"No somos muy alarmistas"

Jos¨¦ Miguel Aracama (Vitoria, 1964) es el director de exportaci¨®n de BH-Bicicletas de ?lava (Bialsa); una firma industrial vasca de larga tradici¨®n en Espa?a. Sus ventas rondan los 46 millones de euros, de las que el 42% provienen de los mercados extranjeros. El n¨²mero de bicicletas que con la marca BH se venden fuera de Espa?a supera ya las 48.000 anuales.

Pregunta. ?C¨®mo ven el futuro de las ventas en el exterior?

Respuesta. Tenemos buenas perspectivas. Hemos puesto en marcha dos filiales, en EE UU y en Asia. En Vitoria esperamos que las ventas a la Uni¨®n Europea crezcan un 13%. BH Asia cuenta con numerosos clientes, con una cifra de negocio de un mill¨®n de d¨®lares y queremos que se multiplique por tres. El objetivo en EE UU por el momento es vender 3.000 bicicletas.

P. ?No sienten la crisis?

R. Hay que trabajar m¨¢s. Vivimos el d¨ªa a d¨ªa, pero la bici se resiente menos por la crisis. Hay una gama de producto que va de los 150 d¨®lares a los 7.000. La bici que se resiente es la mountain bike de precio medio, de unos 300 euros, pero se produce un trasvase de ventas hacia la bici de ciudad, que crece en todos los mercados. No se sabe si tiene una relaci¨®n directa con la crisis. Francia es nuestro segundo mercado con el 21% de la ventas. Hace dos a?os era un 16%. Parte tiene que ver con la concienciaci¨®n por el medio ambiente, porque no existen ayudas a la compra de bicicletas. Los ciudadanos dejan el coche y este segmento crece y compensa la reducci¨®n del segmento de ocio, donde si se puede ver que hay un retraso en la compra de un modelo de 2.000 euros. La vuelta al patrocinio de un equipo profesional, AG2R, puede compensar esta ca¨ªda. Hay incluso quien coge la bici como mecanismo de ahorro del gasto en un transporte con autom¨®vil.

P. ?No son muy alarmistas de la situaci¨®n?

R. No. Cuando vas a cenar fuera hay que reservar mesa con antelaci¨®n porque todo est¨¢ lleno. Hay ciertos sectores a los que les puede afectar la subida de los tipos y la falta de liquidez, pero al que no depanda del cr¨¦dito no creo que le afecte mucho la situaci¨®n. El precio del d¨®lar no nos afecta tampoco porque a los mercados en esta moneda, como EE UU, les servimos de Asia, donde tambi¨¦n fabricamos.