Adi¨®s a los sacramentos

Los hijos nacidos fuera del matrimonio en Francia son por primera vez m¨¢s numerosos que el resto, seg¨²n los datos demogr¨¢ficos de 2007. Los frutos de arrejuntados se elevan al 50,5%, frente al 48,4% registrado en 2006.

En lo que concierne a Galicia, el n¨²mero de hijos de solteras se duplic¨® desde 1975, mientras que los beb¨¦s engendrados dentro del santo matrimonio se redujeron casi a la mitad. En 1999, el 13,8% de los beb¨¦s nacidos en Galicia eran hijos de madres solteras. Este porcentaje es inferior a la media del resto de comunidades (en torno al 16%), en las que el aumento de nacimientos fuera del matrimonio tambi¨¦n ha ido aumentando de forma progresiva desde 1975. Las comunidades con mayor ¨ªndice de hijos extramatrimoniales son Canarias, con un 30,8%; Madrid, con un 19,29%, y Catalu?a, con un 18,68%, seg¨²n los datos del anuario social de La Caixa.

Esta evoluci¨®n es una prueba del cambio progresivo en el modelo de familia tradicional

Llegamos a una realidad muy diferente de lo que se contaba en Villalba en mi ni?ez, que se defin¨ªa a un cura diciendo que era un se?or a los que los fieles llamaban padre y los hijos t¨ªo. Y los obispos lo mismo, pero en tecnicolor. M¨¢s tarde, ya de mayor, cuando a los tonsurados (entre ellos, mi hermano Xos¨¦) les dio por contraer matrimonio, se empez¨® a notar que la gente se casaba menos, y los ¨²nicos que lo hac¨ªan eran los ministros del Se?or.

Seg¨²n los soci¨®logos, esta evoluci¨®n es una prueba del cambio progresivo en el modelo de familia tradicional, e indica el declive de los fundamentos de la Iglesia cat¨®lica. Seg¨²n lo que nos ense?aba el p¨¢rroco, los sacramentos, instituidos por Cristo son signos sensibles y eficaces de la gracia. En ellos ?l est¨¢ presente para santificarnos por medio de la Iglesia. Tuvimos que aprender de carrerilla su n¨²mero, siete, a saber, Bautismo, Confirmaci¨®n, Penitencia, Comuni¨®n, Unci¨®n de los enfermos, Orden y Matrimonio. En cuanto a Orden, es decir, la consagraci¨®n de sacerdotes, la situaci¨®n para la jerarqu¨ªa es angustiosa. Sin ir m¨¢s lejos, la falta de vocaciones en la archidi¨®cesis de Santiago, y en Galicia en general, junto con la edad avanzada de muchos santos padres, est¨¢ obligando al Arzobispado a recurrir a presb¨ªteros inmigrantes, a los que les facilitan ipso facto los papeles para atender a los fieles. El polaco Roman Wcislo, que lleva 15 a?os en nuestra tierra, se encarga de las parroquias de San Pedro de Busto, Santa Eulalia de Bando y San Crist¨®bal de Enfesta, para lo que cuenta con el apoyo de los angole?os Jos¨¦ Katanga (en Bando) y Jamba (en Busto). Tambi¨¦n el colombiano Orlando Ordoscoitia sustituye al p¨¢rroco de San Fins y Lamas, don Salvador, de edad avanzada y aquejado de problemas f¨ªsicos que dificultan su movilidad.

Los seminarios est¨¢n cerrados, y a?oro el de Mondo?edo, donde cuando iba a ver a mi hermano me tronchaba leyendo dos carteles, uno frente a la fachada: "Fulano de Tal. Veterinario. Se hacen curas de animales". Y otro en la puerta del establecimiento: "Se hacen de animales curas".

Veamos ahora la confesi¨®n. ?Qui¨¦n la practica desde que se propag¨® el psicoan¨¢lisis? Yo sal¨ªa alegre y dichoso despu¨¦s de haber descargado gratuitamente costales de inocentes pecados, cuando ahora tendr¨ªa que pagar miles de euros a un psicoanalista, claro que las faltas son mucho m¨¢s gordas.

Creo que lo de la confirmaci¨®n ya pas¨® al olvido y los bautizos se hacen por obligaci¨®n y de varias maneras: inmersi¨®n o a domicilio. A mis hijos Manu y Antoine los bautiz¨® don Alfonso de Burg¨¢s con agua del pozo, porque mi madre dec¨ªa que sin este sacramento le parec¨ªan dos cochi?os.

?C¨®mo echo de menos aquel tintineo de campanillas al anochecer cuando los monaguillos llev¨¢bamos los Santos ¨®leos a los moribundos! ?Qu¨¦ importantes nos sent¨ªamos! Ahora se muere en las as¨¦pticas cl¨ªnicas, sin acompa?amiento familiar ni religioso. Y no me vayan a decir que por eso los finados se van de cabeza al infierno. La necesidad de misticismo aumenta y el catolicismo se deshilacha. Apenas quedan fieles ni curas. Y es cuando, para que no se aburran los que persisten, a los jerarcas de Madrid, empezando por mi compinche de travesuras aldeanas Rouco Varela, no se les ocurre m¨¢s que lanzar a sus incondicionales ciegos a la calle.