"Me he resistido a Madrid"
El diputado sevillano es el ¨²nico que permanece en las Cortes desde 1977
Alfonso Guerra llega puntual a la cita, concertada a trav¨¦s de una amiga com¨²n. 10.30 de la ma?ana en la glorieta de B¨¦cquer en el sevillano parque de Mar¨ªa Luisa. Es el sitio que ha elegido para la foto de este reportaje. Aqu¨ª ven¨ªa a diario cuando era chico y con sus hijos cuando ¨¦stos eran peque?os. "La glorieta de B¨¦cquer es lo m¨¢s significativo respecto de la recepci¨®n literaria que tengan los sevillanos. Hay gente que se sabe de memoria los poemas de B¨¦cquer y que jam¨¢s ha le¨ªdo a ning¨²n otro. B¨¦cquer representa el esp¨ªritu de percepci¨®n de la vida de los sevillanos", explica mientras toma un caf¨¦ en taza peque?a largo de leche.
Diputado por Sevilla desde 1977, ex vicesecretario general del PSOE y ex vicepresidente del Gobierno, Guerra es el ¨²nico superviviente del primer Parlamento de Espa?a tras la dictadura, el ¨²nico de 350 que queda de una generaci¨®n que redact¨® la Constituci¨®n y pilot¨® la transici¨®n democr¨¢tica. "Me parece escandaloso", afirma. Guerra atribuye esa fagocitaci¨®n de la experiencia a una "moda", aunque est¨¢ convencido de que "volver¨¢n las aguas". "Ahora, la juventud y la femineidad es un plus. Cuanto m¨¢s joven, mejor; y mejor, mujer que hombre". Guerra dice no entender por qu¨¦ detr¨¢s de los m¨ªtines aparecen s¨®lo j¨®venes detr¨¢s del orador cuando la edad media de los asistentes es mayor. "Pero, esto ?qu¨¦ es?", exclama con esa entonaci¨®n peculiar¨ªsima que utiliza en los m¨ªtines para captar la atenci¨®n. "Es el mismo mecanismo que hace que despu¨¦s en las listas se procure hacer una cosa parecida. Se extermine a todo el que tenga experiencia. No lo entiendo".
No est¨¢ de acuerdo con las cuotas de mujeres ni con las listas 'cremallera'
Guerra no est¨¢ de acuerdo con las cuotas de mujeres ni, por supuesto, con las listas cremallera. "El nombre me parece horrible". Considera las cuotas un "error para la parte femenina de la poblaci¨®n" y cree que la presencia de la mujer en pol¨ªtica se puede hacer sin necesidad de obligar por ley.
Lleva Guerra desde hace una treintena de a?os pasando la mitad de la semana en Madrid, pero all¨ª no tiene "casa". La mitad de la semana de 30 a?os es casi la mitad de la mitad de la vida, pero Madrid no es su ciudad. ?Y qu¨¦ hace all¨ª? "Trabajar duro desde temprano hasta la noche, porque como no quiero hacer otra cosa... No quiero meterme en la vida de Madrid, quiz¨¢s me he resistido a captarla. En Madrid, giro en una esquina y no s¨¦ lo que me voy a encontrar; en Sevilla, yo s¨¦ lo que voy a ver antes de girar. Yo vivo en Sevilla y trabajo en Madrid".
Guerra no cuenta nada que no se sepa de su vida privada. Tal vez, porque las preguntas no sean las adecuadas o quiz¨¢s porque interpreta continuamente a un personaje que se llama como ¨¦l. "La gente cree que s¨®lo leo a Machado, que s¨®lo escucho a Malher y que s¨®lo tomo chocolate, pero no es verdad. Me gustan otras cosas en la vida". Despu¨¦s de esta declaraci¨®n pareciera que Guerra fuera a revelar algo soprendente. ?Qu¨¦ cosas? "Mozart me parece extraordinario, Bruckner, Brahms, Bach... Pero, bueno, me ha tocado Mahler. Muchas veces me piden conferencias de Machado. ?Otra vez?, ?por qu¨¦ no hablo de Juan Gil Albert o de Juan Chab¨¢s o de Miguel Hern¨¢ndez?".
