Un recital necesario

Despu¨¦s de actuar en diversas localidades valencianas, Raimon lleg¨® al s¨¢bado a Matar¨® con su nueva propuesta bajo el brazo. Se trata de un recital antol¨®gico que el 27 de este mes presentar¨¢ tambi¨¦n en el Palau de la M¨²sica barcelon¨¦s. Nada nuevo, y tal vez por esa raz¨®n, m¨¢s Raimon que nunca.

El de X¨¤tiva no ha sido nunca dado a grandes innovaciones repentinas ni a cambios bruscos, el suyo es un avanzar seguro en una direcci¨®n inalterable. En Matar¨® lo dej¨® muy claro: se trataba de un recital antol¨®gico, pero, utilizando un f¨¢cil juego de palabras, puede afirmarse que fue un recital l¨®gico y, al mismo tiempo, coherente, sencillamente necesario. Coherencia necesaria que se ha convertido en compa?era de viaje de varias generaciones que no sucumben a la telebasura o al f¨²tbol (en Matar¨® pr¨¢cticamente se llen¨® el teatro Monumental mientas la televisi¨®n catalana retransmit¨ªa el Sevilla-Bar?a).

Repertorio inapelable

Sigue siendo necesario que algunas frases floten en el aire y nos despabilen las neuronas para devolvernos a la realidad. Y Raimon es esa realidad, a veces triste, a veces tierna y enamorada, a veces po¨¦tica e intrincada, luchadora incansable, incluso ir¨®nica, c¨ªnica o simplemente alegre. El repertorio de Raimon, que se extiende a lo largo de 45 a?os, sigue siendo inapelable, tan necesario como el aire de cada respiraci¨®n. Eso s¨ª, los tiempos han cambiado, antes la suya era canci¨®n de lucha, ahora en Matar¨® se presentaba dentro de un ciclo denominado M¨²siques tranquil.les. ?Casualidad?

El s¨¢bado Raimon repas¨® con firmeza toda su trayectoria, desde el inici¨¢tico Al vent, que cerr¨® el recital, hasta la todav¨ªa caliente Terra negra, dedicada a T¨¤pies. Algo m¨¢s de 90 minutos de poes¨ªa y sensibilidad en los que Raimon explor¨® sin miedo todas las facetas de una voz que sigue conservando toda su fuerza y toda su capacidad para convertir determinadas frases en un estremecimiento. Los poetas cl¨¢sicos de la lengua catalana volvieron a codearse de forma natural con el Espriu m¨¢s sat¨ªrico y un Raimon oscilante entre las canciones de amor y la lucha continuada.

Tras el recital antol¨®gico de Matar¨®, la ¨²nica conclusi¨®n l¨®gica es: ?qu¨¦ suerte tenemos de que Raimon siga al pie del ca?¨®n!