"La t¨¦cnica importa m¨¢s que el f¨ªsico"
Capello cambia su tradicional discurso para dirigir la selecci¨®n de Inglaterra
Brian Doyle es un muchacho de Dubl¨ªn que quiere triunfar. La semana pasada mand¨® un correo electr¨®nico a la p¨¢gina web de la Federaci¨®n Inglesa de F¨²tbol (FA) con una pregunta para Fabio Capello, modelo de triunfador. Dec¨ªa: "Soy un joven entrenador y me encantar¨ªa tener tanto ¨¦xito como usted. ?Cu¨¢l es el mejor consejo que me puede dar?".
Doyle, junto con otros entrevistadores interactivos, recibi¨® la respuesta el mi¨¦rcoles, publicada en el programa oficial del partido amistoso Inglaterra-Suiza, una revista gratuita que se reparti¨® en Wembley, coincidiendo con el victorioso debut de Capello (2-1). El seleccionador replic¨® al biso?o resultadista manifest¨¢ndose como un amante del f¨²tbol exquisito. "Los buenos entrenadores", aseguraba, "se concentran m¨¢s en la t¨¦cnica que en el aspecto f¨ªsico. Hoy en d¨ªa, los partidos son r¨¢pidos y duros y por esto es necesario mejorar la t¨¦cnica de los jugadores. En el f¨²tbol moderno, la t¨¦cnica ocupa un lugar muy importante".
Al italiano le preocupa que los aficionados le vean condicionado a la t¨¢ctica y al cinismo
Capello, que no da puntada sin hilo, est¨¢ preocupado por dos cosas: una, de car¨¢cter puramente futbol¨ªstico; otra, de naturaleza propagand¨ªstica. En relaci¨®n a su reputaci¨®n, sabe que el aficionado medio ingl¨¦s le admite con la condescendencia que se reserva a los buenos gestores, pero, al mismo tiempo, prepara su est¨®mago para digerir un producto dif¨ªcil de soportar.
Las noticias que tienen los hinchas de Capello se relacionan con un f¨²tbol condicionado a la t¨¢ctica y al cinismo, en las ant¨ªpodas de la sensibilidad brit¨¢nica, siempre dispuesta a dejar que las pasiones rueden con la pelota sin m¨¢s razonamientos. En este sentido, Wembley recibi¨® al italiano con la misma frialdad que al resto del equipo. No faltaron abucheos a los jugadores cuando dieron malos pases y hubo nost¨¢lgicos que dedicaron coros al ausente: "?S¨®lo hay un David Beckham!".
Los hinchas no tardaron en comprobar que la Inglaterra de Capello ten¨ªa m¨¢s el bal¨®n que la del sueco Sven-Goran Eriksson. El italiano ha descubierto que el culto al m¨²sculo que ¨¦l propugnaba no necesita pr¨¦dica en un pa¨ªs en el que el choque, la lucha y el v¨¦rtigo dominan el juego, a su modo de ver, excesivamente. Fuentes de la FA dan testimonio de su forma de ver las cosas: "En el Madrid fich¨® a Diarra porque all¨ª todos la quer¨ªan tocar y lo que faltaba era garra; en Inglaterra todos quieren luchar, as¨ª es que lo que intenta es que todos la toquen".
En la alineaci¨®n que present¨® ante Suiza s¨®lo hubo tres de los titulares del equipo que fue eliminado de la Eurocopa por Croacia: Ashley Cole, Ferdinand y Rooney. El seleccionador, que ahora dice estar atento a la "t¨¦cnica", se aproxim¨® a su nuevo discurso todo lo que pudo. Se arriesg¨® al poner a Barry, que normalmente juega como enganche en el Aston Villa, situ¨¢ndolo como pivote defensivo. Barry es un zurdo con bastante m¨¢s clase que el medio centro, Carrick, que empleaba su predecesor en el cargo, Steve McClaren, y supera en t¨¦cnica a Diarra. Adem¨¢s, eligi¨® a Jenas en vez de a Hargreaves porque cree que el volante del Tottenham tiene mejor pase y m¨¢s llegada. Para acentuar el perfil, coloc¨® a dos extremos, Joe Cole y Bentley, con Rooney en medio.
El delantero del Manchester United tiene preferencia sobre Owen por el mismo criterio que alienta sus decisiones ¨²ltimamente: la toca mejor. Capello quiere contar en el ataque con un punta con manejo, capaz de aguantar la pelota y lanzar a los que llegan desde atr¨¢s en un esquema de 4-1-4-1 en el que se premia al que pone la pausa. Lo nunca visto en Capello. Tan parad¨®jico que la grada lleg¨® a pitar al equipo por no jugar m¨¢s en largo.
Las declaraciones de Capello a la revista de la FA son trascendentes en la medida en que forman parte de su primera entrevista como seleccionador. En ella alguien le pregunt¨® cu¨¢l es la diferencia entre el f¨²tbol ingl¨¦s y el italiano. Su r¨¦plica no se separ¨® ni un cent¨ªmetro de su nueva propuesta. Dijo: "Hay una gran diferencia porque los jugadores italianos juegan con m¨¢s t¨¦cnica".
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