Alto voltaje en el Celtic Park

Justo cuando arranca el tramo decisivo del curso, el Bar?a regresa al punto de partida desde una situaci¨®n razonable, y hasta cierto punto defendible desde la oficialidad, si se atiende a la manera en que ha trampeado un ejercicio delicado. Vuelven a juntarse por vez primera desde agosto los fant¨¢sticos (Ronaldinho, Henry, Eto'o y Messi) y Frank Rijkaard dispone pr¨¢cticamente de la plantilla al completo para afrontar los tres t¨ªtulos que deciden el a?o: Liga, Copa y Champions.

Eficaz en los torneos de ida y vuelta, el Bar?a no ha funcionado en la Liga por las lesiones y por la mala gesti¨®n de la delantera. Los atacantes no han marcado las diferencias y el t¨¦cnico no ha dado con la tecla que ponga en marcha el juego del equipo, de manera que va cinco puntos por debajo del Madrid, diferencia salvable si se corrige tras tanta tonter¨ªa como ha provocado el ir y venir de los fant¨¢sticos. Desde la mala experiencia, los azulgrana aspiran a enmendarse para bien y recomenzar la funci¨®n.

Del estadio escoc¨¦s han salido trasquilados Milan, Bayern, 'Juve' y Manchester United

No hay mejor torneo para marcar la pauta que la Copa de Europa y pocos escenarios resultan m¨¢s atractivos que el Celtic Park, donde han salido trasquilados equipos como el Milan, el Bayern, la Juve o el Manchester United. El Celtic s¨®lo ha perdido uno de los 16 duelos de la Champions disputados en su feudo, sin tener en cuenta la fase previa, y el vencedor fue el Bar?a en septiembre de 2004. Los azulgrana eran entonces un equipo en formaci¨®n y ahora est¨¢n en reconstrucci¨®n.

Aunque invicto durante el a?o, el Bar?a no transmite excesiva confianza, sino que sobrevive, t¨¦rmino acu?ado incluso por el ide¨®logo Cruyff. Ha perdido trazo, estilo y equilibrio, condicionado a menudo por sus delanteros. La alineaci¨®n ha dado muchas vueltas, el plantel est¨¢ falto de automatismos, el juego ya no es fluido ni sincronizado y, a fin de cuentas, los mejores son los que siempre han defendido el mismo puesto: Vald¨¦s y Milito. Rijkaard nunca se manej¨® bien en la abundancia y durante el a?o ha tenido problemas en la escasez.

Al t¨¦cnico le toca elegir nuevamente entre medios y puntas y puede que hasta prescinda no de un fant¨¢stico (Ronaldinho, que lleg¨® tarde al estadio y se present¨® al aeropuerto en taxi), sino de dos (Messi) para dar cabida al profundo Giovani o a uno de los tres volantes en un partido que exige control, juego de posici¨®n y posesi¨®n, circulaci¨®n del bal¨®n y esmero en los movimientos colectivos. Hay que dar la pelota, tocar y salir para evitar el cuerpo a cuerpo que propondr¨¢ el Celtic.

A la calidad f¨ªsica a?aden los escoceses matices t¨¢cticos en el despliegue, un buen meta (el polaco Boruc), dos delanteros intimidadores (McDonald y Vennegoor of Hesselink) y dos jugadores de banda estupendos como el t¨¦cnico Nakamura y el cohete McGeady, a quien ya se le compara con el m¨ªtico Johnstone. El Celtic Park quema con el juego vigoroso y entusiasta del equipo de Strachan. Ocho victorias seguidas avalan su salud futbol¨ªstica y confianza en evitar el triunfo n¨²mero 100 del Bar?a en la Champions.

El f¨²tbol le da una nueva oportunidad al Bar?a, que ha olvidado atacar tras aprender a defenderse. Ausente Eto'o, los azulgrana sumaron siete goles en ocho partidos. Hoy regresa el 9 y el Bar?a aspira a reencontrarse con el gol. Vuelven los fant¨¢sticos, autores de 38 de los 65 tantos, y con la fanfarria se anuncia circo como el de antes o espect¨¢culo.