Los juristas ven dif¨ªcil legislar sobre costumbres
Advierten que las obligaciones del contrato del PP ya figuran en la ley
El contrato de integraci¨®n para inmigrantes propuesto por el PP contiene obligaciones innecesarias porque ya est¨¢n recogidas por la Constituci¨®n y las leyes. Expertos juristas consultados por EL PA?S coinciden en subrayar que la medida propuesta el pasado mi¨¦rcoles por Mariano Rajoy recoge deberes ya regulados por nuestro ordenamiento. Algunos de estos constitucionalistas y expertos en derecho destacan la dificultad de elaborar el elenco de costumbres que los extranjeros deben respetar.
EDUARDO V?RGALA
La ley ya obliga a todos
El profesor de Derecho Constitucional de la Universidad del Pa¨ªs Vasco Eduardo V¨ªrgala considera que la propuesta del PP es "superflua". "Si se trata de que los extranjeros cumplan la ley, ya est¨¢n obligados a hacerlo, porque la Constituci¨®n y las leyes obligan tanto a espa?oles como a extranjeros. En cuanto a las costumbres que los inmigrantes tendr¨ªan que respetar, ser¨ªa muy dif¨ªcil hacer un cat¨¢logo cerrado porque no est¨¢n recogidas en ning¨²n texto legal. En caso de que lo que se pretenda sea evitar la comisi¨®n de actos il¨ªcitos, todos ellos est¨¢n recogidos en el ordenamiento jur¨ªdico, que obliga a todos".
Sobre la propuesta de prohibir el hiyab o velo isl¨¢mico en las escuelas, este catedr¨¢tico cree que ser¨ªa posible hacerlo en la ense?anza p¨²blica, pero avisa: "Tendr¨ªa que prohibirse por ley, y la prohibici¨®n tendr¨ªa que extenderse a cualquier otro s¨ªmbolo religioso como los crucifijos cristianos o la kip¨¢ jud¨ªa para evitar discriminaciones".
GERARDO RUIZ-RICO
Deberes obvios
"La propuesta del PP es muy imprecisa para extraer conclusiones sobre su constitucionalidad. Pero algunas de las obligaciones que contempla, como respetar las leyes o pagar impuestos resultan obvias", explica Gerardo Ruiz-Rico, catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la Universidad de Ja¨¦n.
"El problema se plantear¨ªa con aquellas otras obligaciones que pueden afectar a la dignidad, uno de los valores fundamentales de nuestro sistema pol¨ªtico. Ciertas exigencias de ese posible contrato de integraci¨®n, as¨ª como el valor jur¨ªdico que se le quiere dar, pueden chocar con la dignidad de la persona y por tanto ser inconstitucionales. Habr¨¢ que ver la forma y el alcance de esas obligaciones para determinar su validez constitucional", contin¨²a.
Respecto al uso del velo en las escuelas, Ruiz-Rico considera que la decisi¨®n sobre su prohibici¨®n "requiere un debate social y jur¨ªdico m¨¢s profundo antes, de que se ponga en pr¨¢ctica. Una posible prohibici¨®n podr¨ªa vulnerar derechos fundamentales como el derecho a la propia imagen o la intimidad personal".
ALEJANDRO SAIZ ARNAIZ
No aporta nada
"Por un lado, la propuesta de contrato de integraci¨®n del PP es, en gran medida, la suma de un conjunto de previsiones que ya figuran en nuestro ordenamiento y por otro, de una serie de inconcreciones sobre las que resulta dif¨ªcil pronunciarse", explica Alejandro Saiz Arnaiz, catedr¨¢tico de Constitucional de la Pompeu Fabra. "Nada a?ade a la situaci¨®n la prohibici¨®n de la albaci¨®n del cl¨ªtoris (que es delito desde 2003) o el respeto a la igualdad de sexos, al que obliga el art¨ªculo 14 de la Constituci¨®n y se despliega a lo largo de toda la legislaci¨®n vigente. En realidad, lo que parece latir tras la propuesta es una nueva reforma de la normativa de extranjer¨ªa respecto de la que El Constitucional acaba de fijar los l¨ªmites de la actuaci¨®n de todo futuro legislador", a?ade Saiz Arn¨¢iz.
JOS? LUIS REQUERO
Integraci¨®n contra racismo
El vocal del Poder Judicial a propuesta del PP y experto en Derecho Administrativo Jos¨¦ Luis Requero est¨¢ de acuerdo con algunos de los objetivos del contrato. "Las elecciones no es el mejor momento para el debate, pero estoy de acuerdo con que se exija la integraci¨®n al inmigrante. Si no, se crean guetos, marginalidad y delincuencia que pueden derivar en brotes xen¨®fobos. El compromiso de buena conducta est¨¢ de m¨¢s porque va de suyo que los inmigrantes deben comportarse como cualquier ciudadano, pero la inmigraci¨®n debe ser ordenada".
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