El sacerdote que denunci¨® al arzobispo recurre la sentencia

El sacerdote que denunci¨® al arzobispo de Granada, Francisco Javier Mart¨ªnez, ha recurrido la sentencia que conden¨® al prelado a una multa de 3.750 euros por un delito de coacciones y una falta de injurias. El cura denunciante solicita que se eleve la pena, al considerar que cometi¨® los delitos de calumnias e injurias, seg¨²n adelant¨® ayer el diario La Opini¨®n de Granada.

El abogado del sacerdote, Rafael L¨®pez Guarnido, estima que la condena es "contraria a derecho" y cree que en el escrito del prelado "se imputan dos acciones que se enuncian como apropiaci¨®n indebida y extorsi¨®n y que se corresponden con dos delitos". L¨®pez Guarnido alab¨® ayer la sentencia del juez Miguel Angel Torres, instructor del caso Malaya, que calific¨® de "extraordinaria", pero disiente en la valoraci¨®n de los hechos y en la pena impuesta al prelado, el primero en sentarse en el banquillo de los acusados. Tanto el fiscal como la defensa del arzobispo recurrieron en su d¨ªa el fallo del magistrado para pedir su absoluci¨®n.

L¨®pez Guarnido explic¨® ayer a Efe que ha impugnado ambos recursos, mientras que el fiscal y la defensa del arzobispo han hecho lo propio con el de la acusaci¨®n particular, que solicita una condena mayor. El sacerdote Francisco Javier Mart¨ªnez Medina denunci¨® al arzobispo por injurias, calumnias, acoso moral, lesiones y coacciones. Tras el juicio, el prelado fue condenado a pagar una multa de 3.750 euros por un delito de coacciones y una falta de injurias. En su recurso, presentado a comienzos de a?o, pide que el prelado sea condenado por un delito de calumnias o injurias y una indemnizaci¨®n de 8.100 euros que se sume a la multa ya impuesta, as¨ª como al pago de las costas, que se declararon de oficio.

En su sentencia, el juez Torres calific¨® de "peculiar e inusual" el procedimiento y atribuy¨® el origen de todas las acciones de Mart¨ªnez contra el cura a la vinculaci¨®n de ¨¦ste con CajaSur, con la que el prelado manten¨ªa un enfrentamiento desde que ejerci¨® como arzobispo en C¨®rdoba, especialmente con su presidente, Miguel Castillejo.

Esto fue lo que le llev¨®, entre otras cosas, a ordenar al querellante que paralizara un libro sobre la Catedral de Granada, de la que era coordinador y que estaba financiado por esa entidad. En el relato de los hechos, el juez puso de manifiesto cuestiones como la del "poder" del arzobispo y su "utilizaci¨®n" del Cabildo para impedir la publicaci¨®n del libro.

El arzobispo, adem¨¢s de paralizar la edici¨®n del libro, destituy¨® al sacerdote como can¨®nigo de la Catedral y archivero y conservador de su Patrimonio y le acus¨® por escrito de "apropiaci¨®n indebida, reiterada y pertinaz" de los bienes del Cabildo catedralicio.