El encanto del silencio

Hay pueblos con encanto. ?ste tiene una decena de casas y est¨¢ situado en la falda del Cad¨ª, a 12 kil¨®metros de La Seu d'Urgell. Al fondo, el Pirineo. El silencio es absoluto, cuatro pajarillos y gracias. Su nombre es Ansovell. Y se llega circulando en coche por el Eix del Pirineu (N-260), hasta el puente de Ars¨¨guel, en direcci¨®n a Puigcerd¨¤. Una vez en Ansovell, se aparca el coche a la entrada del pueblo y se recomienda al visitante coger una mochila para iniciar una ruta, una excursi¨®n corta y, al mismo tiempo, completa. Se trata de un itinerario que transcurre entre bosques pocos visitados de la vertiente noroccidental de la sierra del Cad¨ª. En poco tiempo podemos observar los peque?os pueblos de alta monta?a; los terrenos que los envuelven, trabajados por el hombre; sus densos bosques y las paredes gigantes de roca del macizo del Cad¨ª. Un panorama espectacular.

En el mismo Ansovell comienza una pista en la que una se?al indica los dos caminos para acceder al santuario de Boscalt, un lugar precioso y con mucho colorido; por un lado est¨¢ el camino viejo identificado como sendero del GR 150, y por otro, la ruta nueva, que se utilizar¨¢ de regreso a Ansovell.

Se recomienda subir por el camino viejo que sale hacia la derecha al final del pueblo. Despu¨¦s de un par de revueltas llegaremos a Les Roquisses, un lugar pedregoso de aspecto seco desde donde se disfruta de una magn¨ªfica vista del valle. Volveremos al camino, el cual nos llevar¨¢ al Santuario del Boscalt, que se encuentra ya dentro del parque natural del Cad¨ª-Moixer¨®.

Detr¨¢s del santuario, en el prado, hay un enorme boj (hermoso arbusto de la familia de las Bux¨¢ceas ) de unos tres metros de di¨¢metro y cinco de altura, probablemente milenario. Y para acabar, ya de regreso, volveremos por la pista que baja suavemente hasta Ansovell, dando la vuelta al cerro donde se encuentra el santuario.

La vista de los canales alpinos del Cad¨ª y el pueblo de Cava es magn¨ªfica. Al terminar la ruta, el caminante puede tener la sensaci¨®n de que la excursi¨®n ha sido corta, de unos 50 minutos. Tendr¨¢ raz¨®n. Pero la belleza del itineraio hace de esta ruta un paseo maravilloso por el silencio, un silencio a?orado por los urbanitas, aunque a la vez pude confundir a algunos de ellos. Un encanto de ruta.