Un avi¨®n de madera y sue?os
Quim Aranda retrata en una novela a una familia de emigrantes andaluces
Las familias de los emigrantes son como un ¨¢rbol gigantesco cuyas ramas traspasan mares y fronteras. Los viejos afectos y los recuerdos compartidos de padres, hermanos, t¨ªos y primos se hacen fuertes en un lugar rec¨®ndito hasta que sus poseedores mueren y se los llevan con ellos. La emigraci¨®n est¨¢ en el centro de la novela El avi¨®n de madera que logr¨® dar media vuelta al mundo (Candaya), de Quim Aranda. La obra relata la emigraci¨®n de una familia andaluza cuyas ramas se prolongan por Catalu?a, Argentina, EE UU y Brasil.
El narrador de la novela, Marcelo Rojo, recibe la invitaci¨®n de su t¨ªa Magda, que le pide que vaya a Buenos Aires. Su t¨ªa quiere devolverle el juguete que Marcelo le regal¨® cuando era ni?o durante la ¨²nica visita de ella a Barcelona. Marcelo emprende entonces un viaje a sus or¨ªgenes, marcados por un pueblo malague?o y por su infancia en una ciudad extra?a. Aranda (Barcelona, 1963) reside en Londres y es periodista. Colabora desde 1998 en Avui. Es autor del libro-entrevista Qu¨¨ pensa Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n (1995), que repasa la trayectoria del novelista. La familia de Aranda procede de Archidona (M¨¢laga), donde se sit¨²a, con el nombre de Escua, buena parte de El avi¨®n de madera...
La novela tiene un t¨ªtulo llamativo por su longitud. "Un avi¨®n de madera es un juguete. En cambio, un avi¨®n de madera que logra dar media vuelta al mundo parece que sugiere que es un juguete un poco extraordinario", se?ala el autor. La novela habla de la memoria, de los latidos de un tiempo pasado que se entreveran con el presente. "La emigraci¨®n, el abandonar los or¨ªgenes, es siempre algo dram¨¢tico. A veces, el futuro que se encuentra tal vez es mejor en t¨¦rminos econ¨®micos, pero detr¨¢s de cualquier proceso de emigraci¨®n, de alejamiento de las ra¨ªces, hay un elemento dram¨¢tico. Pero si, adem¨¢s, la familia se dispersa, este elemento dram¨¢tico se acent¨²a", comenta.
La emigraci¨®n siempre se ceba con los m¨¢s pobres, aquellos que no encuentran una forma digna de ganarse la vida en su tierra. Es como si el derecho a disfrutar de una estirpe familiar a la que remontarse les estuviera vedado. "Es injusto pero es as¨ª. En la novela queda reflejado que las causas por las que la familia emigra, y en resumen las causas de la emigraci¨®n, son siempre econ¨®micas. En el caso de la novela hay a¨²n alguna causa remota que es pol¨ªtica, ya que lo que produce la Guerra Civil y la dictadura de alg¨²n modo incide en el subdesarrollo econ¨®mico del lugar de donde emigra la familia que protagoniza la obra. La burgues¨ªa asentada, los grandes latifundistas andaluces nunca pierden sus ra¨ªces porque tienen el cortijo y el latifundio en Andaluc¨ªa y la casa se?orial en Sevilla o Madrid. Hoy d¨ªa hay gente que se juega la vida y se mete en una patera porque sus condiciones econ¨®micas son lamentables", asevera Aranda.
Tradici¨®n oral
El peso de los or¨ªgenes gravita sobre Marcelo. "Mi concepci¨®n del mundo, mi visi¨®n de la historia, mi relaci¨®n con la lengua castellana est¨¢ totalmente condicionada por el pasado de los m¨ªos y lo que ellos me legaron. He pasado veranos de mi infancia en Andaluc¨ªa. Yo he escuchado la tradici¨®n oral del lugar de procedencia de mis padres, he mamado todo eso. Y eso ha dejado un poso inevitable y enriquecedor", explica.
"En un momento determinado de la vida, cuando eres joven y te quieres rebelar contra la autoridad paterna, es como que te distancias de eso. Despu¨¦s te haces algo mayor y todo eso lo recuperas, lo aprecias... Integras esa cuarta parte de ti mismo con las otras tres cuartas partes de ti mismo, que son lo que eres en tanto que has nacido en un lugar muy concreto y te has formado intelectualmente de una determinada manera, con unas determinadas lecturas y con unas experiencias que tambi¨¦n influyen sobre ti al haber sido adolescente en una ciudad, Barcelona, que tiene dos culturas", concluye.
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