La oposici¨®n se marca el objetivo de evitar la mayor¨ªa absoluta del PSOE

La oposici¨®n comparte un objetivo en la campa?a electoral que arranc¨® la medianoche de ayer: que el PSOE pierda la mayor¨ªa absoluta. El ¨¦xito y el fracaso de los principales partidos en liza tiene un n¨²mero, 55, la cifra que se?ala el fiel de esa mayor¨ªa en el Parlamento andaluz, integrado por 109 diputados.

Si hay que hacerle caso a todas las encuestas publicadas, el mapa electoral de Andaluc¨ªa se va mantener invariable. Los sondeos pronostican una nueva mayor¨ªa absoluta del PSOE y se?alan que el ¨²nico partido que sube en apoyos es el PP. Es una inc¨®gnita el futuro que les deparar¨¢ las urnas a los partidos minoritarios, Izquierda Unida y Coalici¨®n Andalucista, atenazados desde hace ya varias legislaturas por un bipartidismo feroz.

La falta de incertidumbre sobre el resultado, el convencimiento de que otra vez el PSOE va a ganar despu¨¦s de 26 a?os en el poder, es el peor enemigo de los socialistas en estas como en otras elecciones, porque puede provocar que su electorado opte por quedarse en casa. El candidato del PSOE a la reelecci¨®n por sexta vez, Manuel Chaves, abri¨® anoche la campa?a en C¨¢diz junto con Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, n¨²mero uno al Congreso, y pr¨¢cticamente todos sus mensajes enfocaron a la misma direcci¨®n: no hay que hacerle caso a las encuestas, la abstenci¨®n significa votar a la derecha. En una de las provincias donde los andalucistas conservan m¨¢s apoyos, Chaves se dirigi¨® al votante del PA para que no emigre hacia el PP porque "votar a la derecha es hacerlo contra el progreso de Andaluc¨ªa".

Los c¨¢lculos del PSOE estiman que con un 70% de participaci¨®n (hace cuatro a?os fue del 74,6%) volver¨ªa a gobernar sin necesidad de alianzas. De ah¨ª que durante la precampa?a, haya sacado a pasear el espantajo de la etapa de la pinza entre PP e IU en la cuarta legislatura (1994.1996). Es un mensaje dirigido al coraz¨®n y la memoria de sus votantes para sacudirlo de la posible modorra electoral.

Pero adem¨¢s de pedir votos para ¨¦l, Chaves pide con el mismo ardor el apoyo para Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, no s¨®lo porque a Andaluc¨ªa "nunca le ha ido bien con la derecha", seg¨²n ¨¦l, sino tambi¨¦n por las consecuencias internas que tendr¨ªa para el PSOE volver a la oposici¨®n. Los socialistas aspiran a mantener los 38 de los 61 diputados al Congreso que se eligen en Andaluc¨ªa.Al igual que los socialistas pero a la inversa, el PP cree que sus posibilidades de quedar bien, es decir, la p¨¦rdida de mayor¨ªa absoluta del PSOE, dependen de que la participaci¨®n se mantenga en torno al 65%. Su candidato, Javier Arenas, vuelve por tercera vez a intentar batir a Chaves, pero esta vez en lugar de Sevilla, su provincia natal, por Almer¨ªa, donde cree que puede superar en votos al PSOE. "Vamos a por todas", dijo ayer el popular quien abri¨® campa?a tambi¨¦n en C¨¢diz junto al candidato a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy.

Arenas ha hecho un esfuerzo en la precampa?a por no entrar en el cuerpo a cuerpo con Chaves, sino en dar a conocer su programa de gobierno cuajado en promesas dirigidas al bolsillo de las familias. "No hay que temer al cambio", "los andaluces tienen derecho a conocer otra forma de gobierno", insiste machaconamente. Aunque asegura que si pierde ocupar¨¢ su esca?o durante cuatro a?os es bastante improbable que en 2012 sea de nuevo el cartel electoral popular, como tambi¨¦n lo es que repita Chaves si vuelve a ganar.

Otro viejo conocido del socialista y del popular es el candidato de Izquierda Unida, Diego Valderas, quien se juega como en 2004 no salir elegido candidato por Huelva, su circunscripci¨®n. La incertidumbre mayor se cierne sobre los andalucistas. Las encuestas barruntan su pr¨¢ctica desaparici¨®n del mapa electoral, salvo en C¨¢diz y Sevilla.