El Madrid gobierna sin resultado
Dos notas aisladas del talento de Mancini y Totti empinan la eliminatoria para el conjunto de Schuster
Dos arrebatos del Roma, dos notas de talento de Mancini y Totti, sus actores principales, empinaron para el Madrid una eliminatoria en la que, en su primer acto, impuso su juego, pero le falt¨® la fertilidad de otras jornadas. Durante muchas fases del encuentro, el equipo de Schuster se movi¨® con patines y apenas sufri¨® m¨¢s rasgu?os que los tantos locales, dos jugadas aisladas que enmascararon el partido para el cuadro de Spalletti y dejaron al de Schuster con una exigente cita pendiente en Chamart¨ªn. El Madrid puso el f¨²tbol. El Roma, los goles. En este juego, la ecuaci¨®n no siempre cuadra. M¨¢xime cuando alg¨²n equipo exprime, aunque sea con cuentagotas, lo mejor que tiene, es decir Totti y Mancini. Igual que al equipo espa?ol no le falta talento para la remontada.
ROMA 2 - REAL MADRID 1
Roma: Doni; Panucci (Tonetto, m. 67), Mexes, Juan (Ferrari, m. 76), Cassetti; De Rossi, Pizarro (Aquilani, m. 62); Giuly, Perrotta, Mancini; y Totti. No utilizados: J. Sergio; Cicinho, Taddei y Vucinic.
Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Cannavaro, Heinze, Torres; Guti, Diarra (Drenthe, m. 79), Gago; Ra¨²l, Van Nistelrooy y Robben (Baptista, m. 79). No utilizados: Dudek; Salgado, Balboa, Higua¨ªn y Soldado.
Goles: 0-1. M. 8. Disparo de Guti que desv¨ªa Ra¨²l a gol. 1-1. M. 24. Rechace de Heinze que aprovecha Pizarro. 2-1. M. 58. Mancini bate a Casillas tras un pase de Totti.
?rbitro: Herbert Fendel (Alemania). Amonest¨® a Diarra, De Rossi, Torres, Perrotta, Ramos y Cassetti.
Unos 50.000 espectadores en el Ol¨ªmpico.
El Madrid mantuvo su acto de fe como si la Copa de Europa se le escapara sin remedio
El Madrid se despleg¨® desde el principio con gran autoridad, sin arrugas, con m¨¢s jerarqu¨ªa que el Roma, al que una y otra vez dej¨® en tanga con sus rondos en el centro del campo. Al equipo romano le cuesta un mundo birlar la pelota y el grupo de Schuster, con constantes movimientos en el balc¨®n del ¨¢rea de Doni, teji¨® el f¨²tbol con una velocidad agon¨ªstica para su rival, que se quedaba a un cuerpo de cualquier madridista en la mayor¨ªa de las jugadas. El Madrid tuvo el sosiego necesario para distraer y desgastar al adversario y, sobre todo en el primer tiempo, fue directo cuando la situaci¨®n le result¨® propicia, sin prisas. Especialmente Robben, que evidenci¨® las costuras con las que ya se mueve Panucci, a un paso de la jubilaci¨®n. El conjunto espa?ol supo explotar la veta de su ex lateral y la segunda vez que Robben encendi¨® el turbo lleg¨® el gol suburbial de Ra¨²l, un tanto para el registro de las piller¨ªas del madrile?o, uno de sus retratos preferidos. El servicio retrasado de Robben lo engatill¨® Guti con buena direcci¨®n, pero, por si acaso, Ra¨²l dio otra puntada y desvi¨® la pelota a la red. Un gol que acentu¨® la timidez del Roma, que muy pronto se sinti¨® al pie del Everest. Pero el Madrid no tuvo el picante de otras ocasiones y su contrario le hizo tiritar en sus dos ¨²nicos asaltos frente a Casillas.
Pocos equipos tienen un term¨®metro tan claro como el de Spalletti. Su aroma depende de Totti, que resulta contagioso para el resto. Todos le buscan, todos le quieren, nadie le pierde de vista. El Roma gravita alrededor de su capit¨¢n y ¨¦ste lleva un curso con muchas cicatrices. Le pesan las piernas y le falta algo de chispa, pero la magia perdura. Sin ¨¦l en plenitud, su equipo se rebaja porque su ataque es m¨¢s distinguido que su defensa, no tiene el genoma propio del calcio, no mina el campo. Por algo alrededor de Totti hay un ej¨¦rcito de brasile?os, inmigrantes habituales desde hace a?os en la squadra capitalina. Uno de ellos, el m¨¢s reputado, es Mancini, decisivo en el inesperado vuelco que dio el marcador. En su primer desborde a Sergio Ramos lleg¨® el gol de Pizarro; en su primera diagonal a espaldas de la zaga blanca, y tras el mejor pase de Totti en toda la noche, el Roma se puso en ventaja. Entre una y otra diana y de principio a fin, el Madrid fue mejor y, por extra?o que parezca, no hubo planos de Casillas.
El conjunto de Schuster nunca negoci¨® el resultado, descont¨® el partido de vuelta, y s¨®lo el enlace de Totti y Mancini le hizo despe?arse. Es lo que tiene enfrentarse con jugadores de rango, con futbolistas capaces de acudir al rescate en plena zozobra general.
Con el marcador retorcido, tampoco el Roma ofreci¨® su mejor versi¨®n. Se refugi¨® delante de su portero y desenchuf¨® a¨²n m¨¢s a sus dos pretorianos en el ataque. El Madrid mantuvo su acto de fe. Se atrincher¨® frente a la meta romana, como si la Copa de Europa se le escapara sin remedio. Desgastado Robben y con una tarjeta Diarra, Schuster envid¨® con Drenthe y Baptista. Y el Madrid estuvo a un cent¨ªmetro del empate, sobre todo tras un remate de Van Nistelrooy al poste y un considerable repertorio de llegadas y disparos. Se qued¨® en la periferia. El gobierno no le dio resultado. En Chamart¨ªn, santuario de este torneo, todas las v¨ªas est¨¢n abiertas. La m¨ªstica jugar¨¢ a favor del Madrid. El marcador, a favor del Roma.
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