Mas admite ahora que la Generalitat no es moneda de cambio para apoyar al PSOE

Los dirigentes de Converg¨¨ncia, incluido su l¨ªder Artur Mas, se han pasado una semana proclamando a los cuatro vientos que Jos¨¦ Montilla ver¨¢ tambalearse como presidente de la Generalitat si el PSOE necesita a CiU para gobernar tras el 9-M. Pero ayer, en una tensa sesi¨®n en el Parlamento catal¨¢n -con pitos, silbidos y una bronca espectacular- Mas matiz¨® sus palabras: no acceder¨¢ a la primera l¨ªnea del Gobierno catal¨¢n si no es a trav¨¦s de las urnas.

La C¨¢mara se anticip¨® 24 horas a la enconada batalla de la campa?a electoral. El diputado de Esquerra Republicana, Joan Ridao, -cabeza de cartel en las generales- acus¨® a Converg¨¨ncia i Uni¨® de querer comprar la presidencia de la Generalitat a cambio de dar sus votos a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. "Siento verg¨¹enza por este ejercicio de sucursalismo por alguien que se llama nacionalista", afirm¨®.

Este alguien es Artur Mas, quien visiblemente molesto por tal acusaci¨®n tuvo que salir a la tribuna para proclamar que renuncia a presentar una moci¨®n de censura para obtener la presidencia, que nunca este cargo ser¨¢ moneda de cambio para apoyar al PSOE y que se resigna a acceder al Gobierno catal¨¢n ¨²nicamente por la v¨ªa del voto mayoritario de las urnas. Una promesa, dijo, para no utilizar las artima?as de los partidos de la izquierda y del presidente Jos¨¦ Montilla: "Ustedes, con un tripartito oculto, enga?aron al pueblo de Catalu?a". Las palabras de Mas acabaron por enrarecer el ambiente en el hemiciclo.

La andanada de ERC le vino como anillo al dedo al l¨ªder convergente. Le sirvi¨® a Mas para responder al candidato independentista pero tambi¨¦n para arreglar el desaguisado que ¨¦l mismo y los suyos hab¨ªan creado durante la convalecencia hospitalaria del democristiano Josep Antoni Duran Lleida, candidato a la reelecci¨®n como diputado.

Duran siempre hab¨ªa dicho que si CiU gobernaba con el PSOE esta alianza tendr¨ªa consecuencias para el mapa pol¨ªtico catal¨¢n. Pero los convergentes han transformado esta insinuaci¨®n en una compraventa de votos y de gobiernos. El n¨²mero dos de la lista por Barcelona, Pere Macias, lleg¨® a decir que Montilla no durar¨ªa dos meses. Y el propio Mas reclam¨® a Zapatero un contrato con luz y taqu¨ªgrafos para que en Catalu?a, a partir de las generales, gobernara la lista m¨¢s votada o que el apoyo de CiU a Zapatero supondr¨ªa "el inicio del fin del tripartito".