Los educadores critican la precariedad del centro de menores de Vitoria
Los educadores y monitores que atienden el centro de menores extranjeros no acompa?ados Zabaltzen, en Vitoria, criticaron ayer p¨²blicamente las condiciones de hacinamiento en las que residen los j¨®venes all¨ª acogidos.
Las instalaciones, habilitadas en el edificio de la Cruz Roja de la capital alavesa y provisionales desde junio de 2003, no cumplen los m¨ªnimos de una residencia digna, seg¨²n el comunicado que hicieron p¨²blico los profesionales: s¨®lo cuentan con una ducha, tres lavabos, tres tazas de v¨¢ter y 12 camas (el resto son esterillas) para los 27 menores que alberga, aunque est¨¢ dise?ado para acoger s¨®lo a 12, y que en su mayor parte han de realizar toda su vida fuera del centro, incluida la comida, ante la ausencia de medios.
La diputada de Asuntos Sociales, la peneuvista Covadonga Solaguren, sostuvo ayer que la resoluci¨®n de estos problemas es una de las prioridades de su departamento desde que accedi¨® al cargo en julio pasado. Representantes de su departamento se reunieron ayer mismo con los monitores, despu¨¦s de que estos difundiesen sus quejas. En la cita se resolvieron algunos problemas, como la escasez de plantilla, formada por nueve personas que se encargan del centro los siete d¨ªas de la semana.
Provisional
La provisionalidad de Zabaltzen, que cumple una funci¨®n de protecci¨®n de estos j¨®venes inmigrantes, no de reforma, se debe a la dificultad que ha tenido la Diputaci¨®n de ?lava para construir un edificio de nueva planta. Primero, en 2005 en Nanclares de la Oca, y un a?o despu¨¦s, en Castillo Sope?a, en el municipio de Ribera Alta, el rechazo vecinal paraliz¨® los proyectos. Mientras tanto, la sede provisional cumpl¨ªa mal que bien su servicio de atenci¨®n.
Los nueve monitores que atienden el centro se han hartado de esta situaci¨®n. "Es imprescindible su reubicaci¨®n en un espacio que re¨²na las condiciones de habitabilidad y de posibilidad de intervenci¨®n educativa", apunta uno de los educadores, Diego de Crist¨®bal.
Las tareas que se realizan en el centro atienden en principio la inserci¨®n legal de estos menores de entre 16 y 18 a?os (en la actualidad, en su mayor parte de porcedencia subsahariana). "De este modo, nos preocupamos de su formaci¨®n laboral y de su educaci¨®n sanitaria, as¨ª como de labores de incorporaci¨®n a la nueva sociedad a la que han llegado", resum¨ªa ayer De Crist¨®bal. "Estamos muy contentos con los chavales, por eso queremos ser la voz de ellos, porque tambi¨¦n son conscientes de la situaci¨®n en la que se encuentran", a?adi¨®.
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