El Sevilla sigue en el laberinto
Los fallos en defensa condenan al conjunto andaluz ante un volc¨¢nico Fenerbah?e
El Sevilla se enfrentaba a un partido recio del que se esperaban consecuencias revitalizantes. Al v¨¦rtigo de la competici¨®n se sumaba ayer el efecto intimidatorio que siempre producen los ruidosos seguidores turcos. Con lo que s¨ª que contaba el Sevilla era con la convicci¨®n de ser mejor que su oponente, un conjunto con fama de gastador en su pa¨ªs y que con sus billetes se ha dedicado a comprar talento brasile?o, aunque el resultado no tenga ni el ritmo ni la gracia que se esperaba obtener con el desembolso. La Liga de Campeones supone adem¨¢s el lugar id¨®neo para que el conjunto sevillista se recuerde o se reinvente, el mejor sitio para dejar atr¨¢s las dudas que le han atenazado a lo largo de lo que va de curso. Pero el conjunto andaluz reincidi¨® en muchos de los defectos que le han llevado a sufrir esta temporada casi tanto como hab¨ªa disfrutado en las dos anteriores. El equipo de Jim¨¦nez anda escaso de alma. Donde anta?o se revolv¨ªa y resurg¨ªa hoy claudica. La de ayer fue otra oportunidad perdida para almacenar.
FENERBAH?E 3 - SEVILLA 2
Fenerbah?e: Demirel; G?n¨¹l, Edu, Lugano, Roberto Carlos (Vederson, m. 67); Sel?uk, Aurelio, Ugur Boral (Kazim, m. 78); Deivid, Alex y Kezman (Sent¨¹rk, m. 82). No utilizados: Kulbilge; ?akmak, Turaci y Maldonado.
Sevilla: Palop; Alves, Escud¨¦, Dragutinovic, Adriano; Navas, Poulsen, Keita, Duda (Capel, m. 62); Kanout¨¦ y Luis Fabiano. No utilizados: De Sanctis; Renato, Mosquera, Maresca, Kon¨¦ y Fazio.
Goles: 1-0. M. 16. Kezman, de cabeza. 1-1. M. 23. Edu, en propia meta. 2-1. M. 56. Lugano, de cabeza. 2-2. M. 65. Escud¨¦ remata con la izquierda un centro de Poulsen. 3-2. M. 87. Sent¨¹rk, a pase de Alex dentro del ¨¢rea.
?rbitro: Florian Meyer (Alemania). Amonest¨® a Boral, Kezman, Roberto Carlos, Palop, Alex y Sel?uk.
Unos 50.000 espectadores en el S¨¹kr¨¹ Saracoglu.
Donde antes se revolv¨ªa y resurg¨ªa, ahora el equipo de Jim¨¦nez claudica
El Fenerbah?e, que hasta ayer no hab¨ªa ganado nunca a un conjunto espa?ol, es hijo del gran Zico y cuenta con jugadores que, aunque lejos de su momento de esplendor, a¨²n asustan cuando se les nombra en la alineaci¨®n del contrario, casos de Roberto Carlos y Alex. Claro que el conjunto turco no goza de ninguno de los rasgos de la belleza de sus ancestros ni siquiera de su padre futbol¨ªstico. Su alineaci¨®n esconde una defensa que nunca baja de cinco componentes y un despliegue por las bandas asim¨¦trico, m¨¢s musculado por la banda que ocupa Roberto Carlos, aunque el pu?al no sea ya el desgastado lateral brasile?o, sino el infatigable Boral, principal protagonista del primer gol de su equipo. Y es que el Fenerbah?e puede ser tosco y hasta previsible, pero tampoco conviene fiarse. El intercambio de posiciones entre Roberto Carlos y el interior turco acab¨® con una veloc¨ªsima carrera de este ¨²ltimo, que se libr¨® de un tipo tan pelma en la persecuci¨®n como Alves con tremenda facilidad y centr¨® al coraz¨®n del ¨¢rea, donde Kezman remat¨® en una soledad sonrojante para los sevillistas. El delantero convirti¨® el dominio que hab¨ªan mostrado hasta ese momento en algo un poco mentiroso.
Sin la referencia de su jugador m¨¢s en forma, Diego Capel, el conjunto andaluz combin¨® buen toque con escasas ideas. El equipo de Zico se pleg¨® como un acorde¨®n en cuanto el cabezazo de Kezman bes¨® la red de Palop. Al Sevilla le pesaron las dudas que arrastraba sobre su capacidad defensiva. Aunque en eso ambos contendientes estaban iguales. Especialmente desde que un centro desde la banda de Daniel Alves acab¨® en la red gracias al mal despeje de Edu.
El empate trajo bastante m¨¢s adrenalina al encuentro, m¨¢s carreras, m¨¢s emociones, pero el f¨²tbol sigui¨® siendo timorato e inevitablemente pobre. El Sevilla perdon¨® otro gol en un contraataque en el que los atacantes triplicaban a los defensores. Poco m¨¢s tarde, Alex hizo lo propio en nombre del Fenerbah?e con un lanzamiento desviado a menos de dos metros de la l¨ªnea de gol.
La reanudaci¨®n no trajo casi nada nuevo al encuentro. M¨¢s bien, ambos equipos volvieron a padecer los mismos defectos. Lugano adelant¨® a los suyos con un cabezazo a la salida de un c¨®rner y Escud¨¦ revivi¨® el empate al culminar una jugada ensayada, tambi¨¦n tras un saque de esquina. Era la primera jugada en la que intervino Capel. El empate pareci¨® servir a ambos conjuntos, pero quiz¨¢ los turcos creyeron m¨¢s en la posibilidad de un ¨²ltimo acierto -o m¨¢s bien fallo de la defensa del Sevilla, tal y como estaba el panorama ayer-. Y el acierto lo tuvo Sel?uk en otra jugada en la que ni la defensa ni el portero sevillista estuvieron de nuevo a la altura de lo que un equipo con estas miras necesita y merece. El Sevilla sigui¨® sin encontrarse en Europa.
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