Schwarzenegger da su apoyo a McCain

Dos colosos republicanos, John McCain y Arnold Schwarzenegger, unieron ayer sus fuerzas para conseguir la presidencia de Estados Unidos y vencer las resistencias que ambas figuras despiertan en el tradicional establishment conservador del pa¨ªs.

Barack Obama es una ola que crece a una velocidad superior a lo normal

Schwarzenegger es un republicano at¨ªpico. Orgulloso de decir siempre lo que piensa, casado con una dem¨®crata de apellido Kennedy, baluarte en la lucha contra el calentamiento global, el c¨¦lebre actor ha conseguido como gobernador de California elaborar su propia agenda, muy diferente de la que los republicanos llevan en Washington. Su apoyo puede resultar vital para la victoria de McCain en California, donde Schwarzenegger es muy popular. Y esto puede ser determinante para la denominaci¨®n del senador por Arizona como candidato presidencial republicano despu¨¦s del pr¨®ximo martes.

Como personaje alternativo que es, el gobernador de California no resulta muy popular en el interior del pa¨ªs, en los territorios republicanos dominados por la derecha cristiana o por los halcones del liberalismo econ¨®mico. Schwarzenegger ha tenido una trayectoria de colaboraci¨®n bipartidista y ha impulsado iniciativas tan pol¨¦micas como la reforma del seguro de salud, que esta misma semana fue rechazada en el Congreso estatal tanto por republicanos como por dem¨®cratas.

Pero, precisamente por eso, el actor puede serle de gran ayuda a McCain despu¨¦s del supermartes, cuando ser¨¢ m¨¢s importante un mensaje centrista capaz de captar los votos flotantes.

Con el apoyo de Schwarzenegger a McCain, despu¨¦s del que el d¨ªa antes le hab¨ªa dado Rudy Giuliani, el horizonte republicano se va despejando. El debate celebrado por los republicanos en la noche del mi¨¦rcoles en la Biblioteca Ronald Reagan, en Simi Valley (California), demostr¨® que hay un claro escapado, el propio McCain, y s¨®lo un perseguidor, Mitt Romney, a quien le sostiene en la carrera su dinero y su convicci¨®n de que los verdaderos conservadores no dar¨¢n en el ¨²ltimo momento su voto a McCain. El martes se acabar¨¢ de ver.

Mientras tanto, la situaci¨®n se hace m¨¢s tensa por minutos en el campo dem¨®crata. Ambos est¨¢n gastando millones y millones en publicidad televisiva contra el rival y acus¨¢ndose de recurrir al juego sucio. El debate que ambos deb¨ªan mantener anoche en el Kodak Theatre promet¨ªa ser -?olviden los Oscar!- el acontecimiento del a?o en Hollywood.

Obama llega a ese debate en l¨ªnea ascendente desde su victoria en Carolina del Sur y el apoyo de la familia Kennedy. Clinton est¨¢ en l¨ªnea descendente, pero su ventaja era tal en la mayor¨ªa de los escenarios del supermartes que parece dif¨ªcil que pueda perderla en tan poco tiempo.

Fen¨®menos nuevos est¨¢n, no obstante, ocurriendo en esta temporada pol¨ªtica. Fen¨®menos que hacen muy dif¨ªcil anticipar los resultados. Entre ellos, la riada de nuevos votantes, especialmente j¨®venes, que en otros lugares han votado masivamente a favor de Obama. Obama es una ola que crece a una velocidad superior a lo normal. En California, por ejemplo, estaba 25 o 30 puntos por debajo de Clinton hace menos de un mes. Ahora est¨¢ a 10. En el conjunto nacional, nunca ha estado a menos de 15 puntos. Ahora est¨¢ a 8.

Queda por delante a¨²n, adem¨¢s del debate, cuatro largos d¨ªas de campa?a ante un ej¨¦rcito de periodistas buscando pol¨¦micas. Eso es mucho tiempo en pol¨ªtica. Se nota en California, un Estado que suele ser indiferente a los acontecimientos pol¨ªticos nacionales, y que desde hace unos d¨ªas vibra en esta apasionante campa?a. El diario San Francisco Chronicle, que representa a la clase progresista y acomodada del norte de California, ha anunciado su apoyo a Obama.