A vueltas con la EPA
Tentado he estado de caer, al igual que decenas de articulistas estos d¨ªas, en encabezar este texto con aquella frase que populariz¨® en los setenta el m¨ªtico grupo Supertramp al bautizar uno de sus primeros discos como Crisis, What Crisis? Desde entonces y hasta nuestros d¨ªas, economistas, analistas, pol¨ªticos, periodistas y opinadores variopintos encabezan sus reflexiones con esta ya popular frase, intentando alcanzar la panacea de vaticinar si, realmente, iniciamos un periodo c¨ªclico econ¨®mico negativo o si se trata, tan s¨®lo, de un leve zarandeo. Y a pesar de que se trata tan s¨®lo de un titular, suele marcar por entero la argumentaci¨®n que luego se expone unas l¨ªneas m¨¢s abajo, porque en el cien por cien de los casos, el que elige este encabezado pretende demostrarnos que el agua ya nos llega al cuello. No es esa mi intenci¨®n (lo avanzo ya) aunque pretendo hablar s¨®lo de empleo y desde el an¨¢lisis m¨¢s as¨¦ptico que pueda lograr en un art¨ªculo de opini¨®n. Un formato que, precisamente por su propia naturaleza de g¨¦nero, invita a huir de la asepsia.
Pero los datos obligan a no construir castillos en el aire. Una tentaci¨®n en la que, con frecuencia, se cae bastante en el ¨¢mbito pol¨ªtico: usar la an¨¦cdota para definir el todo. Agarrar, en definitiva, el dato aislado para elevarlo a la categor¨ªa de an¨¢lisis. La pasada semana, ca¨ªa en la cuenta del batiburrillo mental en el que, a veces, sumimos al ciudadano poco avezado con nuestras diversas interpretaciones. ?Sube el paro o sube el empleo? No quisiera confundir al lector a¨²n m¨¢s, pero no me queda otro remedio que llegar a esta conclusi¨®n tras el an¨¢lisis del cierre de 2007 que nos da la EPA. S¨ª, suben los demandantes de empleo, pero tambi¨¦n crece el propio empleo, es decir, lo que t¨¦cnicamente denominamos ocupaci¨®n. Para expresarlo a¨²n con mayor claridad: Andaluc¨ªa sum¨® en el a?o 2007 un total de 85.000 nuevos demandantes de empleo (parados en el fr¨ªo lenguaje period¨ªstico), y al mismo tiempo fue capaz de crear una media de 108.000 nuevos empleos en el a?o, 69.200 en t¨¦rminos brutos.
La pregunta tiene f¨¢cil respuesta para el experto, pero es natural que cree confusi¨®n en el que no lo es. Andaluc¨ªa fue la segunda comunidad aut¨®noma que m¨¢s nuevo empleo gener¨® en 2007; y Andaluc¨ªa fue la segunda comunidad aut¨®noma que m¨¢s demandantes de empleo sum¨®.
?Qu¨¦ ocurre? Es una pregunta que el economista responde con rapidez. Perm¨ªtanme que no me dirija al t¨¦cnico, sino al lector generalista. Andaluc¨ªa es, con mucha diferencia, la comunidad aut¨®noma que m¨¢s nuevos activos (personas mayores de 16 a?os en disposici¨®n de trabajar) ha acumulado en este ¨²ltimo a?o. Concretamente, 154.800 andaluces y andaluzas han cambiado su anterior situaci¨®n de no mostrarse "activas" (en disposici¨®n de trabajar) o han superado los 16 a?os y quieren incorporarse al mercado de trabajo. Esta fr¨ªa cifra lo es menos si se a?ade que Catalu?a, la segunda comunidad que sigue a Andaluc¨ªa en nuevos activos, creci¨® a un ritmo un 50% inferior. Y por supuesto, nuestro crecimiento de nuevos activos casi dobla al nacional, porcentualmente claro. Quiz¨¢s esta "singularidad" andaluza en el crecimiento de nuevos activos se pueda comprobar a¨²n m¨¢s elocuentemente si acudo al viejo recurso de decirles que uno de cada cuatro nuevos activos que sum¨® Espa?a en 2007 resid¨ªa en Andaluc¨ªa.
Concluimos f¨¢cilmente, a tenor de estos datos, en que Andaluc¨ªa ha creado mucho empleo (un 2,2% m¨¢s), pero no lo suficiente para absorber un crecimiento de su poblaci¨®n activa del 4,3%, la mayor de Espa?a y a doble ritmo de evoluci¨®n que la tasa nacional. El siguiente paso es comprobar de d¨®nde procede ese espectacular crecimiento. Con las cifras m¨¢s inmediatas de que disponemos, observamos que el 70% son mujeres (casi uno de cada tres nuevos activos) y a falta de disponer del dato por edades, creo que no me equivoco demasiado si la EPA detallada nos dir¨¢ que son mujeres mayoritariamente mayores de 45 a?os, tal como ya nos reflejan los datos del paro registrado a la hora de analizar los nuevos demandantes. Un dato que nos debe enorgullecer porque demuestra que la mujer nos demanda su lugar, el que siempre debi¨® ocupar, el que la sociedad le debe con creces, sobre todo porque hablamos de un derecho esencial, el derecho a un empleo.
?Podemos en este contexto hablar de destrucci¨®n de empleo? Yo pienso que no. Es cierto, tampoco es una situaci¨®n ¨®ptima al cien por cien. Debemos dar respuesta lo m¨¢s inmediata posible a esta expectativa econ¨®mica que motiva a la mujer a incorporarse al mercado de trabajo, a ejercer su derecho al empleo, y a los j¨®venes que reclaman su hueco en el tejido productivo. Debemos, por tanto, incrementar a¨²n m¨¢s la ocupaci¨®n. Pero, compr¨¦ndanme, me resisto por ahora a hablar de crisis, tambi¨¦n en el ¨¢mbito del empleo.
Antonio Fern¨¢ndez Garc¨ªa es consejero andaluz de Empleo.
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