Nuevo interiorismo, pescados de siempre
O'PAZO, en Madrid, fiel a su tradici¨®n de ofrecer calidad en los productos del mar
Qui¨¦n le iba a decir al veterano Evaristo Garc¨ªa, descendiente de una familia de arrieros maragatos, que alg¨²n d¨ªa inaugurar¨ªa en Madrid un restaurante de dise?o! Despu¨¦s de abandonar Combarros en 1942, pueblo pr¨®ximo a Astorga (Le¨®n), con el prop¨®sito de repartir pescados frescos entre la hosteler¨ªa de la capital, se convertir¨ªa en 1954 en propietario de Pescader¨ªas Coru?esas y luego en un personaje estrat¨¦gico en la comercializaci¨®n de mariscos y pescados. De su envergadura como mayorista en Mercamadrid y minorista en su establecimiento de la calle de Juan Montalvo hablan las toneladas que su empresa trasiega cada a?o. Piezas de calidad que adquiere en lonjas distantes y es capaz de reexpedir a lugares lejanos.
O'PAZO
Reina Mercedes, 20. Madrid. Tel¨¦fono 915 53 23 33. Cierra domingos. Precio medio, entre 70 y 120 euros por persona (sin vino). Pulpo a la gallega, 16 euros. Rodaballo al horno, 29 euros. Cocochas al pilpil, 36 euros. Tarta de Santiago, 8,50 euros.
Pan ... 4
Caf¨¦ ... 5,5
Bodega ... 6,5
Aseos ... 9
Ambiente ... 9
Servicio ... 6
Una porci¨®n escogida de tales contingentes va a parar a sus dos restaurantes de Madrid -El Pescador y O'Pazo-, cuyas vitrinas abruman por la envergadura de los espec¨ªmenes expuestos.
Ahora, tras la reforma realizada por el estudio de interiorismo Tarruella L¨®pez, el viejo O'Pazo se ha convertido en un restaurante nuevo. Frontales retroiluminados e inteligentes juegos de focos aportan luminosidad a unas estancias revestidas de metal y maderas pulidas, en las que se fusionan vanguardia y confort.
?Y para comer? Nada nuevo. O lo que es igual, las mismas especialidades de anta?o. Ninguna novedad que se aleje del gui¨®n por el que se ha regido esta casa desde hace a?os: pescados a la plancha, al horno o en fritura, adem¨¢s de mariscos cocidos y guisos sencillos, al pilpil o a la bilba¨ªna. Algo l¨®gico en una carta presidida por merluzas de anzuelo, salmonetes de roca, lenguados, lubinas y rodaballos salvajes, adem¨¢s de ostras, percebes, cigalas y un largu¨ªsimo etc¨¦tera.
Aun as¨ª, parece que sus cocinas no hacen justicia a semejantes productos. Que la merluza rebozada, impecable de punto, se sirva demasiado salada puede ser un accidente. Si las cocochas al pilpil presentan el mismo defecto, cabe pensar en descuidos reiterados. El mismo lenguado Evaristo, cuyo espectacular tama?o obliga a compartirlo, merecer¨ªa pasar por una plancha menos arrebatada para que el requemado exterior no perjudicase su apabullante calidad.
UNAS CIGALAS A LA PLANCHA
A PESAR de la envergadura profesional de sus dos jefes de sala, Antonio Garc¨ªa y Luis Alba, a las pocas semanas de su inauguraci¨®n, todav¨ªa en pleno rodaje, el servicio anda descoordinado y la salida de los platos resulta lenta.Entre los entrantes y raciones para compartir figuran sugerencias como el salpic¨®n de mariscos, el pulpo a la gallega, las gambas al ajillo, las anchoas de Santo?a y su famoso salm¨®n ahumado, muy recomendable. No hay que olvidar que O'Pazo hace de la ictiofagia una suerte de religi¨®n. En su carta no figura ninguna especialidad c¨¢rnica, salvo un jam¨®n ib¨¦rico. Tampoco es raro que los propios mariscos, a pesar de su nivel, se salven de las irregularidades propias del mercado. Resultan magn¨ªficas las ostras, espl¨¦ndidas las cigalas a la plancha y algo por debajo del nivel esperable las gambas blancas de Huelva hervidas y las gambas rojas de Denia. Entre las especialidades que casi nunca decepcionan figuran el taco de rodaballo al horno y el cogote de merluza o el besugo a la bilba¨ªna. Y para concluir, dos sugerencias golosas, la tarta de Santiago y unas ca?as (filloas) rellenas de crema reci¨¦n fritas, bastante fieles a la receta original.En la lista de vinos se aprecia una sustancial mejor¨ªa. Una aceptable selecci¨®n de blancos y un surtido de tintos espa?oles, en particular de La Rioja y Ribera del Duero. Es una l¨¢stima que el pan sea vulgar, y el caf¨¦, de buena calidad, est¨¦ tan mal elaborado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.