Paseo radiactivo por Huelva

A s¨®lo unos centenares de metros de Huelva, en las marismas del Tinto, hay un rinc¨®n que es verdaderamente ¨²nico. Bajo un paisaje cubierto de vegetaci¨®n, sobre el que planean lentas las cig¨¹e?as y las gaviotas, se esconde un vertedero donde se guardan 4.857 toneladas -seg¨²n cifras del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN)- de materiales contaminados con cesio 137, un is¨®topo radiactivo artificial proveniente del accidente de la planta jerezana de Acerinox en 1998. Un informe del CSN ped¨ªa, el 14 de enero, "restringir de forma efectiva e inmediata el acceso a las zonas afectadas a toda persona ajena al programa de vigilancia radiol¨®gica ambiental que se realiza en ellas". El viernes, todav¨ªa era posible dar, libremente, un paseo radiactivo por la zona.

Hay toneladas de desperdicios radiactivos enterradas

El vertedero ha sido criticado por Greenpeace y otros grupos ecologistas

La oportunidad de caminar por este paisaje, cuyas toneladas de desperdicios radiactivos est¨¢n enterradas por monta?as de tierra y vegetaci¨®n, no ha sido siempre posible. El informe del CSN explica que Egmasa, la empresa dependiente de la Junta encargada de gestionar los trabajos de restauraci¨®n del espacio, contrat¨® los servicios de una compa?¨ªa privada de seguridad para vigilar el lugar. Pero en mayo de 2007, Egmasa remiti¨® un escrito al CSN indicando que, hac¨ªa dos meses que hab¨ªa dado por finalizados los trabajos de recuperaci¨®n ambiental de las marismas. "Actualmente,

no se est¨¢ llevando a cabo ning¨²n tipo de vigilancia f¨ªsica, tras la finalizaci¨®n por Egmasa de los trabajos de restauraci¨®n", aclaraba el informe del CSN.

El mismo documento recuerda que cuando Egmasa dio por concluido su trabajo, trat¨® de devolver la plena posesi¨®n de las balsas a Fertiberia, empresa titular de la concesi¨®n administrativa del terreno. Pero la compa?¨ªa fabricante de fertilizantes -que vierte sus residuos, los fosfoyesos, en unas balsas que ocupan 1.200 hect¨¢reas junto al vertedero donde se encuentra el cesio 137- afirm¨® no tener competencias para ejercer la necesaria vigilancia radiol¨®gica ni capacidad de restringir el paso a personas ajenas al programa, puesto que desconoc¨ªa los puntos contaminados ni sus ¨ªndices de radiaci¨®n.

El contencioso termin¨® en los tribunales. En el momento en el que el CSN emiti¨® su informe no estaba claro sobre qui¨¦n reca¨ªa la responsabilidad de las actividades. No obstante, el Consejo de Seguridad Nuclear decidi¨® que, hasta que no hubiese sentencia, "se puede entender que corresponde a esta entidad la responsabilidad en todo lo relativo a la normalizaci¨®n del CRI-9". Finalmente, la sentencia del Tribunal Supremo dictamin¨® a finales de enero que, efectivamente, era competencia de Egmasa gestionar el espacio.

Desde entonces, la empresa p¨²blica de la Junta ha insistido en que acometer¨¢ toda acci¨®n que se le ordene, "como siempre se ha hecho", aclaran sus portavoces. Pero Egmasa recuerda que no puede actuar libremente sobre unos terrenos que no son suyos, ya que al estar en un espacio de dominio mar¨ªtimo terrestre, la competencia es de la Direcci¨®n General de Costas.

Por tanto, la empresa ha remitido un escrito a Costas poni¨¦ndose a su disposici¨®n para realizar las medidas aconsejadas por el CSN, entre las que se incluye restringir el paso a personal no autorizado. Egmasa est¨¢ pendiente de una respuesta de la Direcci¨®n General de Costas para iniciar los trabajos.

El vertedero ha sido duramente criticado por Greenpeace y otros grupos ecologistas que han denunciado, a trav¨¦s de estudios, su inseguridad y las filtraciones de cesio 137 a las aguas de la marisma, con lo que se multiplicar¨ªa el riesgo de que los productos radiactivos pasasen a la cadena tr¨®fica y afectase a la poblaci¨®n.

Los ecologistas reclaman que los residuos sean llevados a una instalaci¨®n apropiada para este tipo de residuos, como la que existe en El Cabril (C¨®rdoba). El mismo informe de enero del CSN era muy duro con la gesti¨®n que se hab¨ªa hecho del espacio, pues reconoc¨ªa que "las acciones de remedio no han sido efectivas para conseguir el confinamiento de los productos inertizados contaminados con cesio".

No obstante, d¨ªas despu¨¦s, el propio Consejo emiti¨® un comunicado en el que indicaba que la zona afectada por estas deficiencias permanec¨ªa circunscrita al interior del dep¨®sito, "sin que se haya encontrado ninguna contaminaci¨®n de cesio 137 fuera del mismo y en v¨ªas de exposici¨®n que pudieran afectar a la poblaci¨®n".

En este sentido, el CSN volvi¨® a recordar que estaba garantizada "la protecci¨®n radiol¨®gica de la poblaci¨®n y del medio ambiente, como demuestran los datos disponibles de la vigilancia ambiental de la zona con la supervisi¨®n del organismo regulador".