Plaxo, Facebook, los datos y el poder en la Web 2.0
LA ESCARAMUZA QUE ACABA de oponer Plaxo a Facebook, dos sitios de redes sociales, anuncia una guerra de la que podr¨ªamos ser v¨ªctimas, pero de la que no podremos escapar. La cuesti¨®n es saber de qui¨¦n son los datos que ponemos en la web, algo esencial para quien entiende que su control es fuente de poder.
Plaxo cre¨® un importador de datos, un robot capaz de rascar informaciones de otros sitios, y pidi¨® a varios periodistas y blogueros que lo probaran en Facebook. Robert Scoble, uno de los m¨¢s conocidos, lo us¨® para copiar los nombres, apellidos, fecha de nacimiento y direcci¨®n de correo de los 5.000 amigos que ah¨ª tiene. Una manera poco elegante -pero eficiente- de reconstituir su perfil social en otra parte (jura no haberlo dado a Plaxo).
De qui¨¦n son los datos que ponemos en la 'web', algo esencial para quien cree que su control es fuente de poder. Plaxo cre¨® un robot que rasca datos de otros sitios
Para evitar que esto pase, Facebook tiene un sistema por el cual las direcciones de correo no aparecen como textos (f¨¢ciles de leer), sino como im¨¢genes. La astucia de Plaxo consisti¨® en idear un robot que funciona sobre la base del reconocimiento ¨®ptico de las letras y capaz, por tanto, de leer tales im¨¢genes.
Al detectar la inusual actividad contraria a sus normas, Facebook cerr¨® la cuenta de Scoble, que lo denunci¨® en Twitter. Sus fans protestaron en seguida y hasta crearon un grupo de apoyo... en Facebook, que decidi¨® devolverle su cuenta. No es tan c¨®mico como parece.
Nicholas Carr, agudo analista de los negocios en la web, critica duramente a Scoble alegando que los datos de sus amigos no le pertenecen a ¨¦l. "Si eres inteligente", escribe, "pensar¨¢s que son mis datos y te pondr¨¢s muy nervioso si alguien puede aspirarlos f¨¢cilmente en la base de datos de Facebook y moverlos a otra, sin tu conocimiento ni autorizaci¨®n". Con matices, Michael Arrington, de Tech Crunch, adopta una actitud similar.
Loable, pero el argumento est¨¢ complicado por el hecho de que los amigos de Scoble, encantados de tener a tal celebridad en su red, le entregaron sus propios datos. Nada le prohibir¨ªa ahora bajarlos manualmente o pagar a alguien para que lo hiciera.
M¨¢s serio todav¨ªa es el argumento esgrimido por Paul Buchheit, creador de Gmail. Nota que Facebook utiliza herramientas similares para extraer los datos de todos los contactos que tenemos en Gmail, Yahoo y Hotmail, una pr¨¢ctica igualmente prohibida por las normas de dichas empresas. "La pregunta es", escribe Buchheit, "si Gmail, Yahoo y Hotmail deben bloquear Facebook (o cerrar las cuentas de quienes utilizan el buscador de amigos de Facebook) por violar sus normas".
Kara Swisher, columnista del Wall Street Journal, est¨¢ claramente en el campo opuesto. Estima que Scoble apunt¨® con maestr¨ªa al tal¨®n de Aquiles de Facebook, el problema delicado de la portabilidad de los datos y del control que uno deber¨ªa tener sobre la informaci¨®n que a ¨¦l / ella se refiere en l¨ªnea. Matthew Ingram del Globe and Mail dice que Facebook deber¨ªa "facilitar a la gente la posibilidad de mover sus datos a otro lugar". Ambos invitan a Facebook a unirse a la organizaci¨®n Dataportability.org, cuya filosof¨ªa es: "Deber¨ªa ser posible dejar que las herramientas y empresas de nuestra elecci¨®n descubran y compartan nuestras identidades, fotos, v¨ªdeos y dem¨¢s formas de datos personales". La pregunta es ?de qui¨¦n son los datos?
Ambos lados dicen defender valores similares, pero en realidad se trata de una guerra. Scoble se prest¨® a que Plaxo pusiera de manifiesto el lado oscuro y cerrado de Facebook. M¨¢s peque?o que su rival, se beneficia con una web m¨¢s abierta y, de hecho, es parte de la iniciativa Open Social propuesta por Google.
Est¨¢ en juego nada menos que el poder en la era de la web 2.0. Tim O'Reilly ya hab¨ªa se?alado en su ensayo fundador que "los datos son el nuevo Intel Inside", lo que hace que la m¨¢quina funcione. La revista Wired explica que numerosas start-ups viven de los datos que rascan en sitios m¨¢s importantes. Scott Krap, de Publishing 2.0, escribe bajo el t¨ªtulo La pr¨®xima guerra por los datos en la web: los datos son poder. Facebook est¨¢ valorado en 15.000 millones de d¨®lares por una sencilla raz¨®n: el potencial para usar los datos de sus usuarios.
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