Banco en apuros

Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale, el segundo banco m¨¢s importante de Francia, reconoci¨® la semana pasada haber sufrido p¨¦rdidas por valor de 2.050 millones de euros a consecuencia de la crisis hipotecaria en Estados Unidos. Al mismo tiempo, hizo p¨²blico el que podr¨ªa ser el mayor fraude cometido por una sola persona en la historia de la banca. Uno de sus empleados, J¨¦r?me Kerviel, habr¨ªa sorteado los controles internos de la entidad y comprometido alrededor de 50.000 millones de euros en posiciones de alto riesgo.

Aunque la informaci¨®n completa se retrasar¨¢ todav¨ªa unas semanas, la coincidencia de las p¨¦rdidas generadas por la actuaci¨®n de Kerviel y las provocadas por la crisis hipotecaria norteamericana ha dado lugar a especulaciones, como que Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale estar¨ªa ocultando una mala gesti¨®n detr¨¢s de la actuaci¨®n de un empleado. No parece razonable que, como ha se?alado el debilitado presidente del banco, Daniel Bouton, se pretenda tapar un agujero con otro. Pero eso pone a¨²n m¨¢s en evidencia la insuficiencia de los controles internos. Sobre todo si se confirma que Kerviel utilizaba falsificaciones rudimentarias para burlarlos.

El Consejo de Administraci¨®n de Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale rechaz¨® la dimisi¨®n de su presidente, aunque no lo incluy¨® en la comisi¨®n de investigaci¨®n creada para dilucidar el fraude. Pero la continuidad de Bouton parece dif¨ªcil.

La alarma provocada entre los m¨¢s de dos millones de clientes del banco han forzado la intervenci¨®n del Gobierno y del presidente de la Rep¨²blica, Nicolas Sarkozy. Uno y otro han reprochado al Banco de Francia su tardanza en informarles. Su m¨¢ximo responsable se ha justificado con un buen argumento, aunque poco amable: se trataba de evitar filtraciones y ganar tiempo para deshacer discretamente las posiciones de riesgo.

Sarkozy y su Gobierno se han apresurado a decir que el banco seguir¨¢ siendo franc¨¦s, intentando desanimar las eventuales OPA extranjeras que traten de aprovechar la situaci¨®n de shock general y las p¨¦rdidas en Bolsa del banco. Es un error. Una vez m¨¢s, Sarkozy no ha dudado en anteponer sus convicciones proteccionistas para Francia. Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale puede encontrarse sin rumbo y sin comprador (franc¨¦s) que quiera o pueda hacerse cargo.