Hong Kong, viaje vertical
Una escalera mec¨¢nica para descubrir los secretos de la ciudad isla
Hong Kong tiene una personalidad complicada que fascina y atrapa. Centro financiero mundial, sus rascacielos de v¨¦rtigo dibujan una de las im¨¢genes m¨¢s conocidas de la ciudad asi¨¢tica. Pero m¨¢s all¨¢ de los indiscutibles s¨ªmbolos de una urbe moderna y cosmopolita se esconden otras capas que son las que imprimen un car¨¢cter especial y ¨²nico, mezcla de lo moderno y tradicional, que hacen que el manido clich¨¦ de que Hong Kong es el punto de encuentro entre Occidente y Oriente sea una acertada manera de describir la ciudad en pocas palabras.
A pesar de permanecer bajo dominio brit¨¢nico durante 150 a?os, los hongkoneses nunca se sintieron parte del Reino Unido. Y no fue hasta hace 10 a?os, al volver el territorio a manos de China, cuando se dieron cuenta de que tampoco se sent¨ªan parte del gigante asi¨¢tico. Los hongkoneses se sienten hongkoneses a secas, con su af¨¢n por trabajar mucho y ganar dinero para despu¨¦s gastarlo en las tiendas de lujo que copan los m¨²ltiples centros comerciales. Pero al mismo tiempo, ser hongkon¨¦s implica creer en la medicina tradicional china, en el feng shui y en disfrutar de una comida preparada en un puesto callejero desprovisto de cualquier lujo, aunque vayan vestidos de Armani y cuelguen del brazo un bolso de Louis Vuitton.
Hierbas curativas y 'feng shui'. Un plato de 'wontons' en la calle de Wellington y tendencias en el barrio de Noho. Punto de encuentro entre tradici¨®n y futuro, Occidente y Oriente. Un enclave suntuoso y sutil.
Para ver estas distintas caras basta con darse un paseo por el centro de la isla, desde la zona de Central hasta Mid-Levels. Despu¨¦s de admirar la arquitectura de los edificios m¨¢s famosos del centro financiero, como el HSBC, de Norman Foster; la torre del Banco de China, de I. M. Pei, y el IFC, el m¨¢s alto de la ciudad y en la cima del cual veremos a Batman en su pr¨®xima pel¨ªcula, luego seguiremos las se?ales que nos llevar¨¢n hasta el Mid-Levels Escalator, la escalera mec¨¢nica p¨²blica m¨¢s larga del mundo. Este curioso m¨¦todo de transporte, muy ¨²til para salvar la empinada orograf¨ªa de la ciudad, discurre desde la zona comercial y financiera de Central hasta Conduit Road, en Mid-Levels.
Opciones culinarias
Las calles aleda?as a la escalera forman un compacto entramado social, comercial y l¨²dico, y son un escaparate perfecto de contrastes. Sus olores y sabores nos transportar¨¢n al Hong Kong de anta?o, pero tambi¨¦n encontraremos lo ¨²ltimo en muebles y ropa. Las escaleras mec¨¢nicas empiezan en el cruce de Cochrane con Queen's Road Central, pero nosotros no subiremos y nos quedaremos a pie de calle.
Justo en la intersecci¨®n de Cochrane con Stanley se encuentra la antigua farmacia-herborister¨ªa Good Spring Company, donde podemos dejar que un doctor de medicina china nos tome el pulso y nos recete una sopa a base de hierbas, o simplemente comprar un vaso de t¨¦ con cualidades curativas. En esta misma calle hay varios dai pai dong, los tradicionales y sencillos puestos de comida callejeros que tanto gustan a los hongkoneses.
