"La desconfianza de las v¨ªctimas no se puede borrar de un brochazo"
La directora de V¨ªctimas del Terrorismo, Maixabel Lasa (Legorreta, 1951), y su adjunto, Txema Urkijo (Llodio 1961), culminar¨¢n el martes uno de sus mayores logros con la aprobaci¨®n por el Gobierno del proyecto de ley de Solidaridad, ella como m¨¢xima responsable y ¨¦l encargado de las cuestiones t¨¦cnicas.
Pregunta. El Congreso aprob¨® su ley de solidaridad con las v¨ªctimas en 1999. ?Por qu¨¦ han tenido que pasar tantos a?os para la vasca?
Maixabel Lasa (M. L.). Respecto a las v¨ªctimas todo, no s¨®lo lo de aqu¨ª, ha llegado demasiado tarde; te lo dicen ellas mismas. Es verdad que ha tardado, pero lo positivo es que se ha hecho.
Txema Urkijo (T. U.). La referencia no es muy justa, porque aquella ley s¨®lo fue para solventar el problema de las indemnizaciones que las v¨ªctimas no cobraban por insolvencia de los victimarios.
"La ley de V¨ªctimas obliga a los poderes a tener un discurso preciso sobre ellas"
"El apoyo ha sido el suficiente, por encima de c¨®mo nos hayamos sentido"
P. ?Qu¨¦ aporta, con tantas medidas de apoyo en marcha?
T. U. El rango no es una cuesti¨®n menor. Aporta solemnidad y certeza jur¨ªdicas y voluntad de permanencia. ?sta es una ley integral, que no s¨®lo contempla medidas asistenciales. Su gran valor es que conecta esas medidas con los valores de verdad, memoria, justicia y reparaci¨®n y convierte a las v¨ªctimas en sujeto de derechos respecto a esos valores de referencia.
M. L. Casi cuenta m¨¢s la exposici¨®n de motivos que el articulado, por la doctrina que incorpora al discurso pol¨ªtico sobre las v¨ªctimas y porque obliga a los poderes p¨²blicos de forma directa a ese discurso preciso.
P. ?Borrar¨¢ la ley los recelos de las v¨ªctimas con el Gobierno?
M. L. La desconfianza no se puede borrar de un brochazo.
T. U. Pero si se dice que por sus obras los conocer¨¦is, esto son obras.
P. ?Que sugerencias de las asociaciones han incorporado?
T. U. Sobre todo, a la exposici¨®n de motivos. La sensibilidad en cuestiones de discurso pol¨ªtico est¨¢ a flor de piel y el uso del lenguaje es muy importante. Y hemos resuelto la atenci¨®n a v¨ªctimas de otras comunidades.
P. ?Qu¨¦ peticiones han quedado fuera?
M. L. Algunas quer¨ªan que se acotara el concepto de v¨ªctima. Nuestra apuesta ha sido la contraria, en coincidencia con Covite: que no haya una definici¨®n cerrada, porque permite m¨¢s flexibilidad para no dejar fuera a personas que necesiten ayuda.
P. ?Por qu¨¦ no se citan los acuerdos parlamentarios un¨¢nimes de 2003 como referencia?
T. U. No se han obviado deliberadamente. No hay ning¨²n inconveniente en incorporarlos.
P. ?Qu¨¦ necesidad hab¨ªa de enmarcar la ley en el Plan de Paz y Convivencia del lehendakari, que las v¨ªctimas rechazan?
T. U. No hay necesidad. Ni los acuerdos parlamentarios ni el plan hablan de esta ley. Fue nuestro modo de aunar la declaraci¨®n de derechos que propon¨ªa el plan con el perfeccionamiento del sistema de ayudas.
M. L. Ser¨ªa una irresponsabilidad que la omisi¨®n de los acuerdos de 2003 o la menci¨®n del plan del lehendakari fueran motivo de disenso en esta ley.
P. ?Si las diferencias son de orden menor, qu¨¦ sigue pasando entre v¨ªctimas y Gobierno?
T. U. Hay que diferenciar entre los recelos de las v¨ªctimas con el Gobierno y su posici¨®n sobre el proyecto de ley y es ¨¦ste el que tiene vocaci¨®n de permanencia.
M. L. El Gobierno puede cambiar, la ley quedar¨¢. Las v¨ªctimas van a poder seguir participando a trav¨¦s de los grupos parlamentarios.
P. Son obvias las diferencias entre los partidos del Gobierno en esta cuesti¨®n. ?Ha obstaculizado ello su labor?
M. L. Nos han podido parecer peor o mejor ciertas declaraciones de algunos miembros del Gobierno, pero no nos han limitado, ni han sido impedimento para hacer las cosas.
T. U. Las diferencias no tienen por qu¨¦ resultar llamativas en un acuerdo entre tres partidos y con sensibilidades distintas dentro de cada uno de ellos. La pol¨ªtica es el arte de lograr cosas que nunca llegan a ser exactamente las que quieres. Si no se sabe eso, mejor no entrar.
P. Hasta el final han tenido que insistir para que se aprobara el proyecto de ley. ?Han tenido alguna vez la tentaci¨®n de marcharse?
M. L. No s¨¦ si tanto, pero ha habido momentos dif¨ªciles. Nos hemos sentido solos y no hemos sentido el calor que desde el Gobierno pensamos que se tiene que dar al tema de las v¨ªctimas. De todos modos, seguimos aqu¨ª. Lo que cuenta es el balance. De los altibajos te olvidas.
T. U. Si el resultado es satisfactorio, y lo es, significa que el apoyo ha sido el suficiente, por encima de c¨®mo nos hayamos sentido. No nos gusta en exceso la imagen de esta direcci¨®n como algo ajeno al Gobierno: somos Gobierno y nos queremos sentir Gobierno. Y que lo que hacemos sea considerado y asumido como acci¨®n del Gobierno.
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