Aniversario de Delphi
Al cumplirse el primer aniversario del anuncio de cierre de Delphi es un buen momento para extraer conclusiones de un proceso que puso en jaque a toda la Bah¨ªa de C¨¢diz y que atrajo la atenci¨®n de Espa?a entera:
1. La empresa. No puede volver a ocurrir que una empresa, de la noche a la ma?ana, decida cerrar una f¨¢brica sin m¨¢s. M¨¢xime si esta empresa ha recibido todo tipo de ayudas p¨²blicas para instalarse y para mantenerse. Eso del capitalismo liberal es una monserga porque el Estado dedica importantes sumas para atraer y consolidar empresas y luego recibimos a cambio deslocalizaci¨®n y pelotazos para sus directivos, como el que benefici¨® al hoy candidato del PP Manuel Pizarro. En cambio, la democracia tiene una zona de sombra en las empresas, gobernadas en el secretismo por un reducto de gestores. Est¨¢ bien que se le pida a los trabajadores implicaci¨®n, pero tanto por ello como por el dinero p¨²blico que reciben tiene la obligaci¨®n de ser transparentes y participativas. No basta con el leg¨ªtimo beneficio, las empresas tienen una funci¨®n social all¨ª donde est¨¢n instaladas.
"La estrategia de la Junta se demostr¨® acertada. No cay¨® en el populismo ni en la demagogia"
2. Los trabajadores. Es incuestionable que Delphi ten¨ªa uno de los ¨ªndices de absentismo m¨¢s altos de Espa?a y la factor¨ªa de Puerto Real el m¨¢s alto de todas las de esta empresa, lo que es de sobra conocido en la Bah¨ªa de C¨¢diz. Tambi¨¦n lo es que los salarios eran muy elevados. Cualquier gerente de una empresa es normal que intente sacar el mayor beneficio y si en otro pa¨ªs los salarios son mucho m¨¢s bajos, es l¨®gico que quiera trasladar la producci¨®n. Hay un umbral en la negociaci¨®n colectiva, un l¨ªmite a la hora de conseguir buenos salarios, como se ha demostrado. En T¨¢nger se gana 15 veces menos de lo que se ganaba en Puerto Real. Por supuesto que los trabajadores de Delphi no son los culpables del cierre, pero durante a?os actuaron de manera inconsciente. Es otra lecci¨®n a aprender. Ahora han conseguido un buen acuerdo para las prejubilaciones, la formaci¨®n y la recolocaci¨®n. Deben estar agradecidos porque tienen un privilegio con respecto a los 100.000 parados de la provincia de C¨¢diz no s¨®lo a la hora de obtener un puesto de trabajo, sino en las remuneraciones y condiciones futuras.
3. Los sindicatos. Han mostrado durante todo el conflicto una madurez y una inteligencia extraordinarias. En todo el proceso, a pesar de los precedentes y de la intranquilidad, supieron encauzar la movilizaci¨®n de manera pac¨ªfica, con tan s¨®lo alg¨²n peque?o incidente aislado. Consiguieron dirigir la ira de los trabajadores a la mesa de negociaci¨®n y obtener un buen acuerdo sin dejarse arrastrar por la radicalidad.
4. Los ayuntamientos. De manera especial los de Puerto Real y C¨¢diz promovieron la agitaci¨®n para sacar tajada en las elecciones municipales. As¨ª sus dos alcaldes, Jos¨¦ Antonio Barroso (IU) y Te¨®fila Mart¨ªnez (PP), le echaron le?a al fuego todo lo que pudieron. No es aventurado afirmar que el primero sigue siendo alcalde fruto de la crisis de Delphi. La demagogia irresponsable tiene frutos a corto plazo aunque a la larga siempre se paga. La de C¨¢diz lleg¨® a dotar su presupuesto de una partida de un mill¨®n de euros para crear una empresa p¨²blica que se hiciera con la empresa por parad¨®jico que resulte en un partido que se dice liberal.
5. La Junta de Andaluc¨ªa. Su estrategia se demostr¨® acertada. No cay¨® en el populismo ni se dej¨® arrastrar por la demagogia. El presidente de la Junta dijo que ¨¦l era el principal aliado de los trabajadores y lo ha demostrado. La figura pol¨ªtica del consejero de Empleo, Antonio Fern¨¢ndez, creci¨® en este proceso como un dirigente capaz de la gesti¨®n y el acuerdo. La talla pol¨ªtica demostrada por Fern¨¢ndez le llevar¨¢ a mayores empe?os. La Junta y el Gobierno desbloquearon el proyecto de un parque tecnol¨®gico en Las Aletas y pusieron en marcha un plan de reindustrializaci¨®n. Ambas herramientas pueden ofrecer importantes perspectivas a la Bah¨ªa. Ocho empresas han anunciado ya su intenci¨®n de instalarse, con la previsible creaci¨®n a corto plazo de 2.000 puestos de trabajo. Frente a la presi¨®n de los trabajadores y la demagogia de algunos pol¨ªticos de la oposici¨®n, la Junta no se dej¨® tentar por ideas tan descabelladas como nacionalizar la empresa. Seg¨²n pasa el tiempo se demuestra que Chaves cumpli¨® con su compromiso.
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