Techo de cristal para los discapacitados
S¨®lo el 4% de j¨®venes con minusval¨ªa alcanza la universidad, frente al 20% del resto de la poblaci¨®n
En Espa?a viven alrededor de 150.000 personas de 20 a 29 a?os con discapacidad, de las que s¨®lo cuatro de cada 100 (entre 6.000 y 7.000) acceden a la Universidad; el porcentaje de acceso entre la poblaci¨®n general para el mismo tramo de edad es del 20%. Los j¨®venes con discapacidad representan entre el 2% y el 2,5% del total, pero apenas pesan un 0,5% en el global del alumnado universitario. Es un s¨®lo y un apenas de los muchos que pueblan el Libro Blanco sobre Universidad y Discapacidad, reci¨¦n elaborado por el Real Patronato sobre Discapacidad, adscrito al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. El texto, a parte del cual ha tenido acceso este peri¨®dico, a¨²n no ha sido presentado.
El cap¨ªtulo referido al contexto demogr¨¢fico pone en evidencia "la infrarrepresentaci¨®n de las personas con discapacidad en la Universidad y las severas dificultades que a¨²n tienen para acceder con normalidad a los ciclos superiores de la ense?anza", dice Luis Cayo P¨¦rez Bueno, secretario general del Comit¨¦ Espa?ol de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI).
El 20% de las discapacidades presentes en la Universidad espa?ola en el curso 2004-2005 eran visuales o auditivas; un 40%, f¨ªsicas; las ps¨ªquicas representaban el 9,5% y las enfermedades mentales, con un 1,4%, casi brillaban por su ausencia. Los campus siguen sin pon¨¦rselo f¨¢cil a quien no ve, no oye o va en silla de ruedas, seg¨²n denuncia el CERMI. La carrera de obst¨¢culos comienza en el transporte que ha de llevarlos a clase, contin¨²a en las barreras arquitect¨®nicas de edificios e instalaciones y termina en "procesos, soportes y materiales educativos" no accesibles para todo el mundo.
Las mujeres lo tienen peor: su presencia en las aulas universitarias es un 10% menor que la de sus compa?eros de discapacidad masculinos, aunque ellas suponen el 58% del colectivo en Espa?a. P¨¦rez Bueno habla de "situaci¨®n de multiexclusi¨®n", por mujer y por discapacitada.
El Libro Blanco incluye los resultados de un cuestionario propio (distribuido durante el curso 2004-2005 por los campus), de una encuesta realizada por el CERMI en 2005-2006, de la Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estados de Salud (EDDES) de 1999, y de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa de 2002. Tirando de unos y otros estudios, establece que s¨®lo -otro s¨®lo- "entre un 3,6% y un 8,7% de la poblaci¨®n con discapacidad habr¨ªa terminado sus estudios, frente a valores que oscilan entre el 12% y el 23% para el conjunto de la poblaci¨®n". Lo que significa "una desventaja objetiva a la hora de lograr un empleo de calidad, cualificado y bien remunerado", enfatiza P¨¦rez Bueno. "Los procesos educativos, que arrastran un hist¨®rico de desigualdad, son todav¨ªa excluyentes, y la expresi¨®n m¨¢s clara es la Universidad", agrega.
Pero los abandonos masivos no comienzan a las puertas del campus sino antes, en el instituto. En 2005-2006, los alumnos con necesidades especiales (algo m¨¢s de 136.000) supon¨ªan el 2,1% en primaria, el 1,8% en la secundaria obligatoria, el 0,2% en FP y el 0,1% en el bachillerato (uno de cada 1.000, apenas 718 estudiantes), seg¨²n datos del Ministerio de Educaci¨®n citados en el informe.
Es un "efecto expulsi¨®n", un "enorme hiato", como lo describe el secretario general del CERMI, entre las ense?anzas obligatorias y las no obligatorias: "Miles de alumnos y alumnas con discapacidad salen del sistema educativo y no sabemos muy bien d¨®nde van. Quiz¨¢ tenga que ver con el hecho de que los apoyos que, mal que bien, ven¨ªan recibiendo desaparecen y cada uno queda a su suerte". De ah¨ª el des¨¢nimo, la renuncia.
En la p¨²blica
El grueso de los alumnos con discapacidad son atendidos por la educaci¨®n p¨²blica, seg¨²n constata el Libro Blanco: dos de cada tres estudiantes de ense?anzas generales asisten a clase en centros de titularidad p¨²blica; la proporci¨®n de estudiantes que cursan una carrera en campus p¨²blicos es m¨¢s del doble que en los privados.
M¨¢s de un tercio de universitarios con discapacidad optan por realizar sus estudios a distancia a trav¨¦s de la UNED. El e learning (o aulas virtuales), Internet y las nuevas tecnolog¨ªas son, a juicio de P¨¦rez Bueno, "un aliado para la inclusi¨®n de las personas con discapacidad", que, "seg¨²n todos los datos, son usuarios m¨¢s intensivos y cualificados de la Red que la media de la poblaci¨®n".
Para ello, los portales y web han de estar "bien concebidos y desarrollados en clave de dise?o para todos". Lo que no siempre ocurre: "Nuestras universidades no son mod¨¦licas en accesibilidad virtual (p¨¢ginas de Internet o interfaces de usuario). Tienen que hacer un esfuerzo en accesibilidad muy, muy considerable".
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