Guerra no tiene un hobby ni colecciona nada. Su pasi¨®n son los libros. "Mont¨¦ una librer¨ªa para poder leer libros". Lee varios a la vez. Ahora est¨¢ con cinco y documentaci¨®n sobre la pol¨ªtica cultural de la Segunda Rep¨²blica. El tiempo lo saca de las horas de sue?o. Duerme cuatro o cinco horas, pero tambi¨¦n puede dormir "una o ninguna o tambi¨¦n siete. Puedo controlar el tiempo de sue?o".
Ve muy poca televisi¨®n. Cuando puede, informativos y pel¨ªculas antiguas. Series, muy pocas. "Antes hab¨ªa muy buenas de la BBC y tengo muchas que no se han puesto en Espa?a". S¨¢bados y domingos a partir de las cuatro de la tarde no perdona su cita con el cine. "Estoy al d¨ªa de todo lo que merezca la pena". Suele ir al Avenida, el ¨²nico de Sevilla que programa versi¨®n original.
Reconoce que "manda muchos" SMS y que escribe todas las palabras completas. "Mis hijos se sorprenden: '?C¨®mo escribes tanto?' me dicen". Asegura que es "bastante padrazo" y que sus hijos, de 28 y 24 a?os, llevan bien el que ¨¦l sea una persona muy conocida, aunque "supone" que les es dif¨ªcil.
Guerra no subir¨¢ hoy a la tribuna en el mitin central del PSOE en Dos Hermanas (Sevilla). ?Por qu¨¦? "Yo no hago la lista de oradores", responde, al tiempo que reconoce que su forma de hablar gusta a la gente de "aqu¨ª y de todas partes". Experto en elecciones, defiende la celebraci¨®n de los m¨ªtines por su efecto multiplicador. "Van los convencidos, pero se van con un motor en la espalda, m¨¢s animados cuando salen, bueno... en funci¨®n de qui¨¦n les habla".
Guerra habla con mucha distancia de la foto de la tortilla, en la que aparec¨ªan ¨¦l y Felipe Gonz¨¢lez, entonces j¨®venes dirigentes socialistas que m¨¢s tarde llevaron al PSOE a ganar las elecciones. ?Qu¨¦ queda de eso?
-Supongo que tendr¨¢ el clich¨¦ quien lo tenga. No s¨¦ qu¨¦ significado tuvo, se lo han dado los periodistas, dice.
Cuando se le inquiere sobre c¨®mo recuerda la pelea entre guerristas y renovadores, el diputado socialista corrige de inmediato. "Est¨¢ mal dicho. No hay una pelea, sino una operaci¨®n que llaman renovaci¨®n y que es: a ver c¨®mo empujo a los que puedo empujar para ponerme yo. Esa es la ¨²nica realidad que la prensa no ha querido ver nunca. Fue una gran farsa envuelta en ideolog¨ªa".
Le hago la pregunta que me traslada un compa?ero. ?Qu¨¦ piensa de verdad sobre Zapatero y sobre Chaves? "Eso es ganas de montar el circo", rega?a con formas suaves. Pero contesta. De Zapatero dice que presenta un balance "muy positivo" que ha sido "eclipsado" por el debate territorial y el terrorismo, gestionados con "un poco de ingenuidad", y la oposicion desleal del PP. "Lo de Chaves es diferente, porque ¨¦ste no es de una nueva generaci¨®n, sino de la antigua que algunos de ellos dec¨ªan que hab¨ªa que renovar pero siempre guardando algunos puestos". Y de inmediato a?ade, como para arreglarlo: "En Andaluc¨ªa el PSOE juega en un terreno muy favorable. El olfato de la gente es que estos [los del PP] no nos defienden".
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