Todoterreno de batalla
Hay todoterrenos con vocaci¨®n de berlinas de lujo que se llevan mal con los ni?os, porque da pena que se manchen por dentro y tampoco invitan a circular por el campo. Y hay otros m¨¢s rudos y menos atractivos que no seducen a primera vista, pero convencen a medida que se utilizan. ?ste es el caso del nuevo X-Trail, un todocaminos de dise?o y aspecto austeros que admite los malos tratos del uso familiar y las excursiones por el campo sin inmutarse manteniendo siempre un funcionamiento equilibrado en todas partes. Se vende desde 29.400 euros, y es una alternativa m¨¢s pr¨¢ctica y asequible a los nuevos 4¡Á4 ligeros que triunfan en Europa.
No parece un modelo nuevo
Con el X-Trail sucede como con los ¨²ltimos modelos de su marca hermana Renault (Laguna y Twingo): ofrece una calidad correcta, pero se viste con un dise?o impersonal y aburrido que no despierta la ilusi¨®n por poseerlo. Y en este Nissan, las carencias est¨¦ticas se acent¨²an con una imagen tan similar a la de su antecesor que parece una puesta al d¨ªa cosm¨¦tica en lugar de un coche nuevo. Una l¨¢stima, porque es un 4¡Á4 muy pr¨¢ctico, sufrido y preparado para resistir con solidez el uso familiar.
La l¨ªnea no aplica las formas suaves y los refinamientos estil¨ªsticos de moda. El frontal, muy cuadrado y vertical, integra unos faros enormes y un parachoques robusto que provoca respeto en la ciudad. El lateral, de trazos rectos y con un tercio posterior que abusa de la chapa, es pesado. Y el port¨®n trasero, de ¨¢ngulos rectos y con unos pilotos exagerados, prima la capacidad de carga. El resultado es un todoterreno de aspecto algo anticuado que no seduce por su imagen.
Por lo dem¨¢s, ahora mide 4,63 metros de largo, 17,5 cent¨ªmetros m¨¢s, y es otros dos m¨¢s ancho.
El interior, en cambio, ofrece una capacidad notable que realza sus virtudes pr¨¢cticas. A pesar del aumento de tama?o, delante es casi igual, aunque ahora ofrece unos butacones muy amplios y c¨®modos. Atr¨¢s sigue siendo justo en espacio para las piernas porque, al contrario que otros rivales, mantiene la banqueta fija.
Interior pr¨¢ctico y maletero enorme
As¨ª, el aumento de tama?o ha ido a parar al maletero, que es uno de sus mejores argumentos: ofrece una capacidad r¨¦cord de 603 litros contando los cajones que lleva integrados bajo del piso (ver p¨¢gina 15). Y a?ade tambi¨¦n buenos huecos para objetos, como dos guanteras grandes, la habitual y otra sobre el salpicadero, bolsas para botellas en las puertas, posavasos refrigerados en los lados...
Todo el interior tiene un dise?o y materiales s¨®lidos pensados para resistir los peores tratos de los m¨¢s peque?os: la base del maletero es lavable, las tapicer¨ªas oscuras disimulan las manchas... Pero el ambiente resulta austero y apagado, y no entra por los ojos. Y aunque filtra bien los baches y no cansa en los viajes, tiene un tacto menos refinado y m¨¢s rumoroso que otros 4¡Á4 modernos.
Tres motores y seis marchas
La gama del X-Trail incluye tres motores: 2.0 dCi de 150 y 173 CV, y 2.5 de gasolina y 169 CV, todos con cambio manual de seis marchas, y el primero y el ¨²ltimo, con una caja autom¨¢tica tambi¨¦n de seis. Los precios son correctos (ver recuadro izquierdo) y hay tres acabados. El b¨¢sico XE incluye seis airbags, ABS, tracci¨®n 4¡Á4, climatizador, radio-CD, ordenador de viaje y todo lo habitual. El SE a?ade ESP, sensores de lluvia y faros, control de velocidad y cargador de seis CD. Y el LE suma techo solar, asientos el¨¦ctricos, llave inteligente y tapicer¨ªa de cuero.
Conclusi¨®n
El X-Trail es un todoterreno moderno que cumple en todas partes. No atrae por su l¨ªnea, pero tiene un interior pr¨¢ctico y un maletero sobresaliente. Cuenta con un turbodi¨¦sel que mueve muy bien el peso, una tracci¨®n 4¡Á4 eficaz en el campo y precios ajustados.
INTERIOR SENCILLO Y SUFRIDO
El X-Trail est¨¢ correctamente presentado por dentro, pero no aporta nada que destaque. Lo m¨¢s vistoso es el volante, que integra los mandos de los accesorios, incluido el bot¨®n para activarlos con la voz. La instrumentaci¨®n, que antes iba en el centro del salpicadero, est¨¢ ahora frente al conductor y deja espacio para la pantalla del navegador, que va dentro de una consola central muy cuadrada y poco sugerente. Y aunque los pl¨¢sticos son blandos y tiene dos posavasos refrigerados en los lados, el aspecto del conjunto resulta apagado.El mando de la tracci¨®n 4¡Á4 est¨¢ delante del cambio y permite elegir f¨¢cilmente tres posiciones: tracci¨®n delantera (asfalto), Auto (tracci¨®n 4¡Á4) y Lock (bloquea la tracci¨®n 4¡Á4 y activa el control de descenso en el campo).Las plazas traseras no son las mejores: tienen un espacio justo para las piernas y no se regulan en longitud, aunque permiten inclinar los respaldos por separado e incluyen dos posavasos muy c¨®modos en el apoyabrazos. Pero lo m¨¢s pr¨¢ctico de este coche es el maletero. Tiene 479 litros y sube a 603 litros con los cajones situados bajo el piso. Y si se pliegan los asientos llega hasta 1.773 litros.Los grandes pilotos verticales y las formas cuadradas del port¨®n definen la zaga.
M?S ASEQUIBLE
El X-Trail es m¨¢s potente y asequible que otros 4¡Á4 equivalentes, pero no incluye detalles que son de serie en algunos de ellos.El Nissan cuesta 900 euros menos que el Santa Fe y 1.300 euros menos que el CR-V. El Hyundai corre menos e incluye un equipo de serie similar, pero sin control de velocidad ni sensores de lluvia y faros. El Honda ofrece tambi¨¦n prestaciones inferiores, al menos en velocidad, pero viene con navegador, c¨¢mara para aparcar y mandos orales -2.500 euros en el Nissan- y a?ade las plazas traseras deslizantes.El Freelander es 5.600 euros m¨¢s caro con siete airbags, sensores de aparcamiento y el sistema Terrain Response, m¨¢s eficaz en el campo, pero la diferencia es excesiva. Y con el Outlander sucede igual: tiene siete plazas, navegador, c¨¢mara para aparcar asientos el¨¦ctricos y tapicer¨ªa de cuero, pero cuesta 7.100 euros m¨¢s.
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