Siemprevivas y damajuanas
As¨ª juntas, a la vez, o¨ª hablar de ellas en una canci¨®n de Manolo Garc¨ªa sobre ese C¨¢diz chico. Y en verdad, despu¨¦s de mucho ir a C¨¢diz y alrededores, creo que siemprevivas y damajuanas explican bastante bien el misterio de esa tierra. Las elecciones no son C¨¢diz, pero tienen sus siemprevivas y sus damajuanas. A ver, si nos olvidamos por un momento de los que van a ganar y de los que van a perder (PSOE, PP, IU, PNV, CiU, ERC o BNG, p¨®ngalos usted en el orden que quiera y en el lugar que crea que les corresponde), hay un sector extraterrestre que merece un an¨¢lisis pol¨ªtico y sociol¨®gico.
Est¨¢ Aralar, que es el damnificado cada vez que los periodistas o dem¨¢s ciudadanos hablamos de la izquierda abertzale en referencia a Batasuna, EHAK o ANV. Aralar es la expresi¨®n gr¨¢fica de lo que se quiere que pase. Est¨¢ Eusko Alkartasuna, ya conocida, como un valor testimonial muy por encima de su anal¨ªtica real. Por seguir con Manolo Garc¨ªa, ya que hemos empezado as¨ª, se dir¨ªa que EA es "hija del vaiv¨¦n". Casi un fruto de las circunstancias, de la realidad ocasional de un pa¨ªs cambiante. Son las damajuanas de la campa?a, algo as¨ª como el recipiente de minor¨ªas, b¨¢sico como una botella que permite cualquier adorno mientras no se rompa la botella. No decidir¨¢n el Gobierno de Espa?a; s¨®lo entrenar¨¢n para acciones futuras y aparecer¨¢n en los an¨¢lisis m¨¢s sesudos y cejijuntos de las elecciones.
Y luego est¨¢ Rosa D¨ªez, algo as¨ª como la siempreviva de la campa?a, con su nuevo partido y sus antiguas recetas. Rosa D¨ªez las madur¨® mientras era europarlamentaria socialista y hoy en d¨ªa no se sabe si es un grano para el PSOE o para el PP. Dicen los expertos que las siemprevivas, rojas y muy sim¨¦tricas, resultan apropiadas para cubrir el suelo. Y aseguran que son muy resistentes y ofrecen bellas flores rojas a mediados de verano pero necesitan mucho sol y terrenos arenosos (de ah¨ª lo de C¨¢diz). La siempreviva Rosa D¨ªez no es sino el en¨¦simo intento de crear otro partido socialista desde la acera de enfrente del nacionalismo. Algo as¨ª como el siglo XIX en pleno siglo XXI. La traves¨ªa pol¨ªtica de Rosa D¨ªez dar¨¢ (cuando acabe) para una novela. Terreno arenoso no le va a faltar, pero no de playa, sino de pico y pala. Espa?a es un pa¨ªs hedonista en todo, menos en la pol¨ªtica, donde le puede el sentimiento tr¨¢gico de la vida.
Si ser¨¢ as¨ª, que basta repasar la lista de candidaturas al Senado por Vizcaya (por poner un ejemplo) para contabilizar hasta cinco listas absolutamente totalitarias. Nunca he sabido ni me ha interesado averiguar para que se presentan, si son los friquis de la campa?a y les pone por aquello de los espacios publicitarios gratuitos. Pero s¨ª me preocupa la abundancia de siglas de la ultraderecha. Supongo que son los mismos, pero acongoja advertir que la quinta parte de la papeleta est¨¢ ocupada por abolicionistas de la democracia. Estos no pertenecen ni a las siemprevivas ni a las damajuanas. Nunca ser¨¢n m¨¢s que los crisantemos de una ¨¦poca enterrada en un cementerio cerrado al p¨²blico por aviso de derribo.
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