Un hombre bueno
El superviviente Marcos Ana representa el mejor modelo de reconciliaci¨®n, una asignatura que cada d¨¦cada parece m¨¢s pendiente en nuestro pa¨ªs.
Marcos ha sobrevivido a varias penas de muerte, a muchas jornadas de tortura en las que le dejaban por imposible, convertido en un amasijo de carne, a la dur¨ªsima vida carcelaria, en condiciones dantescas, expuesto a todas las enfermedades del cuerpo y de la mente. Pero especialmente, Marcos Ana ha sobrevivido con una limpieza impresionante al odio. ?l es lo contrario al discurso de las "heridas abiertas", las suyas, profundas y persistentes (22 a?os, desde el a?o 39 al 61, arrastr¨¢ndose por distintas c¨¢rceles franquistas, dan para muchas y variadas heridas) como dec¨ªa, sus heridas las cerraron sus propias ganas de vivir y de convivir. Su pasi¨®n por la vida, y por la vida de los otros.
Es emocionante, cuando en el libro decide no dar el nombre de un compa?ero que le denunci¨® (aunque a causa de esta denuncia le cogieron y le condenaron a muerte), no le nombra pensando que el traidor tendr¨¢ en la actualidad, hijos, sobrinos y nietos, que no son responsables de su traici¨®n y que ahora se sentir¨ªan avergonzados.
Marcos Ana es un modelo de v¨ªctima, en estos a?os en que las v¨ªctimas salen a las calles (todo su derecho) a gritar su dolor (nada m¨¢s humano) pero que en ocasiones desafinan de un modo estridente. Marcos es una v¨ªctima que no pide venganza. Pide que el horror que el pueblo espa?ol vivi¨® durante y despu¨¦s de la guerra no se vuelva a repetir
Es muy importante, y ya s¨¦ que es un tema delicado (todo mi respeto y solidaridad a las v¨ªctimas de todo tipo de violencia), es esencial que las v¨ªctimas no sean un impedimento para la reconciliaci¨®n.
Marcos Ana representa todo esto. Y por ello le admiro, le quiero, y porque en el trato personal es lo m¨¢s parecido a un ¨¢ngel. No he conocido a nadie tan bueno. Por eso me gustar¨ªa hacer una pel¨ªcula sobre su vida. No existen tantos hombres buenos sobre los que hacer pel¨ªculas, en mi cine, desde luego, brillan por su ausencia. Pero naturalmente no es por su bonhom¨ªa, por rara que sea esta cualidad, por lo que quiero hacer la pel¨ªcula.
Su libro de memorias Decidme c¨®mo es un ¨¢rbol contiene en todos sus cap¨ªtulos material cinematogr¨¢fico de primer orden. Da para varias pel¨ªculas, muy distintas y de diversos g¨¦neros.
La que a m¨ª me interesa, la que espero abordar dentro de dos o tres a?os, una vez que termine las dos pel¨ªculas que tengo entre manos, empezar¨ªa con Marcos Ana saliendo de la c¨¢rcel en el a?o 61. Seg¨²n ¨¦l mismo confiesa era un ni?o de 42 a?os que se da de bruces con la libertad, en el Madrid de principio de los 60. La experiencia f¨ªsica fue dur¨ªsima, sus sentidos no est¨¢n acostumbrados a los espacios abiertos y extensos, ni a la luz, montar en un veh¨ªculo le provocaba v¨®mitos. Tampoco est¨¢ acostumbrado a la presencia de las mujeres j¨®venes. Le atraen enormemente pero reacciona como un ni?o.
Hay im¨¢genes muy pl¨¢sticas en el libro cuando describe su fascinaci¨®n por el sexo opuesto. Cuando ve una mujer, la sigue a escondidas hasta que desaparece en la boca del metro, o tras la puerta de su casa.
Una de las primeras noches en libertad encuentra a un antiguo compa?ero, que le lleva a un cabaret. Poco despu¨¦s le deja solo, con una de las prostitutas a la cual le ha pagado para que le atienda toda la noche. Esa primera noche con una mujer es lo que quiero contar. A lo largo de esa noche aparecer¨¢ todo su pasado, y el pasado de la prostituta a la que no me queda m¨¢s remedio que relacionar con alguno de sus compa?eros de prisi¨®n para cerrar la historia...
Juntos recorrer¨¢n el Madrid nocturno de la ¨¦poca, intercambiando soledades. Es la historia del primer amor de Marcos Ana, una prostituta que al final de la noche no le cobr¨®, porque noches como aquella no tienen precio.
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