La venganza de Bardem
Su t¨ªo Juan Antonio fue el primer espa?ol nominado, pero, mala suerte, el Oscar a la mejor pel¨ªcula extranjera de aquel a?o, 1959, recay¨® en la francesa Mi t¨ªo, de Jacques Tati, y no en la suya, La venganza, previamente masacrada por la censura espa?ola, que incluso le cambi¨® el t¨ªtulo: a los censores no les gustaba Los segadores, no fuera a sulfurar a los catalanes; tampoco les convenc¨ªa que la acci¨®n se desarrollara en ¨¦poca actual, y la trasladaron a 1935, antes de la cruzada, cuando todos los males eran posibles. Es curioso que le pusieran La venganza cuando precisamente la pel¨ªcula trataba de abogar por la reconciliaci¨®n nacional. Hac¨ªa 20 a?os que la Guerra Civil hab¨ªa acabado, y los derrotados, como el propio director Juan Antonio Bardem, pretend¨ªan ofrecer "una soluci¨®n democr¨¢tica y pac¨ªfica al problema espa?ol". No se lo permitieron. La del t¨ªtulo era la venganza de los vencedores.
El Oscar que no logr¨® su t¨ªo Juan Antonio lo tiene ahora Javier
En sus comienzos como director, en 1954, el t¨ªo Bardem hab¨ªa hecho una pel¨ªcula sobre los c¨®micos, un hermoso homenaje a sus dificultades, ilusiones y desvar¨ªos, que compiti¨® en el Festival de Cannes. En aquel C¨®micos actuaban en papeles secundarios Rafael Bardem y Matilde Mu?oz Sampedro, los padres del director, que ahora, al cabo de 50 a?os, han vuelto a ser homenajeados, esta vez por boca del nieto Javier, Oscar en mano. Como completando el c¨ªrculo de los tributos, el Oscar que no logr¨® Juan Antonio lo obtiene ahora Javier, y el nombre de tres generaciones de c¨®micos espa?oles ha resonado en Hollywood.
Lo de la reconciliaci¨®n nacional que pretend¨ªa la pel¨ªcula, a pesar del enga?oso t¨ªtulo que le plantaron, no parece que termine de cuajar nunca. De sinverg¨¹enza para arriba, en los chats de alg¨²n peri¨®dico no le escamotean improperios a Javier Bardem. Dicen cosas como que ya ten¨ªa cara de loco cuando los Goya de la guerra, y que por lo tanto no le ha debido de costar ning¨²n esfuerzo interpretar el personaje de la pel¨ªcula de los Coen. O que le "es m¨¢s seguro tocarle los cataplines a Aznar en Espa?a que a Bush en los USA", olvidando que all¨¢ tambi¨¦n lo ha hecho. O que "si tan en contra est¨¢ de ellos [los norteamericanos], no deber¨ªa ir all¨ª". El mismo peri¨®dico que calific¨® a Javier Bardem de pancartero y chup¨®ptero cuando las manifestaciones del No-a-la-guerra, con gentes como Saramago, Fern¨¢n-G¨®mez, Almod¨®var o Dulce Chac¨®n proclam¨¢ndose en p¨²blico contra la invasi¨®n de Irak, ahora suavizan los calificativos y le ven como "un esp¨ªritu inquieto, un inconformista". Queridos c¨®micos ind¨®mitos de esp¨ªritu inquieto. ?Y que lo sigan siendo!
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