"Antes el Madrid estaba muy dividido"
El fontanero de Schuster se llama Julio Baptista (S?o Paulo, 1981). Ma?ana en Huelva, cuando el Madrid salte al Nuevo Colombino, el t¨¦cnico alem¨¢n podr¨¢ contar con el brasile?o tanto para cubrir las bajas de la delantera (Robinho y Van Nistelrooy) como las del centro del campo (Guti). No ser¨¢ una tarde f¨¢cil. La sombra de la crisis sobrevuela al equipo.
Pregunta. En Brasil empez¨® como medio centro. ?C¨®mo aprendi¨® a finalizar?
Respuesta. En los entrenamientos. En los deportes como el f¨²tbol todo se mejora a base de repeticiones. La repetici¨®n es la base de la perfecci¨®n.
P. ?Con Schuster se practican mucho las definiciones?
R. Siempre lo hacemos. No s¨®lo yo. A todo el mundo le gusta rematar. Es relajante. As¨ª que despu¨¦s de los entrenamientos los porteros se quedan ah¨ª, cuando no est¨¢n cansados. Y t¨² intentas hacer lo que har¨ªas en un partido: tirar para que el portero no pueda cogerla.
"No hay crisis. No ha cambiado nada. Ya hemos cubierto el cupo de derrotas"
"Los adversarios empiezan fuerte. Corren...y nosotros los matamos tocando"
"Aprend¨ª a definir en los entrenamientos. La repetici¨®n es la base de la perfecci¨®n"
P. ?Qu¨¦ aprendi¨® en su temporada con Ronaldo?
R. ?l cuando era joven desbordaba. Despu¨¦s aguz¨® el olfato y se desmarcaba m¨¢s por detr¨¢s de la defensa. Su golpeo era firme. Cerca del portero siempre usaba el interior del pie.
P. Hubo grandes delanteros que remataban de puntera.
R. Es un recurso que empleas s¨®lo cuando no puedes armar la pierna. Cuando puedes perfilarte, siempre es mejor darle con el interior. Lo sencillo es lo mejor.
P. Su gol m¨¢s importante se lo hizo a Argentina en la final de la Copa Am¨¦rica. ?C¨®mo fue?
R. Con el interior. Enganch¨¦ para adentro y dispar¨¦ al segundo palo. Ayala me dej¨® entrar porque pensaba que no iba a tirar. Cuando se dio cuenta puso la pierna. Pero ya era tarde. Me dio dos metros.
P. ?No le sorprendi¨® que le diera tanta ventaja?
R. Cuando hay jugadores que le pegan bien al bal¨®n los defensas no deber¨ªan dejar que saquen la pierna para tirar. ?l pens¨® que yo iba a amagarle para entrar al ¨¢rea con el bal¨®n controlado. No me hizo falta.
P. Hay delanteros que prefieren tener espacios. Otros se encuentran c¨®modos peg¨¢ndose con los centrales.
R. A m¨ª no me gusta. En Suram¨¦rica los delanteros son m¨¢s de movimiento; en Europa, m¨¢s de estar parados. Rooney es el menos europeo. Se parece a m¨ª. En el f¨²tbol de hoy cualquier jugador prefiere controlar y tener espacios. Se juega con las l¨ªneas muy juntas y si haces un mal control pierdes el bal¨®n. Tienes que jugar a dos toques. Por nuestras caracter¨ªsticas, nosotros intentamos cansar a los adversarios tocando. Entonces los matamos. Ellos corren, corren, y llega un momento en que la pisas y no hay nadie. Tienes espacio para mirar, ver, ir, tocar, parar, intentar... Muchos adversarios, juegan a presionarnos para no dejarnos jugar. Pero en alg¨²n momento se cansan y cuando te dejan tocar se les complica todo. Entonces es bonito. Muy bonito.
P. En muchos partidos el Madrid no control¨® el juego. El Valladolid le quit¨® el bal¨®n.
R. Los contrarios siempre empiezan muy fuerte. Nosotros vamos a nuestro ritmo. A veces damos la sensaci¨®n de que nos dominan. Pero estamos ah¨ª. Sabiendo que si la tocamos tendremos la oportunidad de meterla. Y siempre queriendo mandar.
P. Pero a veces el Madrid dio la sensaci¨®n de que ced¨ªa el control del bal¨®n.
R. No. A los rivales intentamos apretarlos para no dejarlos jugar. Adem¨¢s, ?qu¨¦ es el control? Hay equipos, como el Betis, que han tenido el bal¨®n pero no nos han tirado apenas entre los tres palos.
P. Hasta la jornada 23?, cuando se enfrent¨® al Valladolid, el equipo ten¨ªa una estad¨ªstica propia de su mejor ¨¦poca: 18 victorias, dos empates y tres derrotas. ?Cu¨¢l era la clave?
R. Que cada jugador ocupa el sitio donde puede rendir mejor. En otras temporadas eso no pasaba.
P. ?A qu¨¦ atribuye esta crisis?
R. Crisis no hay porque no ha cambiado nada. La ¨²nica diferencia es que el Bar?a antes estaba a nueve puntos y ahora est¨¢ a dos. Pero nosotros seguimos jugando igual. Hemos perdido dos partidos de Liga porque a veces, en este deporte se pierde. Si hubi¨¦ramos seguido sumando puntos al ritmo de la primera vuelta ¨¦ste ser¨ªa el mejor Madrid de la historia. Ahora hemos cubierto el cupo de derrotas. No nos podemos permitir m¨¢s errores.
P. Contra el Getafe el equipo estaba muy nervioso.
R. Nos obsesionaba conseguir los tres puntos. As¨ª se cometen errores.
P. Schuster lo ha utilizado como segunda punta y como centrocampista. ?Qu¨¦ le dice? ?Qu¨¦ espera de usted?
R. El sistema que m¨¢s usamos es el 4-3-3, con dos puntas, un extremo, dos interiores y un medio centro. Ah¨ª yo he jugado de interior. En el otro sistema he jugado de media punta, por detr¨¢s de Ra¨²l y con dos extremos. En este esquema he intentado marcar al medio centro m¨¢s defensivo y Guti ha cogido al otro para tapar la salida del adversario. En esa zona yo me encuentro muy bien porque cuando le coges la medida al pivote y te puedes meter en su espalda, siempre encuentras espacios.
P. ?Qu¨¦ opina cuando Schuster se mete en los ronditos?
R. Demuestra que le gusta. Que tiene calidad con las dos piernas. A veces te mete melones para que t¨² controles bien. Lo hace a posta.
P. ?Ha cambiado mucho el vestuario?
R. Es diferente. Antes el grupo estaba muy dividido. Hab¨ªa jugadores que hab¨ªan conquistado Mundiales, entonces hab¨ªa m¨¢s divisi¨®n. Cada uno en su parcela. ?C¨®mo vas a mandar sobre jugadores que han sido Balones de Oro y campeones del Mundo? Ahora tampoco nadie manda sobre nadie, lo que pasa es que hay un respeto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.