Nadando con los delfines
Los Cayos de Florida, un ecosistema tropical de arrecifes coralinos
Si seguimos hacia el sur la costa de la pen¨ªnsula de la Florida, en Estados Unidos, el recorrido termina en un archipi¨¦lago cuya figura curva sirve de barrera entre el golfo de M¨¦xico y el oc¨¦ano Atl¨¢ntico. Este conjunto, formado por una serie de peque?as islas y arrecifes coralinos, constituye un ecosistema tropical de particular belleza y es lo que se conoce como los Cayos de Florida (Florida Keys).
En tiempos remotos, estos cayos, como tantos de la zona, eran el destino de piratas y buscadores de tesoros que llegaban atravesando los mares. Mucho tiempo despu¨¦s se convirtieron en refugio de artistas y escritores y escenario de pel¨ªculas como la famosa Cayo Largo, protagonizada por Humphrey Bogart y Lauren Bacall. Hoy son visitados por amantes de la naturaleza, la pesca y el buceo. Si bien existen aeropuertos y m¨²ltiples embarcaciones, no es necesario tomar estos medios para llegar, puesto que existe una carretera que conduce desde la ciudad de Miami hasta Cayo Hueso, el punto m¨¢s al sur.
Partiendo de Cayo Largo, en ruta por una carretera de 202 kil¨®metros y 42 puentes que atraviesan un mar turquesa. Un viaje en coche que lleva a Key West, la ciudad m¨¢s sure?a de Estados Unidos.
De isla en isla
En el archipi¨¦lago, la carretera comprende 202 kil¨®metros conectados por 42 puentes que van de isla en isla, y recorrerla es una experiencia placentera. El viaje alterna entre territorios habitados, manglares, playas desiertas y kil¨®metros con la visi¨®n del agua por todas partes. Algo que llama la atenci¨®n, adem¨¢s, es que en algunos tramos podemos ver un viejo puente, casi en paralelo a la carretera. Se trata del puente de Flagler. Henry Flagler fue quien construy¨®, a finales del siglo XIX, el ferrocarril que uni¨® Miami con las ciudades del norte, y m¨¢s adelante realiz¨® el ambicioso proyecto de conectar la Florida con los cayos a trav¨¦s de un ferrocarril que pasaba sobre diferentes puentes. Esta antigua construcci¨®n, hoy convertida en paseo peatonal, es lo que observamos desde la carretera moderna.
En todo el recorrido, atravesando los cayos, hay gran variedad de alojamientos, restaurantes con excelente gastronom¨ªa, donde destacan los platos a base de mariscos, y servicios de alquiler de embarcaciones, tanto para pescar como para ir de excursi¨®n submarina. En efecto, esta zona es un para¨ªso para recorrer en traje de ba?o con esn¨®rquel o con botella, depende del adiestramiento del buzo. Existen zonas de baja profundidad donde admirar los corales, y zonas m¨¢s profundas con restos de barcos hundidos que las especies marinas han convertido en sus colonias. Si no tenemos prisa, conviene detenerse para conocer las particularidades que ofrece cada una de las cinco regiones en que se divide el archipi¨¦lago.
Parque submarino
Cayo Largo es el m¨¢s cercano al continente. All¨ª se encuentra el parque submarino del arrecife de coral John Pennekamp, donde habitan cientos de especies de peces y las mayores formaciones de coral del pa¨ªs.
A continuaci¨®n, Islamorada, conocida como la "capital mundial de la pesca deportiva". Casi a mitad de camino entre Cayo Largo y Cayo Hueso se encuentra Marathon. En esta isla est¨¢ el Dolphin Research Center, un centro de investigaci¨®n de delfines donde podemos nadar con ellos. A la salida de Marathon comienza el puente de las Siete Millas, el m¨¢s largo y espectacular de todo el recorrido.
Big Pine Key, adem¨¢s del parque estatal Bah¨ªa Honda, con sus maravillosas playas, sorprende porque es refugio natural de una peque?a y protegida poblaci¨®n de venados.
Por ¨²ltimo, llegamos a Key West, llamado originalmente Cayo Hueso por los conquistadores espa?oles. Aqu¨ª termina Estados Unidos, como se se?ala en un punto: estamos en el extremo m¨¢s al sur del pa¨ªs y a 90 millas (166,68 kil¨®metros) de las costas de Cuba.
