Mol¨¦culas
Desde que he sabido que hay m¨¢s mol¨¦culas en una simple gota de agua que estrellas en todas las galaxias juntas, he perdido el respeto al universo, sobre todo si se considera que nuestro cuerpo est¨¢ formado s¨®lo de agua en sus tres cuartas partes. Es m¨¢s fascinante y misterioso mirar hacia abajo que hacia arriba. El microscopio ha desbancado al telescopio como instrumento po¨¦tico e imaginativo, ya que entre los electrones y el n¨²cleo de un ¨¢tomo existe proporcionalmente tanta o m¨¢s distancia que de la tierra a la luna. De hecho, estamos vac¨ªos. Por eso los millones de part¨ªculas radioactivas que desprenden las galaxias atraviesan nuestro cuerpo sin tocarlo siquiera. Cuando en las noches de verano contemples las constelaciones, que los antiguos asimilaban a figuras de animales, preg¨²ntate qu¨¦ puede hacer por ti la Osa Mayor o qu¨¦ puedes hacer t¨² por la Casiopea. Nada de nada, aparte de inspirarte alg¨²n deseo imposible. Las esferas celestes est¨¢n est¨²pidamente encadenadas a sus ¨®rbitas. El tejado de tu casa, que en las ma?anas de invierno amanece cubierto de escarcha, es un universo m¨¢s inquietante. Tambi¨¦n se pueden considerar constelaciones las huellas que en ¨¦l han dejado los p¨¢jaros. Trillones de mol¨¦culas habitan en una gota de roc¨ªo formando un firmamento estrellado en el que participa directamente la carne y la sangre del cuerpo humano hasta la intimidad de todas sus las c¨¦lulas, que tambi¨¦n navegan en agua. El esp¨ªritu es el resultado de una alta tecnolog¨ªa qu¨ªmica. En el Instituto Craig Venter de Estados Unidos se ha dado el primer paso para la creaci¨®n de vida artificial. Muy pronto ser¨¢ presentada en sociedad una bacteria viva creada por la ingenier¨ªa gen¨¦tica a partir de elementos inertes. Hacia ese universo infinito de la profunda materia hay que volcar la imaginaci¨®n po¨¦tica, la esperanza y el terror. Dejemos que las galaxias se devoren entre ellas y se suiciden lanz¨¢ndose a un agujero negro. La escarcha que aletea con el primer sol en el tejado en la ma?ana de invierno contiene todas las mol¨¦culas del esp¨ªritu y de la carne. Las huellas de los p¨¢jaros son constelaciones que cubren todos los sue?os.
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