El Macba en tecnicolor
El centro dedica una retrospectiva al creador alem¨¢n Lothar Baumgarten
El inmaculado edificio de Richard Meier, sede del Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona (Macba), ha sido objeto de varias intervenciones art¨ªsticas, pero nadie hasta ahora se hab¨ªa atrevido con una acci¨®n tan contundente e invasiva como la de Lothar Baumgarten. El artista alem¨¢n, protagonista de la exposici¨®n monogr¨¢fica Autofocus retina, abierta hasta el 15 de junio, ha transformado la fachada acristalada del museo en una especie de reloj solar, con grandes pegatinas de color amarillo, cian y magenta, que crean asombrosos efectos de luz en el interior.
La obra -inspirada en una iniciativa de Kodak, que en la d¨¦cada de 1970 lanz¨® un kit para que la gente pudiera imprimir sus propias fotos- est¨¢ relacionada con una instalaci¨®n situada en la torre circular, uno de los espacios m¨¢s ingratos del museo, que el artista ha convertido en un simulacro del interior de una gigantesca c¨¢mara de foto. En las paredes pintadas de negro, simulando la pel¨ªcula, se pueden leer los nombres de los continentes, menos Europa, representada por sus grandes potencias coloniales, mientras que los colores -adem¨¢s del negro, el cian, el amarillo y el magenta- simbolizan la diversidad ¨¦tnica de la poblaci¨®n mundial.
Seg¨²n Baumgarten, la fotograf¨ªa y su pretensi¨®n de establecerse como una verdad universal es un elemento emblem¨¢tico del neocolonialismo. "El turismo es el aspecto m¨¢s destacado del colonialismo contempor¨¢neo y la fotograf¨ªa, lejos de ofrecer una verdad indiscutible, representa el triunfo de la manipulaci¨®n, hasta el punto de que Kodak realizaba pel¨ªculas diferentes seg¨²n el mercado. Por ejemplo, las que iban a China llevaban una menor concentraci¨®n de amarillo, y las destinadas a los ni?os, m¨¢s magenta", asegura Baumgarten.
El artista, que se caracteriza por intervenir en los espacios donde expone y configurar sus obras con relaci¨®n al entorno que las acoge, ha adaptado para la adyacente Capella dels ?ngels Ecce Homo, una instalaci¨®n que present¨® en 2002 en Montalcino (Italia). El montaje combina unas proyecciones de im¨¢genes de productos agr¨ªcolas, campos y cielos nubosos con ocho esculturas bidimensionales, formadas por cuatro discos de madera y un espejo, que representan la paleta crom¨¢tica de otros tantos grandes artistas del Renacimiento italiano, como Piero della Francesca, Giotto y Fra Angelico, aunque es imposible descubrirlo sin leer el programa.
El resto de la exposici¨®n se centra en dos series fotogr¨¢ficas en blanco y negro: una dedicada al paisaje de Norteam¨¦rica, a lo largo de la v¨ªa del tren, "un s¨ªmbolo universal de la colonizaci¨®n", y la otra a la selva amaz¨®nica y a la b¨²squeda del m¨ªtico El Dorado. En total unas 170 im¨¢genes, realizadas a lo largo de las d¨¦cadas de 1970 y 1980, que demuestran las preocupaciones ecol¨®gicas del artista, que tambi¨¦n se abordan en la pel¨ªcula The origin of the night. A los ind¨ªgenas yanomani de la Amazonia venezolana, con los que Baumgarten convivi¨® entre 1978 y 1980, est¨¢n dedicadas varias obras, empezando por la instalaci¨®n Fragment Brazil, una multiproyecci¨®n de 480 im¨¢genes que relacionan detalles del plumaje de los p¨¢jaros amaz¨®nicos pintados por el holand¨¦s Albert Eckhout en 1654 con dibujos realizados por los yanomani 300 a?os despu¨¦s. Este pueblo protagoniza tambi¨¦n Los arist¨®cratas de la selva, una obra en la que el artista est¨¢ trabajando ahora.
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