Key West es el m¨¢s hermoso de todos los cayos. Una ciudad de casas coloniales con pocos pisos de altura, jardines, tiendas de moda y de antig¨¹edades, galer¨ªas de arte, caf¨¦s, todos ba?ados por el solecito tropical que no resulta agresivo gracias a la cantidad de palmeras que nos cobijan mientras caminamos. Tiene varios museos interesantes: el de Arte e Historia, por ejemplo, o el Mar¨ªtimo Mel Fisher, que exhibe una colecci¨®n de tesoros recuperados de antiguos galeones espa?oles hundidos.
En Key West salta a la vista la presencia cubana; desde el siglo XIX ha sido territorio de exilio y emigraci¨®n de los habitantes de la isla vecina, y sus huellas podemos encontrarlas en tiendas y restaurantes, y en el teatro San Carlos, donde Jos¨¦ Mart¨ª, el padre de la independencia cubana, dio discursos. Pero si hay algo que hace de Key West un sitio particular es la atm¨®sfera que all¨ª se respira, la tranquilidad y el desenfado de la gente. Puedes entrar a un bar y descubrir que est¨¢ cantando un Elvis Presley resucitado, cambiar de bar y presenciar un concierto de guitarra, y as¨ª seguir viendo mundos diferentes sin tener que cambiar de calle.
El museo de Hemingway
Quiz¨¢ fue esta variedad la que admir¨® Hemingway, uno de los residentes m¨¢s ilustres que ha tenido la ciudad. En su antigua vivienda, hoy convertida en museo, se conservan retratos, trofeos de caza, libros y la m¨¢quina de escribir donde el premio Nobel cre¨® gran parte de su obra. Hemingway es una referencia en Key West, as¨ª que no podemos dejar de visitar el bar Sloppy Joe's, su favorito, para beber un trago mientras el escritor nos observa desde las paredes.
El bar Sloppy Joe's se encuentra en Duval Street, la calle m¨¢s c¨¦ntrica y frecuentada de la ciudad. No importa la hora que sea, siempre hay gente en las terrazas de los caf¨¦s o en los restaurantes, en las galer¨ªas, a pie o en bicicleta, en coches o en motos Harley-Davidson, da igual, lo importante es andar despacio, como si all¨ª el tiempo fuera otra cosa. S¨®lo hay que darse prisa si el sol comienza a descender, porque casi todos echan a andar calle Duval abajo hasta alcanzar el muelle Mallory Square, donde, una hora antes del ocaso, entre m¨²sica y actuaciones de artistas callejeros, se festeja cada tarde el espect¨¢culo de una hermos¨ªsima puesta de sol.
Y as¨ª, mientras el astro se esconde entre aguas tropicales para cerrar el d¨ªa, Key West se prepara para ofrecer su fren¨¦tica vida nocturna, lejos del continente, como una solitaria isla en el golfo.
Karla Su¨¢rez (La Habana, 1969) es autora de La viajera (Roca, 2005) y Silencios (Lengua de Trapo, 1999).
GU?A PR?CTICA
Datos b¨¢sicos
- Prefijo telef¨®nico: 00 1 305.
- Moneda: d¨®lar estadounidense (un euro equivale a unos 1,45 d¨®lares).
C¨®mo ir
- Iberia (902 400 500; www.iberia.com) vuela directo a Miami desde Madrid; el billete de ida y vuelta, desde 616,34 euros, tasas y gastos incluidos.
- American Airlines (902 11 55 70; www.americanairlines.es), vuelo directo a Miami desde Madrid; ida y vuelta, a partir de 652,34 euros, tasas y gastos incluidos.
- La autov¨ªa que recorre los cayos desde Miami es la US Highway 1.
Visitas
- Parque submarino John Pennekamp (www.pennekamppark.com; 451 12 02). M¨¢s informaci¨®n en la web de los parques estatales de Florida (www.floridastateparks.org).
- Dolphin Research Center (289 00 02; www.dolphins.org). Abre todos los d¨ªas de 9.00 a 16.30. Precio de entrada, adultos, 13,50 euros; ni?os entre 2 y 12 a?os, 9,30.
- Parque estatal Bah¨ªa Honda (872 32 10; www.bahiahondapark.com y www.floridastateparks.org). Precio de entrada por coche: un ocupante, 2,40 euros; dos ocupantes, 4,15; cada ocupante extra, 0,35 euros.
Informaci¨®n
- Turismo de los cayos de Florida (www.fla-keys.com). Adem¨¢s de informaci¨®n y mapas, ofrece un listado online de los hoteles, resorts y otro tipo de alojamiento en los cayos.
- www.florida-keys.fl.us.
- www.floridakeys.noaa.gov.
- Oficina de turismo de Florida (www.visitflorida.com).
- Web de la ciudad de Key West (www.keywestcity.com).
- www.usatourist.com.
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