El regusto amargo de la tergiversaci¨®n
Los candidatos manejaron a su antojo las estad¨ªsticas para combatir al adversario
Se les olvid¨®. Ahora, a toro pasado, resulta inexplicable tal despiste, pero el hecho es que se les olvid¨® por completo. Tan atareados estaban los sabios de los dos partidos pactando cuestiones fundamentales para el debate entre Zapatero y Rajoy -la c¨¢mara no podr¨¢ detenerse m¨¢s de cuatro segundos en el candidato que est¨¦ escuchando, las sillas no tendr¨¢n ruedas- que se les olvid¨® hablar de la mentira y del insulto, pactar su extradici¨®n de un juego al que jugaron solo los candidatos pero al que se asomaron m¨¢s de 13 millones de espa?oles, seguro que tambi¨¦n ni?os.
La acusaci¨®n a Zapatero de agredir a las v¨ªctimas no fue casual
Es triste que a estas alturas Serrat sea criticado por significarse
De hecho, si en vez de Jos¨¦ Blanco o P¨ªo Garc¨ªa Escudero hubieran sido sus hijos o sobrinos los encargados de preparar un duelo de juguete, es pr¨¢cticamente seguro que tales cuestiones no se hubieran quedado al margen. ?Se puede mentir? ?Est¨¢ la calumnia permitida? ?Se puede insultar? ?Y maquillar un gr¨¢fico para que suba o baje a gusto del consumidor? ?Cu¨¢ntos puntos se le quita al que lo haga...?
La radio del taxi trae la voz de un cantautor:
-Que un tipo que se presenta a presidente de mi pa¨ªs diga que yo estoy untado por defender unas ideas distintas a las suyas me parece muy preocupante. No recuerdo algo as¨ª desde las ¨¦pocas m¨¢s tenebrosas de nuestro pasado...
El taxi se abre paso por el atardecer lluvioso de una ciudad del norte donde decir lo que se piensa sigue costando caro; donde muchos siguen guardando sus ideas en un cofre con siete cerrojos. Por eso, desde aqu¨ª se entiende con toda nitidez la perplejidad de Joan Manuel Serrat. ?l y otros artistas -menos mal que todos con bastantes a?os de profesi¨®n a sus espaldas y la vida resuelta- decidieron apoyar con una canci¨®n la candidatura de Zapatero, y por eso Rajoy les llam¨® untados -untar es "corromper o sobornar a alguien con dones o dinero"- e incluso, en el caso de Serrat, se refiri¨® a ¨¦l de forma despectiva en el transcurso del debate.
-Y Dolors Nadal -la candidata del PP por Barcelona- dijo que yo viajo en jet privado y limusina. Yo voy en aviones que me pago yo. Si no puede demostrar que el PSOE me lleva por ah¨ª en limusina nos tendremos que ver en el juzgado...
Suena triste Serrat. Y es triste que Serrat suene triste a estas alturas por el antiguo crimen de "significarse". El debate del lunes trajo en s¨ª una noticia positiva -hubo debate despu¨¦s de 15 a?os-, pero su resaca dej¨® en el ¨¢nimo distintos regustos amargos. El de la tergiversaci¨®n. El del infundio. El de los gr¨¢ficos maquillados. El de la constante apelaci¨®n al pasado. El de la utilizaci¨®n de ETA y de sus v¨ªctimas para erosionar al presidente del Gobierno.
De hecho, el momento m¨¢s cr¨ªtico -aquel en que Rajoy acus¨® a Zapatero de agredir a las v¨ªctimas- no fue casual ni producto de un calent¨®n. Rajoy lo llevaba en el gui¨®n, imaginando quiz¨¢ que a Zapatero le costar¨ªa recuperarse de un pu?etazo as¨ª. El presidente mir¨® a Campo Vidal como mira un boxeador al ¨¢rbitro cuando recibe un golpe bajo, pero el presentador -r¨ªgido en el jersey de hierro que amorosamente le hab¨ªan forjado Jos¨¦ Blanco y P¨ªo Garc¨ªa Escudero- poco pudo hacer.
El hecho es que Rajoy jugaba sobre seguro. Ayer, ni 24 horas despu¨¦s del debate, se recibi¨® en las redacciones un documento furibundo de la asociaci¨®n de v¨ªctimas que preside Francisco Jos¨¦ Alcaraz. En nombre de "las v¨ªctimas" y a lo largo de cuatro puntos, Alcaraz dice cosas as¨ª. "El presidente del Gobierno, al ceder pol¨ªticamente con ETA, ha traicionado, agredido y menospreciado a las v¨ªctimas del terrorismo". ?Les suena? "Ha dejado de aplicar la ley de partidos. Las v¨ªctimas han tenido que soportar los vergonzosos paseos del asesino De Juana Chaos por San Sebasti¨¢n". ?Les suena? "Zapatero mantiene la resoluci¨®n parlamentaria para negociar con ETA". Y esto otro, ?les suena? "El presidente del Gobierno... no es de fiar". ?Qui¨¦n ha dicho eso hace poco, tal vez la noche del lunes?
S¨®lo queda desvelar qu¨¦ fue antes, como en el dilema del huevo y la gallina. ?Qui¨¦n le escribe los discursos a qui¨¦n? ?Ten¨ªa Rajoy el papel de Alcaraz sobre su mesa o fue al rev¨¦s? Quiz¨¢s compartan guionistas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.