Do you speak Spanish?
Parece ser un sino de la democracia espa?ola que ninguno de sus presidentes de Gobierno, con la excepci¨®n de Calvo-Sotelo, haya hablado ingl¨¦s. Aznar ha hecho el esfuerzo de adentrarse en el dominio (relativo) de la lengua de Shakespeare despu¨¦s de salir de La Moncloa. Hubo un tiempo, el de Mitterrand, Kohl y Gonz¨¢lez, en el que este tr¨ªo, adem¨¢s de Thatcher, no dispon¨ªa de esa lengua com¨²n, y sin embargo funcion¨® perfectamente. Hoy ya no, pues el ingl¨¦s -aunque sea el mal ingl¨¦s- se ha convertido no s¨®lo en la lingua franca de la globalizaci¨®n, sino tambi¨¦n de la UE. Muy a su pesar, ni Zapatero ni Rajoy lo hablan, lo cual es un handicap para las importantes conversaciones de pasillo. Pero quiz¨¢s haya sido esa frustraci¨®n la que ha impulsado a ambos contendientes a proponer en sus programas electorales proyectos similares para que en 10 a?os todo el que acabe la escuela secundaria sepa usar de forma fluida ese idioma, que sea pr¨¢cticamente biling¨¹e.
Es urgente que as¨ª sea. Zapatero y Rajoy no son una excepci¨®n en Espa?a, sino que, por el contrario, reflejan la media m¨¢s desoladora. Seg¨²n un estudio elaborado por Ipsos y Home English, el 81% de los adultos en este pa¨ªs no domina este idioma ni tiene de ¨¦l un conocimiento b¨¢sico que le permita llevar a cabo una conversaci¨®n fluida. Por el contrario, la media en la UE de los que s¨ª pueden hacerlo es de un 47%. Esta deficiencia socava las posibilidades de Espa?a en la era de la globalizaci¨®n.
Claro que ahora tanto Barack Obama como Hillary Clinton se est¨¢n percatando de que a ellos no les basta saber ingl¨¦s, sino que les vendr¨ªa muy bien dominar el castellano para comunicarse directamente con los hispanos y atraerse sus votos. No encuentran que el biling¨¹ismo sea un problema. Ambos han proclamado la necesidad de educar a los escolares norteamericanos en al menos una lengua extranjera viva. Pues respecto a las muertas, desgraciadamente son pocos los que echan l¨¢grimas por la p¨¦rdida del lat¨ªn en la ense?anza general. Benedicto XVI s¨ª ha autorizado que se vuelva a introducir en la misa el viejo y apolillado rito en lat¨ªn. Pero ¨¦sa es otra historia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.