltimos a?os sin resentirse demasiado ha sido por la profesionalidad del personal.

"Siempre hace falta m¨¢s inversiones, tanto en ladrillo como en medios humanos y materiales", apunta Kepa Urigoitia, presidente del Sindicato M¨¦dico de Euskadi (SME), cuyas cr¨ªticas al Departamento de Sanidad se han atenuado considerablemente desde el acuerdo alcanzado en junio pasado, que desactiv¨® las movilizaciones de los facultativos. Fue un paso correcto, incide Urigoitia, quien opina que, para mantener un sistema de calidad y seguir ofreciendo las prestaciones que ahora da Osakidetza, es preciso aportar medios y crear las condiciones adecuadas. "Durante mucho tiempo no se han dado esas condiciones. Con el acuerdo vamos en la buena direcci¨®n, pero hay camino por recorrer", concluye.

En la Sociedad Vasca de Medicina de Familia y Comunitaria-Osatzen predomina la sensaci¨®n de que el modelo funciona, pero necesita "una vuelta de tuerca". "Hay que repensar la organizaci¨®n, invertir m¨¢s y evitar la fuga de los profesionales".