Escultura mec¨¢nica

Bentley tiene dos caras. Una moderna, resultado de su actual parentesco con el Grupo VW, que combina el lujo y deportividad de la marca con la tecnolog¨ªa alemana y se plasma en modelos como los tres Continental: cup¨¦, descapotable y limusina. La otra cara es la cl¨¢sica, que mantiene la esencia legendaria de la firma y tambi¨¦n sus coches de entonces, de la ¨¦poca en que Bentley era hermana de Rolls-Royce (hasta los a?os noventa).

Los representantes de esta parte son el cabrio Azure y la berlina Arnage, y se dirigen a los clientes m¨¢s veteranos y puristas, aquellos que no entienden su coche como un lujoso transporte, sino como una pieza de coleccionista. Pero tanto los productos modernos como los cl¨¢sicos se siguen fabricando a mano, con patrones artesanales y un total de 680 horas de trabajo por veh¨ªculo, casi un mes. Y ¨¦ste es uno de los aspectos que convierten los Bentley en ¨²nicos y los alejan del concepto normal de autom¨®vil.

Desde 390.000 euros

El Brooklands se encuadra en el lado tradicional de la marca. Supone la interpretaci¨®n deportiva de las limusinas cl¨¢sicas, como el Arnage, el modelo del que deriva. Re¨²ne el espacio y comodidades de las grandes berlinas con una silueta m¨¢s sugerente, de cup¨¦, y un enfoque m¨¢s din¨¢mico. Es el nuevo icono de la marca y su propuesta m¨¢s elitista: cuesta 390.000 euros. Y eso como viene de origen, porque puede personalizarse hasta el detalle (colores, tapicer¨ªas e inserciones, DVD, minibar, un emblema de Bentley retr¨¢ctil que se esconde en el cap¨® y evita robos y da?os a los peatones ante los atropellos) y alcanzar cifras cercanas a los 600.000 euros. S¨®lo se fabricar¨¢n 550 unidades, dos de ellas para Espa?a.

Con una longitud de 5,4 metros y un frontal que remite con claridad a Rolls-Royce, el Broo-klands luce una imponente planta de estilo cl¨¢sico. El interior, con cuatro butacas individuales, sigue tambi¨¦n la tradici¨®n y recoge los mejores cueros, maderas y cromados, aparte de caprichos como los asientos traseros el¨¦ctricos, que se pueden reclinar para reforzar el confort. Y el motor es el hist¨®rico 6.75 V8 de la marca (dise?ado hace 40 a?os), ahora con dos turbos, 530 CV y tracci¨®n trasera. Los Bentley de la era VW llevan propulsores W12 y tracci¨®n 4¡Á4.

A pesar del enorme tama?o y peso del Brooklands (2,7 toneladas), el empuje del motor puede con todo y otorga aceleraciones aplastantes y una punta de 296 km/h. Y aunque las inercias en curva son excesivas, el ESP, las suspensiones electr¨®nicas y las descomunales ruedas de 20 pulgadas ayudan al conductor a controlar siempre la situaci¨®n.