La verdadera historia de ANV
La actual ANV tiene poco o nada que ver con el partido de izquierda liberal, aconfesional y nacionalista nacida en 1930. La ANV hist¨®rica criticaba al PNV por clerical, era posibilista y luch¨® por la autonom¨ªa
Cuando en abril del a?o pasado Acci¨®n Nacionalista Vasca fue reactivada, despu¨¦s de tres decenios de casi total inactividad, para ser la candidatura de la izquierda abertzale en las elecciones municipales y forales de mayo, los medios de comunicaci¨®n no conoc¨ªan su historia y publicaron noticias equivocadas sobre ANV, como si fuese un partido radical e independentista desde su fundaci¨®n en 1930. A ello contribuy¨® su direcci¨®n actual al afirmar que defend¨ªa los mismos ideales de su manifiesto fundacional, ignorando que el Manifiesto de San Andr¨¦s de 1930 dej¨® de estar vigente en 1936 al ser sustituido por un nuevo programa. No fue ¨¦ste su ¨²nico error hist¨®rico, pues sus dirigentes han sostenido que ANV aprob¨® el Estatuto clerical de Estella en 1931 y reivindican en sus carteles al general carlista Tom¨¢s de Zumalac¨¢rregui. Nada m¨¢s lejos de la verdad hist¨®rica: ANV naci¨® como un partido nacionalista liberal y aconfesional, que se escindi¨® del PNV por no estar de acuerdo con su car¨¢cter clerical, rechaz¨® el Estatuto de Estella, aprobado por el PNV y el carlismo, por ser el "Estatuto del Concordato con Roma", y se ubic¨® en las ant¨ªpodas del carlismo, al cual combati¨® en la Guerra Civil.
En la Guerra Civil, ANV combati¨® lealmente por la Rep¨²blica espa?ola y por la autonom¨ªa vasca
La ANV de los a?os treinta fue un antecedente de la Euskadiko Ezkerra de Mario Onaind¨ªa
En la d¨¦cada de 1980 realic¨¦ mi tesis doctoral sobre Euskadi en la II Rep¨²blica, centr¨¢ndome en la historia de Acci¨®n Nacionalista Vasca desde su fundaci¨®n hasta 1936. Para ello cont¨¦ con numerosa documentaci¨®n, sobre todo del Archivo de la Guerra Civil en Salamanca, con la prensa vasca de la ¨¦poca, en especial su diario Tierra Vasca, y con el testimonio de antiguos dirigentes y militantes que viv¨ªan entonces; pero ninguno de ellos, con una sola excepci¨®n, pertenec¨ªa ya a ANV como partido integrante de la coalici¨®n Herri Batasuna desde su fundaci¨®n en 1978. Dicha investigaci¨®n, actualizada en un libro reci¨¦n publicado, me permite se?alar los rasgos esenciales de su etapa inicial en los a?os treinta.
ANV fue el primer partido nacionalista vasco de izquierda. Naci¨® al disentir de la reunificaci¨®n de los dos partidos en que se hab¨ªa dividido el PNV, la moderada Comuni¨®n y el radical Aberri, basada en la ratificaci¨®n de la doctrina de Sabino Arana, sintetizada en su lema "Dios y Ley Vieja" o Fueros. Ideol¨®gicamente, los fundadores de ANV eran liberales, que no aceptaban los dogmas de Arana sobre la raza, la religi¨®n y la historia vasca, pero no eran anticlericales sino s¨®lo aconfesionales: cat¨®licos que quer¨ªan la separaci¨®n de la Iglesia y el Estado. Pol¨ªticamente, a diferencia del PNV, ANV opt¨® por aliarse con el Bloque republicano-socialista de Prieto en las elecciones municipales de abril de 1931, que trajeron la Rep¨²blica, con el objetivo de lograr un Estatuto para Euskadi, su constante reivindicaci¨®n hasta la Guerra Civil.
Su autonomismo se explica porque la mayor¨ªa de sus fundadores proced¨ªan del sector moderado del PNV: as¨ª, nueve de los 11 firmantes del Manifiesto de San Andr¨¦s, que formaron su Comit¨¦ provisional, hab¨ªan sido de la Comuni¨®n Nacionalista. Tan s¨®lo unos pocos aberrianos ingresaron en las filas de ANV, que fue sobre todo una creaci¨®n bilba¨ªna, pues bastantes de sus fundadores eran profesionales liberales de Bilbao: m¨¦dicos, abogados, periodistas... Su otro foco importante estuvo en Baracaldo, debido a que la potente Juventud Vasca de esta localidad fabril se adscribi¨® a ANV en 1931. Al principio fue un partido de izquierda moderada, equivalente a Acci¨® Catalana.
Su estrategia pol¨ªtica inicial fue acertada, pues ANV contribuy¨® al advenimiento de la Rep¨²blica y su alianza con el Bloque antimon¨¢rquico le permiti¨® obtener bastantes concejales en Vizcaya (siete en Bilbao y cinco en Baracaldo) y algunos en Guip¨²zcoa en abril de 1931. Pero dos meses despu¨¦s, en las elecciones a Cortes constituyentes, cometi¨® el error de abandonar el Bloque y presentarse en solitario en Vizcaya, fracasando; en cambio, mantuvo su alianza con las izquierdas en Guip¨²zcoa y por apenas 200 votos no fue diputado su candidato, el doctor Justo G¨¢rate. Desde entonces ANV fue un partido extraparlamentario, que no cuestion¨® la hegemon¨ªa del PNV en el campo nacionalista.
