Osasuna juega con el Atl¨¦tico

El Atl¨¦tico es un chollo, un medio equipo capaz de conseguir que el cabizbajo Osasuna, el mismo que perdi¨® hace una semana ante el colista, se transforme en un equipazo. Capaz tambi¨¦n de provocar que un chico de 22 a?os, de nombre Kike Sola, cuya experiencia en Primera se limitaba a 11 partidos, se baste para airear todas sus miserias. Agarrado a un Sola que parec¨ªa Van Basten y a un Vela estelar, Osasuna devor¨® a un Atl¨¦tico que ha vivido una semana catastr¨®fica: arranc¨® con una derrota ante el Athletic, sigui¨® con su adi¨®s a Europa a manos del Bolton y la cerr¨® con otra actuaci¨®n de pompas f¨²nebres, en Pamplona, donde Osasuna le cruji¨® vivo.

A los 53 segundos ya perd¨ªa el Atl¨¦tico. Nada de particular ten¨ªa aquel bal¨®n enviado al borde del ¨¢rea grande, al que Eller vio pasar de largo porque con ¨¦l no iba. Al que intent¨® llegar Perea, sin conseguirlo, no as¨ª Plasil, que lo prolong¨® con la cabeza. A su lado, Antonio L¨®pez se quedaba inerte, con la mano en alto, avisando al ¨¢rbitro, quiz¨¢, de que all¨ª hab¨ªa peligro. Y lo hab¨ªa. El bal¨®n cay¨® en los pies de Sola, que resolvi¨® con habilidad desde cerca.

A los 53 segundos ya perd¨ªan los de Aguirre, que remataron una semana catastr¨®fica

Un gran Forl¨¢n no le sirvi¨® a un equipo que ha ganado 4 de los ¨²ltimos 15 partidos

A las primeras de cambio, la defensa del Atl¨¦tico hab¨ªa quedado retratada, cogida como est¨¢ con alfileres, con o sin bajas, jueguen unos u otros. Y bast¨® que Osasuna se asomara en ataque por segunda vez para que el derrumbe de su rival fuera total. Perea volvi¨® a llegar tarde al bal¨®n, pero esta vez no permiti¨® que llegara Plasil. Con una brutal patada resolvi¨® el entuerto. L¨¢stima, para ¨¦l, que la pelota cayera a los pies de Vela, el m¨¢s listo de todos, que avanz¨® y super¨® a Abbiati por bajo. Cinco minutos, dos llegadas, dos goles. Osasuna protagonizaba el partido de su vida ante un rival moribundo, al que parec¨ªa dar miedo pasar del medio campo, lo cual resulta comprensible teniendo en cuenta sus dotes defensivas.

Pero tiene el Atl¨¦tico alg¨²n que otro futbolista que acostumbra a rebelarse ante los acontecimientos. Ayer encontr¨® a uno: Forl¨¢n. Cleber y Jurado, quienes deb¨ªan dirigir al equipo, se encontraban varados en el eje, atascados por la incansable presi¨®n de Osasuna. Nadie desde las bandas acudi¨® a su rescate. Tampoco Maxi, convertido desde hace semanas en un futbolista irrelevante. No estaba el sancionado Ag¨¹ero, que 62 partidos despu¨¦s se perd¨ªa un choque de Liga. As¨ª que Forl¨¢n decidi¨® hacerse visible. Y baj¨® a echar una mano. Y busc¨® las bandas. Y traslad¨® el bal¨®n hacia el ¨¢rea rival. Y cogi¨® la bandera del equipo. ?l, en solitario, rescat¨® al Atl¨¦tico durante un rato. Atrap¨® el bal¨®n en el l¨ªmite del c¨ªrculo central, avanz¨® al galope y, desde 30 metros, lanz¨® un derechazo salvaje que Ricardo no vio.

Forl¨¢n hab¨ªa metido al Atl¨¦tico en el partido. Sus compa?eros le sacaron. Osasuna no acus¨® el golpe y sigui¨® apretando (20 disparos lanz¨®), tan f¨¢cil como le resultaba superar a los centrocampistas del Atl¨¦tico. Hasta en tres ocasiones tuvo que poner la mano Abbiati para retrasar la derrota. Osasuna hab¨ªa encontrado un para¨ªso en la banda derecha de su ataque, la que cubr¨ªa Pern¨ªa, al que algo grave debi¨® ocurrir para perpetrar una actuaci¨®n peor que sonrojante. As¨ª las cosas, Aguirre prescindi¨® de ¨¦l y de Eller, lo que no atenu¨® los males del equipo, aunque los hizo menos visibles. El mexicano Vela era, por un d¨ªa, el mejor extremo del mundo, all¨¢ en la izquierda. Y sufr¨ªa el Atl¨¦tico, que apenas llegaba al ataque, pese al empe?o de un Forl¨¢n que acab¨® tirando la toalla. Lo hizo a falta de un cuarto de hora, cuando Sola rob¨® el bal¨®n en la derecha y desri?on¨® a Perea, luego a Z¨¦ Castro, antes de levantar la cabeza y ceder a Font, que no tuvo m¨¢s que empujar, certificando el triunfo de un gran Osasuna que encontr¨® el mejor ant¨ªdoto para sus males en este Atl¨¦tico que ha ganado cuatro de los ¨²ltimos 15 partidos y que no sabe lo que hace. El hecho de que a¨²n aguante en la cuarta plaza, que da billete para la Champions, s¨®lo demuestra una cosa: la Champions est¨¢ muy barata.