Israel rompe los tab¨²es y permite adoptar a parejas homosexuales
La derecha religiosa califica la decisi¨®n judicial de "nauseabunda"
En un pa¨ªs carente de matrimonio civil -quienes desean eludir las leyes religiosas viajan a Chipre para casarse- y donde el rabinato conservador impone h¨¢bitos en cualquier ¨¢mbito de la vida cotidiana, las parejas homosexuales podr¨¢n adoptar ni?os. As¨ª lo ha decidido el fiscal general de Israel, Menahem Mazuz, en una iniciativa que supone una contundente victoria para las organizaciones de defensa de los derechos de gays y lesbianas, y un golpe que ha sacado de quicio a la derecha fundamentalista. Es un episodio m¨¢s de la permanente tensi¨®n que se vive entre un sector de la sociedad moderno y pujante y otro tradicionalista y anclado en el siglo XIX.
La iniciativa se debe a la aplicaci¨®n de un precedente judicial de 2000
La posibilidad de que gays y lesbianas adopten no es producto de un debate parlamentario ni de la promulgaci¨®n de una ley. Mazuz simplemente se ha decantado por aplicar un precedente judicial resuelto en el a?o 2000. El Tribunal Supremo fall¨® entonces a favor de una pareja que solicit¨® la inscripci¨®n en el registro del Ministerio del Interior de la adopci¨®n de la hija biol¨®gica de una de las mujeres, cuando ya hab¨ªa sido legalizada en California (EE UU). S¨®lo ha sido necesario interpretar el t¨¦rmino c¨®nyuge de la Ley de Adopci¨®n en sentido amplio para resolver el entuerto y que las adopciones por parejas homosexuales sean legales en Israel. Hasta ahora s¨®lo pod¨ªa hacerse a t¨ªtulo individual.
"Es nauseabundo", lament¨® Eli Yishai, l¨ªder del poderoso partido ultraortodoxo Shas, uno de los pilares del Gobierno de Ehud Olmert. "Esta decisi¨®n representa un golpe mortal a los acuerdos de la coalici¨®n", a?adi¨®. Portavoces de otros partidos religiosos, que consideran la homosexualidad una "aberraci¨®n", a?adieron que el fallo supone una traici¨®n a los principios fundacionales del Estado jud¨ªo.
Les queda ¨²nicamente una opci¨®n: promover una reforma de la ley, cuya tramitaci¨®n siempre ser¨ªa trabajosa y duradera. Mientras, las 18.000 parejas de gays y lesbianas podr¨¢n ejercer ese derecho. Es un evidente triunfo para un colectivo que sufre discriminaciones flagrantes: el a?o pasado, las autoridades impidieron que pudieran celebrar la Gay Parade por las calles de Jerusal¨¦n. S¨®lo pudieron reunirse en un estadio al aire libre.
En Israel, Estado fundado por una clase dirigente laica, la influencia de la religi¨®n en la vida cotidiana es notoria, y siempre al alza. Las concesiones al rabinato de las instituciones p¨²blicas son una constante. Los ultraortodoxos son conscientes de su poder, entre otros motivos porque la tasa de natalidad de las mujeres religiosas es infinitamente superior al de las laicas. Las encuestas son esclarecedoras: un gran porcentaje de la poblaci¨®n -alrededor del 40%- se declara muy devota.
Ejemplos del sometimiento del poder civil a los dictados de los rabinos los hay a decenas. En los hospitales, el paciente utilizar¨¢ distinta cuberter¨ªa dependiendo de que la comida servida est¨¦ compuesta por l¨¢cteos o carne. No hay servicio de transporte p¨²blico en sabath, y alg¨²n alto funcionario ha sido destituido por ordenar la reparaci¨®n de una central el¨¦ctrica en el d¨ªa sagrado de los jud¨ªos. Los tribunales dilucidan en estas fechas una petici¨®n para prohibir la imposici¨®n de que las mujeres viajen, en determinados trayectos que enlazan barrios o ciudades ultraortodoxas, en la parte trasera de los autobuses. Incluso algunas fieles jud¨ªas comienzan a rebelarse.
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