Pese a su debilidad electoral, ANV tuvo bastante protagonismo en Euskadi por su continua lucha en pro del Estatuto, reclamado por sus concejales en los Ayuntamientos y por sus gestores provinciales en las Diputaciones de Vizcaya y Guip¨²zcoa, as¨ª como por su diario Tierra Vasca. Por ello, ANV fue el partido vasco m¨¢s estatutista en la Rep¨²blica, m¨¢s que el PNV, pues no condicion¨® la autonom¨ªa a la cuesti¨®n religiosa (el Concordato vasco del Estatuto de Estella), ni tuvo un sector independentista contrario al Estatuto: el grupo Jagi-Jagi, escindido del PNV en 1934.
El retraso en la aprobaci¨®n del Estatuto vasco durante el Gobierno de Aza?a hizo que ANV se distanciase de las izquierdas, se enfrentase al socialismo de Prieto y se aproximase al PNV en 1933, pero sin llegar a coaligarse con ¨¦l en las elecciones de ese a?o. Al bloquear las derechas el Estatuto en las Cortes del "bienio negro", un sector de ANV se radicaliz¨® y gir¨® hacia la izquierda. Dicho sector se impuso a los fundadores liberales, que abandonaron el partido en 1936, antes de que ANV aprobase su nuevo programa, que era socialista no marxista y propugnaba un Estado vasco independiente. Sin embargo, no cambi¨® su estrategia autonomista, como prueba su ingreso en el Frente Popular, coalici¨®n con la que acudi¨® a las elecciones con un candidato, llevando en su programa la aprobaci¨®n del Estatuto vasco. Entonces ANV rechaz¨® el frente nacionalista por la independencia de Euskadi, propuesto por el grupo Jagi-Jagi, con el que polemiz¨® en la prensa.
La actuaci¨®n de ANV en la Guerra Civil confirm¨® que sus planteamientos eran divergentes de ese grupo radical, porque desde julio de 1936, sin las dudas y defecciones que tuvo el PNV, ANV luch¨® por la Rep¨²blica espa?ola y la autonom¨ªa vasca, participando en las Juntas de Defensa de Guip¨²zcoa y Vizcaya. Aun siendo un partido peque?o, reclut¨® cuatro batallones de gudaris y bastantes de ellos perecieron en los frentes de Vizcaya y Asturias.
Al ser aprobado el Estatuto por las Cortes del Frente Popular en octubre de 1936, ANV form¨® parte del primer Gobierno vasco del lehendakari Aguirre, de coalici¨®n PNV-Frente Popular, con su dirigente Gonzalo N¨¢rdiz de consejero de Agricultura. Cuando en 1938 el diputado del PNV Manuel Irujo dimiti¨® como ministro sin cartera del Gobierno de Negr¨ªn, fue sustituido por el aeneuvista Tom¨¢s Bilbao, quien fue aza?ista en la Rep¨²blica y negrinista en la guerra. Otros dirigentes de ANV desempe?aron cargos diplom¨¢ticos de la Rep¨²blica y N¨¢rdiz continu¨® de consejero en los Gobiernos de Aguirre y Leizaola durante el dilatado exilio hasta su disoluci¨®n en 1979. Ese a?o N¨¢rdiz apoy¨® el Estatuto de Gernika, al igual que otros antiguos dirigentes, como Luis Ruiz de Aguirre, que crearon ANV hist¨®rica.
En suma, la pol¨ªtica posibilista de ANV se caracteriz¨® por su colaboraci¨®n con las izquierdas para conseguir el Estatuto y marc¨® el camino que sigui¨® el PNV en 1936. El suyo fue un nacionalismo heterodoxo, distante del PNV y opuesto al radicalismo de Aberri y Jagi-Jagi. Estos grupos abertzales constituyeron el referente ideol¨®gico de Herri Batasuna, mientras que Acci¨®n Nacionalista Vasca fue un antecedente hist¨®rico de la Euskadiko Ezkerra de Mario Onaind¨ªa. Por ello, la ANV de la Rep¨²blica y la Guerra Civil s¨®lo tiene en com¨²n el nombre y la bandera con la ANV actual.
As¨ª fue la verdadera historia de ANV, que se puede tergiversar, pero que es imposible cambiar. Como escribi¨® Julio Caro Baroja, el "historiador sabe que muchas veces la 'tradici¨®n' es la historia falsificada y adulterada. Pero el pol¨ªtico no solamente no lo sabe o no quiere saberlo, sino que se inventa una tradici¨®n y se queda tan ancho".
Jos¨¦ Luis de la Granja Sainz es catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad del Pa¨ªs Vasco y autor del libro Nacionalismo y II Rep¨²blica en el Pa¨ªs Vasco. Estatutos de autonom¨ªa, partidos y elecciones. Historia de Acci¨®n Nacionalista Vasca: 1930-1936.
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