Siguiendo por debajo del escalator llegaremos al cruce con la calle Wellington, donde se abren m¨¢s opciones culinarias. Podremos elegir entre los tradicionales wontons (sopa de fideos con raviolis de gambas) de Tsim Chai Kee Noodle, en el n¨²mero 98, y los de Mak's Noodles, en el 77. Almorzar o cenar en uno de estos sitios s¨®lo nos costar¨¢ 15 d¨®lares hongkoneses (menos de dos euros). Siguiendo hacia el este por Wellington, el olfato nos detendr¨¢ en la esquina con la calle Graham, donde est¨¢ la tienda de ultramarinos Wing Wo General Store, una verdadera reliquia que lleva 90 a?os vendiendo pescado y marisco seco. Subiendo por Graham nos encontraremos con el centenario Graham Street Market y sus puestos callejeros de verduras, frutas, huevos, carne, pescado que todav¨ªa se mueve y otros alimentos dif¨ªciles de clasificar. Es una delicia ver trabajar a los ancianos tenderos en sus min¨²sculos puestos y escucharles despachar su mercanc¨ªa con la sonora cadencia de los tonos del canton¨¦s, la lengua de los hongkoneses. Desgraciadamente, esta imagen se puede convertir pronto en algo del pasado si siguen adelante los planes para derribar toda la zona del mercado a fin de levantar nuevos edificios de oficinas y un centro comercial.
El mercado sigue por la calle de Gage, entre las de Cochrane y Peel. Entre los restaurantes tradicionales de comida cantonesa y los dai pai dongs, en el n¨²mero 9 parece como si se hubiera equivocado de ubicaci¨®n Le Monde d'Ulysse, un peque?o restaurante franc¨¦s. Al principio de la calle, en el n¨²mero 2, est¨¢ La Fong Yuen, un cl¨¢sico de Hong Kong para desayunar o merendar su famoso t¨¦ con leche condensada acompa?ado de una gruesa french toast (similar a las torrijas). Para probar otra especialidad dulce vamos a Tai Chong Bakery, en el 20 de Lyndhurst Terrace, donde la gente hace cola para comprar sus egg tarts (minitartas de crema).
Hollywood Road, la calle de las antig¨¹edades, da nombre al Soho, barrio trendy y que debe su auge a la instalaci¨®n de las escaleras mec¨¢nicas. En el n¨²mero 48 est¨¢ la popular GOD (Goods of Desire), con cosas para el hogar, camisetas y otros complementos con un toque distintivo local. En los n¨²meros 52 y 85 est¨¢ Oi Ling, una tienda de antig¨¹edades chinas frecuentada por coleccionistas. Para ver arte contempor¨¢neo y fotograf¨ªa, una buena opci¨®n es la galer¨ªa Shoeni, en el 27. Cerca de Hollywood Road est¨¢ el mercadillo de Cat Street, donde se puede comprar todo tipo de souvenirs, y el Templo Man Mo, uno de los m¨¢s antiguos de la ciudad.
Viejas imprentas y moda
Los cazadores de tendencias ya han bautizado a Gough Street como el nuevo Noho (norte de Hollywood Road), una alternativa m¨¢s cool y tranquila a la del vecino Soho. Aqu¨ª todav¨ªa quedan algunas viejas imprentas de las que antes llenaban la calle y un popular dai pai dong, pero cada vez est¨¢n abriendo m¨¢s tiendas de dise?o, ropa y restaurantes. En el n¨²mero 16 est¨¢ la tienda de ropa de la dise?adora Ranee K, donde se pueden comprar versiones modernas del tradicional cheongsam, los vestidos que la actriz Maggie Cheung llevaba en Deseando amar (In the mood for love). En la calle destacan tambi¨¦n las tiendas de dise?o Addiction y Homeless.
De los restaurantes modernos destaca Palate, que ofrece platos a caballo entre la cocina occidental y la oriental. Pero si lo que queremos es refugiarnos en los sabores del viejo Hong Kong bastar¨¢ con acercarse a Kau Kee Noodles, en el n¨²mero 21, donde preparan las mejores sopas de fideos con ternera de la ciudad.
Si todav¨ªa nos quedan fuerzas para seguir, podemos volver al principio de la ruta y esta vez dejarnos transportar por el escalator, que tambi¨¦n ha tenido sus momentos de gloria en el cine. El director local Wong Kar-wai lo inmortaliz¨® en la segunda parte de la rom¨¢ntica Chunking express.
GU?A PR?CTICA
C¨®mo ir- En agencias de viajes se encuentran paquetes de vuelos, traslados m¨¢s noches de hotel en Hong Kong. Dos ejemplos: Indoriente (en agencias) ofrece un paquete de ocho d¨ªas (cinco noches)por 1.269 euros por persona, y Catai (www.catai.es; en agencias), seis noches a partir de 1.275 euros.Informaci¨®n- Oficina de turismo de Hong Kong (www.discoverhongkong.com; 00 852 28 07 65 43).
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