'El ala oeste' ya lo cont¨®

Todo lo que le est¨¢ pasando estos d¨ªas a Barack Obama ya lo cont¨® hace tres a?os la NBC en El ala oeste de la Casa Blanca (The west wing). Los guionistas de una de las mejores series de televisi¨®n de todos los tiempos, crearon entonces un escenario complicado para las ficticias primarias que hab¨ªan de imaginar, el tema central de la sexta temporada. Inventaron a un republicano moderado, con experiencia internacional, imagen de hombre ¨ªntegro y recto y no demasiado querido por su partido. Se llamar¨ªa Arnold Vinick y ser¨ªa interpretado por el actor Alan Alda (el de M.A.S.H.). En las filas dem¨®cratas, los guionistas modelaron al candidato de una minor¨ªa que no quiere serlo, buen orador, atractivo y capaz de hacerse con un mensaje de cambio. Ese candidato era Matt Santos, interpretado por el actor hispano Jimmy Smits (el de La ley de Los ?ngeles).

El candidato dem¨®crata en la serie llega empatado a la convenci¨®n

Los seguidores de la serie establecen paralelismos entre ficci¨®n y realidad

Vinick ganaba sus primarias sin mucho problema; Santos consegu¨ªa ganar por sorpresa en algunos estados hasta forzar un empate que le llevar¨ªa a enfrentarse a los candidatos del establishment dem¨®crata en la Convenci¨®n del partido y jugarse a los discursos el voto de los superdelegados.

?Les suena todo esto?

Los paralelismos entre las falsas primarias de El ala oeste y las reales est¨¢n siendo analizados estos d¨ªas por fan¨¢ticos de la serie en el foro de Internet sobre televisi¨®n www.televisionwithoutpity.com. Impulsados por el esp¨ªritu ¨¦pico de la serie, los seguidores ven en cada uno de los acontecimientos un reflejo de lo que ya vivieron a?os antes, llegando a veces a confundir la realidad con la ficci¨®n. "Creo que Josh apoyar¨ªa a Obama", dec¨ªa hace unos d¨ªas uno de ellos refiri¨¦ndose a Josh Lyman, el asesor del candidato Santos, interpretado por el actor Bradley Whitford. "Pero si Hillary le agradeci¨® en un discurso su presencia en un acto", cuestiona otro. Para algunos, los actores reales no est¨¢n a la altura de los personajes que interpretan.

Pese a que la serie termin¨® hace dos a?os en Estados Unidos, el foro est¨¢ m¨¢s caliente desde que empez¨® la carrera por la candidatura a la presidencia en ambos bandos. Los participantes siguen sacando parecidos entre ambas realidades. Ayer: "M¨¢s sobre como la vida imita a The west wing. Titular de hoy en la MSNBC: 'El voto latino podr¨ªa determinar la nominaci¨®n'. He le¨ªdo el art¨ªculo y esperaba leer el nombre de Matt Santos", confiesa otro de los participantes.

Una serie creada con el andamiaje de la realidad pol¨ªtica estadounidense s¨®lo pod¨ªa acabar siendo un or¨¢culo de la misma. El ala oeste recibi¨® las mejores cr¨ªticas de los profesionales de la televisi¨®n, pero tambi¨¦n de los profesores de Ciencias Pol¨ªticas y de antiguos empleados de la Casa Blanca. Su ¨¦xito se ciment¨® precisamente en el realismo de sus di¨¢logos y tramas, basadas en las experiencias de algunos asesores presidenciales, caso de la jefa de Prensa de Bill Clinton, Dee Dee Myers, o el experto en encuestas pol¨ªticas Patrick Caddell.

En ocasiones se critic¨® a sus guionistas por el exagerado optimismo del gabinete del presidente Bartlett, opuesto a las malas artes de los republicanos que siempre salen peor parados. Pero en general, El ala oeste se gan¨® el respeto de todos, incluso de algunos de los republicanos del ala dura, como Karl Rove y Henry Kissinger, ambos muy ligados al presidente George W. Bush.

A falta de Ala oeste, los fan¨¢ticos de la serie se contentan estos d¨ªas con vivir las primarias comparando ambas realidades. En la vida real no es posible seguir a los asesores del presidente por los interminables pasillos de la Casa Blanca, atrapados por el v¨¦rtigo de unos di¨¢logos r¨¢pidos y certeros, cargados de iron¨ªa, donde los espectadores tienen la sensaci¨®n de asistir a las tensiones de la alta pol¨ªtica y conservar al mismo tiempo la certeza de que se pueden cambiar las cosas. As¨ª que, como todo eso ya no es posible, los seguidores se limitan a escuchar los discursos: "Estoy aqu¨ª para decirles que la esperanza es real. En una vida llena de problemas, en un mundo cargado de retos, esa esperanza es real. La esperanza es la que nos da el coraje para afrontar esos retos. Vivimos en tiempos c¨ªnicos, lo s¨¦, pero la esperanza no es motivo de debate". Barack Obama pronunci¨® estas palabras el pasado d¨ªa... ?o fue Matt Santos?