El esperpento vuelve a reflejarse en el 'callej¨®n del Gato'
Los espejos descritos por Valle-Incl¨¢n fueron retirados 10 meses por obras
Los que m¨¢s lo notaron fueron los profesores de literatura y sus alumnos de secundaria. Llegaban a la calle de ?lvarez Gato, al lado de la plaza de Santa Ana, con la intenci¨®n de explicar in situ la escena duod¨¦cima de Luces de bohemia.
Esa en la que Max Estrella, el poeta ciego y venido a menos, descubre en la imagen deformada de unos espejos una nueva forma de mirar el mundo. Pero se encontraban con que los famosos espejos que inspiraron el esperpento a Ram¨®n Mar¨ªa del Valle-Incl¨¢n ya no estaban. "Ha sido s¨®lo durante 10 meses, los que hemos tardado en rehabilitar la fachada", cuenta Jos¨¦ Carlos Blanco, el actual propietario del restaurante Las Bravas.
Durante tres generaciones, desde que en 1933 su abuelo abri¨® una bodega en el callej¨®n del Gato, la familia Blanco se ha encargado de velar por los espejos deformantes de su fachada. "Sin ellos hubiesen desaparecido. Los han cuidado extraordinariamente", opina el dramaturgo Ignacio Amestoy, reconocido valleinclanesco y promotor de la Noche de Max Estrella. Y lo han hecho sin ayuda de las administraciones.
Cuando, en mayo de 1998, unos v¨¢ndalos hicieron a?icos los espejos -uno c¨®ncavo, que devuelve una imagen alargada del que se mira, y otro convexo, en el que uno se ve grueso-, fue Blanco el que pag¨® la restauraci¨®n. Le cost¨® 1.800 euros. Tambi¨¦n pag¨® dos imitaciones nuevas, de pl¨¢stico, que son las que, desde la semana pasada, vuelven a lucir en la fachada.
Los aut¨¦nticos, guardados
Los espejos aut¨¦nticos, en los que, de tan rotos, apenas se distingue su efecto deformante, llevan ya una d¨¦cada a resguardo de b¨¢rbaros en el interior del local. Cuando vuelva a abrir al p¨²blico, el mes que viene, una placa recordar¨¢ que, mir¨¢ndose en ellos, Max Estrella le dijo a Don Latino aquello de que "las im¨¢genes m¨¢s bellas en un espejo c¨®ncavo son absurdas".
"Siempre hemos tratado de mantener la tradici¨®n. Y ha sido motu proprio, sin ninguna ayuda", se queja Blanco. "Hace 10 a?os, cuando destrozaron los espejos, nos iba a pagar todo el mundo", cuenta. Al final, no hubo ni subvenci¨®n ni oferta para llevarlos a un museo. El Ayuntamiento asegura que la conservaci¨®n es cosa del propietario. Aprovechando la renovaci¨®n del local y de su fachada, los espejos est¨¢n ahora dentro de unas cajas met¨¢licas de color granate, protegidos por un cristal. Son cuatro. En las del medio, madrile?os y for¨¢neos podr¨¢n seguir admirando su imagen deformada. En los otros dos, donde antes hubo dos espejos sin efecto ¨®ptico, Blanco aprovechar¨¢ para guardar elementos m¨¢s prosaicos, como la carta del men¨².
La vuelta de los espejos llega a tiempo para una nueva celebraci¨®n de la Noche de Max Estrella. Ser¨¢ el d¨ªa 26 de marzo, uno antes del D¨ªa del Teatro. El C¨ªrculo de Bellas Artes organiza desde hace 11 a?os una peregrinaci¨®n bohemia por el Madrid valleinclanesco que este a?o volver¨¢, como es obligado, al callej¨®n del Gato.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.