Educaci¨®n musical para la ciudadan¨ªa

Me complace leer la carta de Carlos Garc¨ªa Brizuela sobre el concierto de la joven orquesta venezolana, cuyos m¨²sicos han escapado de la miseria y seguramente de la delincuencia, por medio de la m¨²sica. La educaci¨®n musical es fundamental para cultivar la sensibilidad del ni?o, pero tambi¨¦n para ordenar el galimat¨ªas conceptual al que se enfrentan los adolescentes. La m¨²sica es la expresi¨®n humana m¨¢s abstracta, m¨¢s alejada del objeto. La cr¨ªtica literaria usa recursos referidos al sonido (armon¨ªa, equilibrio, ritmo, etc¨¦tera), porque nace de la cr¨ªtica musical, que pone nombre a lo abstracto y le da una imagen sonora.

As¨ª que aunque no es una idea descabellada meter en las cabezas de los j¨®venes los valores de la sociedad democr¨¢tica d¨¢ndole a cada cosa su nombre, como propone Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, ?cu¨¢nto mejor no ser¨ªa reenfocar la asignatura de m¨²sica y fortalecerla en los planes de estudio?

El ejemplo de Venezuela nos demuestra la validez del t¨®pico "la m¨²sica amansa a las fieras". Bien entendido, no es que las amanse, es que educar musicalmente a un ni?o, ponerle una sinfon¨ªa de Beethoven o unos valses de Johann Strauss, dejarle escuchar, y desarrollar el o¨ªdo, est¨¢ multiplicando sus capacidades cognitivas, su potencial para aprender, comprender y pensar. La m¨²sica prepara la mente del ni?o para absorber la complejidad de lo abstracto, para entender que la maquinaria sentimental y la intelectual funcionan con mensajes cifrados. Y no ser¨¢ otra que la sociedad cuyos miembros sean capaces de manejar ideas complejas con soltura la que disfrute de ciudadanos educados, equilibrados, y preparados para convivir.