Surrealismo
El ni?o, un cr¨ªo encantador, mira fijamente y dice: "Mi padre tiene poderes". Se?ala con el dedo: efectivamente, el coche de su pap¨¢ est¨¢ aparcando solo, sin conductor. ?Milagro? En absoluto: el anuncio es tan real como la habilidad de un coche que ya no hace falta que sea de James Bond sino que est¨¢ en ese lugar hiperrealista que es el mercado, al alcance de cualquiera que pueda pagarlo. Nada m¨¢s l¨®gico: en tiempo de milagros y superh¨¦roes -Yes, we can- la televisi¨®n da fe de lo que hay, es el ojo que todo lo ve, y si no lo imagina.
Ahora, la televisi¨®n, seg¨²n explicaron todos los telediarios el martes, se introduce en el tel¨¦fono m¨®vil y hasta en el reloj de pulsera. As¨ª que la noticia, ofrecida al orbe por el superh¨¦roe del Vaticano, de que "el infierno existe y no est¨¢ vac¨ªo" nos llegar¨¢ doquiera que estemos. Hasta Robert Redford asegur¨® que el Festival de Sundance est¨¢ a nuestra disposici¨®n por el mismo sistema. ?Precio? Nadie mencion¨® tama?a ordinariez. Con el m¨®vil convertido en televisi¨®n y cine s¨®lo hace falta una ¨¢gil prestaci¨®n: gafas para todos.
Entre los variados milagros del men¨² televisivo de ese d¨ªa cabe se?alar el de los panes y los peces electorales simbolizado en ese doble encuentro de Zapatero y Rajoy con sus sosias en l¨¢tex (Cuatro): es un asombro verles hablar, tan contentos, consigo mismos, como si nada. La campa?a de los superh¨¦roes Zapatero y Rajoy incluye un spot con El Follonero (en La Sexta) anunciando Dios sabe qu¨¦: mucha sonrisa. Previamente, Zapatero (en Cuatro) bati¨® el r¨¦cord de Pablo Motos y El hormiguero arrastrando a un mill¨®n m¨¢s de espectadores en su entrevista -un milagro de normalidad- con Gabilondo. Para acabar, El Gran Wyoming nos mont¨® en El intermedio (La Sexta) un saludable y surrealista "duelo dial¨¦ctico" entre Zapatero y Ortega Cano y encuest¨® a sus espectadores: "?Qui¨¦n tendr¨¢ m¨¢s amor el D¨ªa de San Valent¨ªn, Zapatero o Rajoy?". Espectacular.
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