Siete goles y ocho puntos, palabra del Madrid

A las penurias del Barcelona en el Nervi¨®n respondi¨® el Madrid con una actuaci¨®n abundante y colorida en Chamart¨ªn. A los azulgrana les pierde desde hace un tiempo la ret¨®rica y la confusi¨®n de la misma manera que al Madrid le redime lo concreto. El equipo de Schuster anot¨® gol en cada una de sus llegadas a la meta del Valladolid, un plantel que, por otra parte, sali¨® con buen gusto en la cancha y que como tantos otros tambi¨¦n acab¨® amoratado: 7-0.

Asegurada la victoria, la hinchada blanca se dedic¨® a las causas particulares, como la de corear a Ra¨²l, situado ya entre los pichichis del campeonato, o relamerse con el juego y los goles del exquisito Guti. La determinaci¨®n y confianza del Madrid es tan rotunda como fam¨¦lico resulta el Bar?a, igualmente rebajado en el campo y en el palco. Ronaldinho ya no funciona ni como francotirador y Laporta no viaja con la expedici¨®n.

Una imagen que explica el extrav¨ªo azulgrana porque su ¨¦xito se edific¨® precisamente a partir de la determinaci¨®n del presidente y de la magia del brasile?o. Rebajado por las lesiones, apenas genera oportunidades y no sale siquiera a un gol por partido si se cuentan sus actuaciones desde la partida de Eto'o a la Copa de ?frica, ganada por Egipto ante Camer¨²n.

La goleada blanca dej¨® con la palabra en la boca a los azulgrana, que defend¨ªan como bueno el empate del s¨¢bado por la noche en Sevilla. A falta de rival, el Madrid se toma cada partido como si fuera el ¨²ltimo, de manera que cada jugador que entra en el equipo encara la ocasi¨®n como la oportunidad de su vida. As¨ª ocurri¨®, por ejemplo, con Robben o incluso con Drenthe. A los madridistas s¨®lo les falt¨® un octavo gol para cantar mambo y subrayar cada uno de sus puntos de ventaja sobre el Barcelona en la clasificaci¨®n cuando faltan todav¨ªa 15 encuentros para acabar el campeonato.

No hay equipo m¨¢s regular en la Liga que el Madrid. La fiabilidad est¨¢ re?ida, en cambio, con el Atl¨¦tico, que se marc¨® un triunfo de impacto ante el Racing, muy serio, tras discutirse a Aguirre. A su vez, el Zaragoza se reencontr¨® con la derrota en Pamplona y el Espanyol fue sorprendido en Montju?c por un Recreativo que estrenaba entrenador, Zambrano. Fue una jornada sobresaliente para arietes como Forl¨¢n, Llorente y Sinama y tambi¨¦n para delanteros universales como Ra¨²l, s¨ªmbolo de un Madrid demoledor.