El Banco de Espa?a pone en la diana a los despachos de abogados
El servicio antiblanqueo reclama informaci¨®n a diez bufetes
La misiva lleg¨® en Navidades y cay¨® como una bomba. El Sepblac (Servicio de Prevenci¨®n del Blanqueo de Capitales), un organismo integrado en el Banco de Espa?a, requer¨ªa por escrito a varios despachos de abogados una informaci¨®n exhaustiva sobre todas sus actividades. Seg¨²n fuentes del sector, la carta le lleg¨® a diez bufetes seleccionados por su tama?o, su localizaci¨®n geogr¨¢fica y su especialidad.
Los investigados deben informar de la identidad de sus clientes
La carta provoc¨® reuniones entre las cuatro grandes firmas de Espa?a
La carta corri¨® como la p¨®lvora en el sector. Hubo contactos entre los despachos m¨¢s grandes (Garrigues, Cuatrecasas, Ur¨ªa & Men¨¦ndez, G¨®mez Acebo y Pombo). Junto al requerimiento de informaci¨®n, hab¨ªa un anuncio en ciernes: "Una vez recibida su contestaci¨®n podr¨¢ decidirse la realizaci¨®n de una visita de inspecci¨®n". Un miembro de uno de los bufetes consultados lo reconoce: "El tono de la carta nos ha parecido muy duro". La ¨¦poca en la que los despachos de abogados se sab¨ªan intocables ha terminado.
Las ¨²ltimas operaciones policiales relacionadas con el blanqueo de capitales en Espa?a hab¨ªan puesto de manifiesto la decisiva intervenci¨®n que hab¨ªan tenido determinados bufetes de abogados a la hora de crear sociedades opacas y ocultar un buen n¨²mero de transacciones econ¨®micas. As¨ª sucedi¨® en operaciones tan conocidas como Ballena Blanca, Malaya o Hidalgo, que ten¨ªan un com¨²n denominador: las operaciones de lavado se fraguaban en bufetes. Las investigaciones demostraron c¨®mo ciertos despachos operaban con facilidad en para¨ªsos fiscales y no parec¨ªan tener demasiados escr¨²pulos a la hora de aceptar clientes poco edificantes, entre ellos algunos conocidos delincuentes internacionales. Esa impunidad a la hora de crear sociedades opacas llev¨® a algunos investigadores a afirmar que "los verdaderos para¨ªsos fiscales de Espa?a est¨¢n en Marbella y en el paseo de la Castellana (Madrid)".
El decisivo papel que pod¨ªan interpretar ciertos colectivos profesionales en el lavado de dinero hab¨ªa motivado una serie de reformas en la legislaci¨®n internacional en materia de prevenci¨®n del blanqueo. En aplicaci¨®n de dichas reformas, notarios, inmobiliarias, asesores fiscales y abogados pasan ser considerados como "sujetos obligados" y deben informar a las autoridades de cualquier operaci¨®n sospechosa.
La incorporaci¨®n de estos colectivos en la lucha contra el blanqueo ha sido lenta, en algunas ocasiones hasta perezosa, pero mientras los notarios, las inmobiliarias y los asesores fiscales parecen haber entrado por el buen camino, no pod¨ªa decirse lo mismo de los despachos de abogados.
La propia memoria del Sepblac correspondiente al a?o 2006 describe esta situaci¨®n. El n¨²mero de sujetos obligados ha pasado de 2.550 en 2005 a 8.990 a finales de 2006, gracias sobre todo a la incorporaci¨®n de los notarios y los asesores fiscales a la lucha contra el blanqueo. Los notarios censados pasaron de 216 a 2.823 y los asesores de 17 a 3.063. Las propias inmobiliarias se hab¨ªan incorporado a esa lucha (de 1.196 a 1.942). Sin embargo, no hab¨ªa noticias de los despachos de abogados, hasta el punto de que dicha memoria, siempre muy prudente en sus manifestaciones, llegaba a exponer que llamaba "especialmente la atenci¨®n el bajo n¨²mero de abogados": el n¨²mero de despachos censados era de 84 a finales de 2006.
Vista la situaci¨®n y los antecedentes de las operaciones policiales, parec¨ªa que no iba a transcurrir demasiado tiempo hasta que el Banco de Espa?a pusiera sus ojos en los bufetes. Aun as¨ª, la carta enviada por el director del Sepblac a diez despachos ha provocado un enorme nerviosismo, seg¨²n reconocen algunas fuentes. "Hay que tener en cuenta", dice un socio de uno de esos despachos, "que muchos despachos se han especializado en el dise?o de productos opacos al fisco, en estrategias de concepci¨®n y dise?o de sociedades. Es toda una l¨ªnea de negocio que se puede hundir, porque toda aquella operaci¨®n que supere los 120.000 euros puede ser objeto de una actividad de blanqueo seg¨²n la normativa y el responsable ser¨ªa el abogado".
Dicha fuente reconoce que la mayor¨ªa de los despachos no est¨¢n preparados para suministrar el tipo de informaci¨®n que requiere el Sepblac, quien no s¨®lo desea saber el tipo de personal que trabaja en cada despacho y sus funciones, sino tambi¨¦n su pol¨ªtica de admisi¨®n de clientes, el detalle de las transacciones societarias, de la gesti¨®n de fondos y cuentas corrientes, as¨ª como la identidad de los clientes para quienes efect¨²an todo este tipo de servicios.
Ignacio Palicio, director del Sepblac, trata de quitar dramatismo a la carta que ¨¦l mismo firma. "Hay que entenderla desde la normalidad y no dramatizar. No se trata de ninguna persecuci¨®n. Desde hace dos a?os, los abogados son sujetos obligados en la lucha contra el blanqueo y deben entender que el Sepblac debe hacer labores de inspecci¨®n. Los bancos, por ejemplo, tienen ya una experiencia de muchos a?os en esta materia y entienden que estos procedimientos no son excepcionales".
No es ¨¦sta la sensaci¨®n que tienen en los despachos. Desde la llegada de las primeras notificaciones se han producido algunas reuniones al m¨¢s alto nivel, tanto por parte de los afectados como de los no afectados. Y es que la sensaci¨®n que se ha trasladado es que la impunidad de los bufetes se ha terminado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.